lunes, 12 de agosto de 2013

Cicuta: Juan Manuel Molina

Por Jaime Flores Martínez
Riña: Decididos a respaldar a Juan Manuel Molina para conseguir la mayoría simple en la próxima legislatura en Baja California, los panistas parecen dispuestos a cualquier cosa, incluso a utilizar elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP).
Y es que los blanquiazules ven en el ex diputado local panista Juan Manuel Molina García, la alternativa para tener el control del próximo Congreso del Estado.
El pasado 7 de julio, Molina perdió en el distrito número 1, donde contendió bajo la bandera del Movimiento Ciudadano.

Sin reparar en la cuestionable reputación de este bélico personaje, los panistas no están dispuestos a ceder el control legislativo a sus adversarios. En un incidente registrado en mayo del 2010, el entonces diputado Juan Manuel Molina protagonizo un zafarrancho donde resultó lesionada su ex esposa y su ex suegro.

Por diferencias familiares, sin importarle la presencia de sus dos hijos, el agresivo Molina tiro puñetazos y patadas a la mejer y a su padre. La presencia de policías municipales y estatales no impidió que el señor diputado contuviera su ira. El fuero legislativo impide que sean arrestados aun si la autoridad llega a sorprenderlos en flagrancia.

Muy pocos saben que –recientemente-- este sujeto protagonizo otro escándalo aunque esta vez fue en las instalaciones del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) y con la presencia (o complicidad) de un legislador federal.

El incidente se registro la tarde del 13 de julio en las instalaciones del IEPC, es decir, una semana después de la jornada electoral. La contabilidad avalaba el ascenso de Claudia Casas, candidata perdedora del Movimiento Ciudadano en el XVI Distrito. Esto encendió una furia que rayó en lo incontrolable. ¿Cómo era posible que el IEPC pretendiera palomear a su compañera de partido, quien también perdió en la contienda?

Aunque Molina representó en la pasada elección al Movimiento Ciudadano, estaba convencido que los panistas lo respaldarían porque su labor en el Congreso representaría un voto decisivo para el PAN. Si ese espacio le tocaba a Claudia Casas, entonces los priistas tendrían la sartén por el mango.

Molestísimo porque las autoridades electorales aplastaban sus intenciones de convertirse en diputado, el señor Molina arribó ese sábado a las instalaciones del IEPC acompañados por el diputado federal Juan Manuel Gastelum Buenrostro y una decena de policías preventivos armados hasta los dientes. Por cierto que Gastelum suena como el próximo secretario general de gobierno de Baja California.

Al ser la última persona en concluir su labor, una empleada del Instituto decidió retirar la sábanas que plasmabas las cifras de la jornada electoral del 7 de julio. Bajo ese argumento, Molina y Gastelum irrumpieron con la intención de arrestar a tan audaz mujer que se atrevió a quitar la numeración pública. ¿No merecía meterla a la cárcel?

Los testigos afirman que Molina actuó como intoxicado al jalonear e insultar a la desconcertada mujer. Mientras Molina lanzaba insultos que avergonzarían al mas popular de los arrabaleros, los policías amedrentaban a la mujer con sus armas largas y mirada fulminante.

¿Qué se merecía si había manipulado los documentos electorales?. El propio diputado Gastelum le espetó que sería detenida y procesada por delitos electorales. En medio del jaloneo arribó un abogado sin rostro quien defendió a capa y espada a la aterrada mujer. Al advertirles que levantaría cargos por la irrupción y su acción violenta, el jurista acompañó a la mujer hasta su vehículo.

Instruidos por los “Juanmanueles” los policías estatales abordaron sus vehículos y persiguieron al vehículo que conducía la dama acompañada por el abogado. La valentía de este ultimo evitó que la mujer fuera detenida y canalizada ante las autoridades aunque no existía delito que perseguir.

Un integrante del Consejo Electoral que aceptó charlar con Cicuta, reconoce que este incidente no tuvo eco entre algunos medios de comunicación que conocieron detalles pero los esquivaron. El mencionado asunto paso prácticamente de noche.

Lo destacable del asunto es la participación del diputado federal Juan Manuel Gastelum Buenrostro, personaje cercanísimo al gobernador electo Francisco Vega de la Madrid. Gastelum fue secretario general de gobierno durante la gestión de Vega como alcalde.

Gastelum Buenrostro, conocido como El Patas, es considerado una persona centrada que difícilmente protagonizaría un zafarrancho. De su tocayo Molina García, la situación es radicalmente distinta. Este hombre tiene fama de peleonero y escandaloso.

Está claro que el PAN intenta impulsar a Molina para conseguir la mayoría simple en la próxima legislatura. El control legislativo esta en riesgo. Juan Manuel Molina y Claudia Casa, candidatos perdedores del Movimiento Ciudadano, son ahora la clave. Si Molina asciende a la Cámara se sumara a la bancada panista. Si acaso es Claudia Casas, votara con el bloque priista. Cualquiera de ellos es el fiel de la balanza.

Gracias

El autor de esta columna agradece al delegado de la Secretaria de Economía David Saúl Guakil su generosidad por el remedo de carta aclaratoria publicada el viernes en este espacio. Inocentemente el señor Guakil reprodujo una columna repleta de críticas. Quien se perdió la primera, se enteró a la segunda. Cuanto talento de sus asesores, por favor felicítelos,

cicuta.com.mx twitter @cicutajaime

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