viernes, 16 de agosto de 2013

Cicuta: Alberto Capella Ibarra, Juan Bautista Montejano de la Torre, Héctor Yunes Landa

Por Jaime Flores Martínez
Bicho: Satisfechos por la evidente reducción en los llamados “delitos de alto impacto”, algunos habitantes de Tijuana presienten el retorno de una violencia que rebasó los límites en el último trimestre del 2008.


Esos temores se fundan en el llamado "efecto cucaracha" que se desataría por el relevo en las siglas partidistas en las ciudades de Mexicali y Rosarito. Esto generará el desplazamiento de muchos delincuentes que han operado protegidos o tolerados por la autoridad. Es un hecho los malhechores emigran hacia lugares donde existan condiciones para operar impunemente. Y aunque durante los últimos dos años la ciudad de Tijuana vive en paz, existe un riesgo latente.

Cierto que el actual secretario de seguridad pública Alberto Capella Ibarra no es “monedita de oro” pero los hechos revelan que existe control de la violencia. El alcalde electo Jorge Astiazaran tiene una gran reto ante nombramiento del próximo secretario de seguridad pública.

No se sabe si Astiazaran dará continuidad o echará mano de otra persona. Cicuta sabe que –en cuestión de días—Capella despachara en una dirección general de la Subsecretaria de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación. El todavía responsable de la seguridad en Tijuana fue invitado por el subsecretario Roberto Campa Cifrian y por ello dejará la SSPM a finales de agosto.

Capella mantiene en secreto su salida y --por ello-- se supone que el próximo alcalde no ha decidido si nombra a un hankista o mantiene el modelo actual. Astiazaran debe decidirse antes que Capella se vaya de Tijuana.

La seguridad pública es un tema harto complejo donde muy difícilmente se logra tener contentos a todos. Si la idea es tener contentos a los delincuentes seguramente ellos esperan ansiosos el nombramiento de su próximo socio.

Sudor

Traicionado por sus glándulas sudoríparas por atreverse a escupir mentiras, el diputado priísta Juan Bautista Montejano de la Torre fue literalmente desenmascarado por una reportera mexicalense que sin empacho lo tachó de mentiroso. La periodista Bárbara Indira Mata lo interpeló públicamente en la sesión legislativa del pasado viernes.

La comunicadora no aguantó que Montejano pretendiera imponer a sus amigotes como responsables de la Nueva Ley para el Desarrollo y Bienestar Social de los periodistas en Bajá California. Con su jumenta actitud, el diputado pretendió tomarle el pelo a sus compañeros. Mientras sudaba a chorros, pretendió jugarles el dedo en la boca.

Mientras Montejano decía que” había consenso de las Asociaciones de Periodistas”, la periodista estallo y a gritos lo acusó de mentiroso. Su intención era imponer a sus cuates y manejar a su antojo los 5 millones de pesos destinados para el caso.

Se supone que este dinero será utilizado en beneficio de los comunicadores, aunque la mayoría de los reporteros ni siquiera conocen detalles sobre una ley limitada en su difusión. La audacia de Indira marcó la pauta. La sospecha es que el priísta Montejano habría propuesto al quinteto utilizar el dinero para su provecho. Y aunque esta es sólo una especulación, la periodista Indira Mata prefiere no correr riesgos.

Indira no descarta que Montejano pudo actuar solo al presentar una lista de periodistas sin habernos consultado, aunque otros comunicadores presumen una bandera de sospecha. Tan intensa se puso la situación en la sesión del viernes que los integrantes de la comisión decidieron posponer el tema.

Y es que Montejano ha sido calificado como el más nefasto de los legisladores locales. Su actuación ha sido tan limitada que lo ubican como el más impreparado de los legisladores.

Cicuta reconoce que nunca buscó a los periodistas aludidos, aunque esta decisión se tomó precisamente para otorgarles el beneficio de la duda. Y aunque ninguno mostró interés en el contenido de la mentada ley, a los 5 los metieron a una lista empapada de sudor.

Ratas

El columnista tuvo acceso a una de las líneas de investigación del robo de una caja fuerte extraída de un departamento que ocupó el senador priista Héctor Yunes Landa durante la pasada campaña electoral. Al margen de la cantidad de dinero que contenía esa caja de hierro, son variadas las aristas que rodean a ese hecho.

Resulta extraño que solamente Cicuta se ha referido a un hecho delictivo cometido en agravio del delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Seguramente por eso las personas que conocen detalles sobre este tema, contactaron con el escribiente.

Ya habrá tiempo para referirse al tema.

Cicuta.com.mx twitter @cicutajaime

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