Por Pedro Martínez Serrano (Primera parte)
Conforme avanza el proceso electoral, se observa el despliegue de estrategias y trabajo de cada uno de los equipos, a los que cada candidato ha confiado su futuro. Cada integrante de los equipos de campaña, tiene en sus manos una responsabilidad que, por modesta que esta sea, suma o resta para conseguir el gran total que se busca el 7 de julio próximo: ganar la jornada comicial.
A medida que el proceso camina, se multiplican los golpes bajos. Las traiciones, la denostación y la difamación, se convierten en moneda de cambio que mejora a diario su cotización. Por el momento, la mayoría de los candidatos; me atrevo a pensar que todos, están cegados. No hay propuesta para afectar al adversario que rechacen. Para ellos la ley de causa y efecto no tiene absolutamente ninguna validez. Lo único que importa en este momento, es su posicionamiento en los resultados de las encuestas, muchas de ellas, realizadas por empresas patito, que venden la preferencia a quien la paga, pero que también de nada sirven.
Precisamente sobre las encuestas que se han realizado en relación con el proceso electoral que vive el Estado, me han deslizado copia algunos amigos vinculados a los principales centros de poder del país, y en ellas se plasman realidades que algunos candidatos se resisten a reconocer. Sin embargo la seriedad y profesionalismo con que se trabajan, me han permitido acreditar su efectividad en cuando menos media docena de estados y una veintena de municipios del país.
El primer esbozo que arrojan esos resultados son definiciones muy claras en cuanto a los posibles resultados para el Congreso del Estado, en donde se adelanta la tendencia de una legislatura balanceada. En este apartado, si bien es cierto que los potenciales votantes reflejan una tendencia a favorecer a los candidatos de la alianza que encabeza el PRI, todo indica que ese partido no mantendrá la mayoría abrumadora con la que hoy gobiernan el Poder Legislativo del Estado. Será un Congreso balanceado en el que el próximo gobernador, Fernando Castro Trenti o Francisco Arturo Vega de Lamadrid, tendrá que convencer a los partidos para cristalizar sus iniciativas de ley.
Preferencia en Municipios
Para el caso de las presidencias municipales, se empieza a definir claramente que la intención del voto, en el caso de Mexicali, las preferencias favorecen al ex alcalde y ex senador Jaime Rafael Díaz Ochoa, sobre su adversario de la alianza que lidera el PRI, Eli Topete Robles, a quien el panista aventaja con 6 puntos y va a la alza.
La interpretación de los reactivos aplicados en las encuestas, atribuyen esa ventaja de Díaz Ochoa a que el candidato del PAN y del PRD, es un hombre carismático, bien visto y recordado por los mexicalenses. En contra de la alianza que abandera el PRI, pesa y mucho, que la candidatura del tal Eli Topete se dio más por caprichos que por los acuerdos con el hoy candidato a gobernador, Fernando Castro Trenti.
Pero no sólo lo anterior suma, en contra del priísmo y su alianza tricolor en Mexicali. El mediocre papel del todavía presidente municipal, Francisco Pérez Tejada ha dejado muy mal sabor de boca a los habitantes de la capital cachanilla, lo que sustenta el por qué la tendencia favorece a Jaime Rafael que, si las cosas van como hasta ahora, será presidente municipal de Mexicali por segunda ocasión.
Sobre el particular, un funcionario de alto rango del gobierno del Estado, me comentó el beneplácito panista, por el hecho de que el presidente municipal, el tal Francisco Pérez Tedjada ordenó a sus empleados del ayuntamiento y a sus correligionarios de cúpula, que a los eventos de campaña, no vayan a menos que los inviten, pero que no se apoye en absoluto a ningún candidato de origen tricolor.
En el caso de Tecate, el candidato a alcalde por la alianza Compromiso por Baja California, César Moreno González de Castilla, no tiene absolutamente nada cierto, pues hasta el momento existe un empate en el ánimo electoral, con su oponente, la panista Patricia Ramírez Pineda, de la alianza Unidos por Baja California.
En el municipio que concentra el mayor número de sufragios y la más intensa actividad económica del noroeste mexicano, Tijuana, la cosa electoral avanza con el viento a favor del candidato de la alianza Compromiso por Baja California, Jorge Astiazarán Orci. Los sondeos más conservadores, repito, realizados para agencias de análisis político del gobierno federal, a las que el reportero ha tenido acceso, dan al doctor hasta 7 puntos de ventaja, mientras que las más pesimistas, le atribuyen 5 puntos sobre su desgastado y cuestionado adversario, Alejandro Monraz Sustaita
La soledad y abandono de sus correligionarios de Monraz, me dicen, tiene un motivo de peso, se atrevió a cuestionar y enfrentar al diablo azul, Jesús González Reyes y a su alumno más avanzado y socio en varios negocios, Jorge Ramos Hernández, de quienes presuntamente se desmarcó, para no arrastrar el desprestigio de ambos, a los que calificó de rateros y corruptsos.
En contraste, Aztiazarán además de los apoyos lógicos y evidentes de su abanderado por la gubernatura, Fernando Castro Trenti, trae también un importante respaldo, de parte del concesionario del Hipódromo de Aguacaliente, Jorge Hank Rhon.
Por lo que corresponde a Rosarito, la tendencia favorece al también ex presidente municipal del llamado quinto municipio, Silvano Abarca, y su coalición azul amarilla. En el equipo de campaña de Silvano, reconocen que es gracias al mediocre y nulo papel que desempeña el actual alcalde emanado del PRI, Javier Robles Aguirre.
Por lo que corresponde a Ensenada, a pesar de que, como lo he comentado en varias entregas, el alcalde Enrique Pelayo juegue en contra de su partido, el PRI, nada, ni nadie le arrebatará el triunfo al profesor Gilberto Hirata Chico quien se mantiene con una cómoda ventaja de 10 puntos.
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