Mientras el diputado federal Fernando Castro Trenti solicita licencia para separarse de su cargo y se auto proclama “candidato de unidad” del PRI a gobernador del estado de Baja California, el dirigente nacional del ex partidazo, César Camacho Quiroz, niega los hechos y lo considera como uno más de los siete precandidatos que buscan “sacrificarse” por el cargo.
Por si lo anterior fuera poco, el PAN y el PRD han confirmado que irán en alianza para tratar de retener la gubernatura de Baja California y, de paso, cerrarle el paso al PRI, con un agregado adicional de antología: acompañará en su aventura a la derecha y a la izquierda bajacaliforniana el partido de ¡Elba Esther La maestra del mal Gordillo, el Panal!
Podría creerse que Fernando Castro es el más aceptado para convertirse en candidato y seguro gobernador de la citada entidad, pero en realidad hay gente mucho más competitiva. Al frustrado auto destapado “candidato de unidad” lo han hecho crecer algunos perredistas locales, quienes hace algunas semanas hicieron público su apoyo al aún priísta.
La supuesta candidatura de Fernando Castro se habría fortalecido aún más con nuevas muestras de apoyo de importantes perredistas de BC, quienes hace unos días renegaron del pacto entre el PAN y el PRD (en ese momento no se les había sumado el Panal), además de asegurar que ni siquiera habían sido informados que irían juntos por el gobierno estatal.
El jueves, en una rueda de prensa convocada por el presidente del PRI, éste echó por los suelos el auto destape de Fernando Castro, pues el ex partidazo apenas analiza cuál va a ser la mejor forma de sacar adelante la candidatura a gobernador en BC, es decir, se van a crear las condiciones “para que nadie (de los aspirantes) se sienta atropellado o excluido”.
Si bien es cierto que Fernando Castro “es alguien que ha construido consensos estos días”, César Camacho también hizo evidente que no es el único. De hecho, el ahora diputado federal con licencia ha fincado su trayectoria en base a cargos de elección plurinominales o administrativos, sin haber ganado nunca una sola elección, sin que sea el mismo caso de varios priístas que también buscan la misma posición.
El auto postulado Fernando Castro ha sido diputado federal plurinominal, senador de primera minoría (es decir, pluri) y diputado federal (con licencia) plurinominal. En el 2004 fue secretario del ayuntamiento de Tijuana, bajo las órdenes de Jorge Hank Rohn. O sea que el tipo ha recibido regaladas todas las posiciones políticas que ha tenido en los últimos doce años.
En cambio, varios de los contendientes al mismo cargo sí han ganado sus cargos en las urnas: Carlos Bustamante Anchondo y Francisco Pérrez Tejeda son los actuales presidentes municipales de Tijuana y Mexicali, respectivamente. El empresario Eduardo Martínez Palomera va todavía más allá: ha sido dos veces alcalde de la capital del estado.
Mención aparte merece Jorge Hank, que fue presidente municipal de Tijuana, pero perdió como candidato del PRI a gobernador frente al panista Guadalupe Osuna Millán en 2007. La mala fama acompaña al controvertido empresario e hijo del político Carlos Hank González: le ajustó su capital para ser alcalde en 2004, pero no para llegar a titular del Ejecutivo estatal.
Dicen en BC que Jorge Hank hará perder a Fernando Castro si resulta ser el abanderado del PRI, pero esa amenaza es relativa. Si no pudo ser gobernador en 2007, ¿en qué se basa para poder impedir que gane el cargo su odiado rival? Si soltando mucha lana no pudo ser en su momento el gobernador de BC, ¿podrá hacer que pierda el legislador con licencia? No lo creo.
Lo importante es que ni Fernando Castro ni Jorge Hank están solos en su afán de buscar ser gobernador de BC. Bien se puede prescindir de los dos, pues están las otras opciones: los actuales alcaldes de Tijuana y Mexicali y el dos veces ex presidente municipal de la capital.
Lo que sí es una sabrosa novedad es enterarnos que en la alianza PAN-PRD va también el Panal de La maestra del mal Gordillo. Y para la botana: a la ya usual coalición del PRI y el PVEM en las elecciones efectuadas desde hace una década se integra, nada menos, que el “izquierdista” PT (¡zas!).
Hay que dar por hecho que si Fernando Castro no es candidato del PRI a gobernador del estado en la elección de julio próximo, lo será por la alianza PAN-PRD-Panal, que está a la espera de cachar al primer inconforme que abandone las filas priístas. Ese podría ser don Fernando. En fin: nada nuevo bajo el sol.
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