Tijuana. Durante su visita a esta ciudad en diciembre del año
pasado, el presidente Enrique Peña Nieto les dijo a los cinco
presidentes municipales del PRI que había convenido con el gobernador
Osuna Millán —del PAN— que ambos sacarían las manos del proceso de
selección de candidatos y, después, de la elección a gobernador que se
celebrará en julio de este año.
No muchos les creyeron.
Después de todo, Baja California será la primera elección de un gobernador para el nuevo PRI de Peña, y es la primera vez en muchos años que el Revolucionario Institucional tiene la oportunidad de arrebatar al PAN la gubernatura que hace 24 años se volvió un símbolo de la alternancia posible, cuando Ernesto Ruffo se convirtió en el primer gobernador no priista de la historia.
Hoy todos los municipios del estado son gobernados por el PRI y el gobernador Osuna ha sido incapaz de traducir en votos una gestión bajo la cual se pacificó Tijuana y se comenzó la recuperación económica de la entidad. En las presidenciales, el PAN quedó en tercer lugar.
Será por eso que sobran aspirantes del PRI, encabezados por el excéntrico Jorge Hank —quien ya perdió una elección para gobernador—, a quien en julio la campaña de Peña Nieto puso lo más lejos posible de su candidato. ¿Permitirá Peña, empeñado en decir que el PRI se ha renovado, que su primera elección de gobernador la gane un personaje como Hank? ¿Puede ser gobernador de Baja California un hombre que no puede pasar a San Diego?
En muchos círculos aquí se da por sentado que el candidato será Fernando Castro Trenti, el hoy diputado federal. Castro lleva años trabajando para lograr la candidatura y domina las estructuras priistas del estado. Los años de hacer política, sin embargo, podrían pesarle a El Diablo, como le apodan aquí con naturalidad. Fue secretario de Gobierno de Tijuana en la polémica gestión de Hank Rohn. El año pasado, su hermano, Francisco Castro, secretario de Seguridad Pública de Rosarito, reprobó un examen de control de confianza del Centro de Control de Confianza del estado y hace unas semanas fue denunciado por una periodista de brutalidad policiaca.
Castro Trenti es muy cercano a Manlio Fabio Beltrones, pero el líder de los diputados priistas tendrá que dividir sus apoyos en esta contienda. Alcides Beltrones, su hermano, es secretario de Gobierno del alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante, quien también aspira a la candidatura. Bustamante, un empresario metido a político, tiene buena imagen entre la ciudadanía y Peña Nieto tuvo algunos gestos significativos durante su visita del día 12. Bustamante aparece bien ubicado en las encuestas.
Otro alcalde con aspiraciones es el de Mexicali: Francisco Pérez Tejada, el más joven de la baraja priista, hijo de político pero formado en las filas del empresariado, parece joven para competir con Castro y Bustamante; pero insiste que él es la cara del PRI moderno en la entidad.
Todos, sin embargo, saben que, más allá de lo que hagan o digan, la decisión reside, como en otros tiempos, en el Presidente de la República.
Será por eso que, por lo menos tres de ellos, andarán por estos días en la Ciudad de México.
Twitter: @puigcarlos
No muchos les creyeron.
Después de todo, Baja California será la primera elección de un gobernador para el nuevo PRI de Peña, y es la primera vez en muchos años que el Revolucionario Institucional tiene la oportunidad de arrebatar al PAN la gubernatura que hace 24 años se volvió un símbolo de la alternancia posible, cuando Ernesto Ruffo se convirtió en el primer gobernador no priista de la historia.
Hoy todos los municipios del estado son gobernados por el PRI y el gobernador Osuna ha sido incapaz de traducir en votos una gestión bajo la cual se pacificó Tijuana y se comenzó la recuperación económica de la entidad. En las presidenciales, el PAN quedó en tercer lugar.
Será por eso que sobran aspirantes del PRI, encabezados por el excéntrico Jorge Hank —quien ya perdió una elección para gobernador—, a quien en julio la campaña de Peña Nieto puso lo más lejos posible de su candidato. ¿Permitirá Peña, empeñado en decir que el PRI se ha renovado, que su primera elección de gobernador la gane un personaje como Hank? ¿Puede ser gobernador de Baja California un hombre que no puede pasar a San Diego?
En muchos círculos aquí se da por sentado que el candidato será Fernando Castro Trenti, el hoy diputado federal. Castro lleva años trabajando para lograr la candidatura y domina las estructuras priistas del estado. Los años de hacer política, sin embargo, podrían pesarle a El Diablo, como le apodan aquí con naturalidad. Fue secretario de Gobierno de Tijuana en la polémica gestión de Hank Rohn. El año pasado, su hermano, Francisco Castro, secretario de Seguridad Pública de Rosarito, reprobó un examen de control de confianza del Centro de Control de Confianza del estado y hace unas semanas fue denunciado por una periodista de brutalidad policiaca.
Castro Trenti es muy cercano a Manlio Fabio Beltrones, pero el líder de los diputados priistas tendrá que dividir sus apoyos en esta contienda. Alcides Beltrones, su hermano, es secretario de Gobierno del alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante, quien también aspira a la candidatura. Bustamante, un empresario metido a político, tiene buena imagen entre la ciudadanía y Peña Nieto tuvo algunos gestos significativos durante su visita del día 12. Bustamante aparece bien ubicado en las encuestas.
Otro alcalde con aspiraciones es el de Mexicali: Francisco Pérez Tejada, el más joven de la baraja priista, hijo de político pero formado en las filas del empresariado, parece joven para competir con Castro y Bustamante; pero insiste que él es la cara del PRI moderno en la entidad.
Todos, sin embargo, saben que, más allá de lo que hagan o digan, la decisión reside, como en otros tiempos, en el Presidente de la República.
Será por eso que, por lo menos tres de ellos, andarán por estos días en la Ciudad de México.
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