domingo, 20 de enero de 2013

Palco de Prensa: Tiempo de reflexión

Por Gilberto Lavenant
Ante la proximidad de la fecha en que, en el proceso hacia las elecciones del 2013, cada partido político habrá de determinar quienes serán sus candidatos a la gubernatura estatal, alcaldías y diputaciones, es el tiempo de reflexión para los políticos. Todos se deben preparar, primero, para ser o no ser. Luego, para ganar o perder.




En la política, como en muchas otras contiendas humanas, nadie puede garantizar triunfos. Salvo aquellos que pudiesen presumir dotes de videntes. Y podría ocurrir que una vez sintiendo el triunfo seguro, fracasen, al “bajar la guardia”.



Los contendientes políticos, sin excepción, deben prepararse no solamente para ganar, sino también para sufrir derrotas. Sobre todo porque, a partir de que para llegar al poder, la vía  son los partidos políticos, y por lo tanto la política no es una aventura individualista, sino de grupos, de afines, de equipos.



Se puede ostentar cualidades, experiencias y condiciones, que muestren una superioridad inobjetable, pero la decisión grupal escoja o seleccione a individuos menores, porque las circunstancias así lo recomiendan.



La política, es una de “volver a empezar”. Los caminos no se agotan. Simple y sencillamente se acaban tramos y se inician otros. Los políticos tienen una vida llena de tramos recorridos. En unos les toca triunfar, en otros fracasan y en otros más simplemente se quedan “en la banca” o en la lista de espera.



En el proceso de la precampaña presidencial priísta, cuando Manlio Fabio Beltrones Rivera, reconoció que las circunstancias no le eran favorables, no tuvo otra más que decir: -mañana, empiezo otra vez.



Muchos pensaban que era el fin de su carrera política. Se ausentó del panorama político, pero reapareció, como un soldado más del ejército priísta, y actualmente es uno de los principales operadores del proyecto del Presidente Enrique Peña Nieto. Ni suicidio, ni “chaqueteo”. 

 

Curiosamente, hoy la política es de plazos largos. Los políticos temporaleros están siendo desplazados o se están quedando rezagados. Concluye un proceso electoral y al día siguiente se inicia el otro. Siempre con la esperanza de que en la siguiente ocasión les toque subir al pódium de los triunfadores.



En estos momentos, en todos los partidos políticos, hay grupos que están operando hacia los comicios presidenciales del 2018, 2024 o 2030. Ya hay estrategias, propuestas, posicionamientos. La esperanza muere al último.



En Baja California, los priístas han tenido que esperar 24 años para sentir cerca la posibilidad de retornar al poder. A partir de 1989 en que fueron desplazados por los panistas, les tocaba siempre la peor parte del final de una contienda : la derrota.



Lo comenta el diputado federal Fernando Castro Trenti, en una entrevista para Televisión Milenio : “En el PRI de Baja California –dice- luchamos 23 años por recuperarnos. Generalmente les debíamos, a malas decisiones del centro, las diferencias, pleitos internos. Pero nos mal ayudaban, Después de mal ayudarnos, perdíamos, nos dejaban y nos quedábamos nosotros sólos. Al día siguiente, a barrer, a limpiar, a levantar los cristalazos, a volver a empezar”.



El pasado sábado, René Mendívil, en reunión del Grupo Político “Jesús Reyes Heróles”, que preside Francisco de la Madrid Romandia, evidentemente nostálgico, comentó que en política no siempre se dan los triunfos. Que en ocasiones, ante los fracasos, hasta lágrimas.



Les advirtió que parece evidente la posibilidad de triunfo en los comicios de julio del 2013, pero que es necesario prepararse y luchar para vencer a los contrincantes. No lo dijo, pero implícitamente les recomendó prepararse para lo peor.



Los individuos que sienten el triunfo en la bolsa, y de pronto ven que “se les hace de humo”, enfrentan situaciones indescriptibles. El desconcierto, la angustia, la humillación, el fracaso, les lleva a pensar en la muerte.



Pero apenas están en el tiempo de selecciones internas y son varios los pretensos y pocas las posiciones que estarán en disputa. Una candidatura a Gobernador, cinco a alcaldes y las diputaciones. Nadie la tiene segura.



Los panistas, como a bordo de un barco a la deriva. El último “capitán”, prácticamente hundió el barco. Saltó por la borda, cuando vió cerca e inevitable la zozobra. No parecen tener guía que les imponga rumbos.



Los priístas, apenas a unos días de retornar a la Presidencia de la República, tienen capitán al mando y a los marineros a bordo del tricolor, les toca simplemente disciplinarse en la toma de decisiones. Doce años de zozobra, no deben bastar para que hayan olvidado usos y costumbres partidistas. Que nadie se llame engañado.



Cada partido tiene diversos métodos y estilos para resolver estas cosas. Los panistas podrían recurrir a las convenciones o a la asignación directa de candidatos. Los priístas, aunque han dicho que recurrirán a las convenciones, eso no significa que descarten la fórmula del “tapadismo”.



Se sabe quienes son los aspirantes. Se conocen debilidades y cualidades. Pero es obvio que solamente uno de ellos será ungido candidato. Que solamente uno es el “tapado”. Se podría decir que ni siquiera el posible elegido, sabe en estos momentos que será el afortunado. Mientras tanto, como en los certámenes de belleza, todos deben prepararse para ser o no ser, para ganar o perder.

                              gil_lavenants@hotmail.com

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