MEXICO.- En un país asolado por las formas más cruentas de violencia originada del narcotráfico, muchos residentes de la Ciudad de México se resisten a creer la hipótesis de sus autoridades, de que manadas de perros callejeros mataron a un máximo de cinco personas en un cerro del oriente de la ciudad.
Incluso para los familiares de las víctimas, como por ejemplo Ana María Martínez, es más fácil creer que algunas personas trastornadas torturaron y asesinaron a su hermano para dejar que su cuerpo fuera mordido y devorado luego por los perros.
Los activistas de derechos de los animales han convocado a protestas, asegurando que los perros callejeros capturados, en apariencia inofensivos, fueron incriminados falsamente.
Sin embargo, los expertos dijeron el jueves que es muy posible que esos perros u otros sí mataran a las personas. La reticencia a acusar a los perros puede surgir del desconocimiento sobre los ataques de manadas de perros, agregaron.
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