Por Teresa Gurza.
Esta nueva moda “ecológica” que vemos por todas partes, impulsa lo que hoy se considera buenos hábitos alimenticios; muchos de los cuales ya eran conocidos por nuestras abuelas y pasaban de generación en generación como fórmulas caseras y baratas de preservar la salud.
Está entre ellos el consumo del limón que los mexicanos hacemos a todas horas y solo, en jugo, a chupadas, con el consomé, en los tacos, acompañando hasta el tequila, en postres, y en ralladura.
En resumen que el limón es un producto milagroso; y ahora se asegura que es capaz de matar las células cancerosas, por ser 10 mil veces más potente que la quimioterapia y no tener efectos secundarios.
¿Qué tan cierto es esto?
Lo que puedo decirles es que una de mis hermanas tuvo hace casi 40 años un agresivo cáncer de piel y sigue viva y una parte fundamental de su tratamiento incluyó dosis muy elevadas de ácido ascórbico; porque el limón tiene muchas virtudes; y una de las principales es el efecto que produce sobre los quistes y tumores, a los que reduce en tamaño y malignidad; y sólo destruye las células malignas del cáncer y no afecta a las células sanas.
Y hay quien afirma que la avaricia de los laboratorios farmacéuticos impide que se promueva más el uso del limón natural en beneficio de sus versiones sintéticas.
Bueno, el caso es que los consumidores podríamos empezar a usar más el limón, porque además de ser rico y aunque no sean tan ciertas las afirmaciones anteriores, sí sabemos que nos hace muy bien:
Y que sirve también para combatir infecciones bacterianas y hongos, parásitos internos, regular la presión arterial y estar de mejor humor.
Se ha comprobado así mismo, los citrus bioflavonoides, que pocos saben están en la cascara de limón, son un remedio médico utilísimo y muy caro, para disminuir o suprimir los acufenos, como se llama a los zumbidos de oído, que llevan a muchos a la desesperación.
Y que los compuestos de la cáscara con más efectivos veces mejor que el producto: Adriamycin , que es un fármaco quimioterapéutico normalmente utilizado en el mundo para frenar el crecimiento de células cancerosas.
Utilizar este remedio milagroso que es el limón sin desperdiciar nada, es muy sencillo, según indica un correo electrónico que anda circulando por la red.
Simplemente, coloca limones muy bien lavados en el congelador del refrigerador; y una vez que se congelan, rállalos enteros sin pelarlos; para poder espolvorearlo sobre todo lo que se te antoje; sean bebidas, ensaladas, helados, sopas, fideos, salsa de espaguetti, arroz, sushi, platos de pescado; lo que sea.
Así tus alimentos inesperadamente serán más sabrosos; y mucho pero mucho más saludables; porque las cáscaras de limón contienen cinco a diez veces más vitaminas que el jugo de limón.
Y además el limón tiene efectos rejuvenecedores porque erradican elementos tóxicos en el cuerpo.
Esta fruta es también riquísima hecha jugo o agua; y si no le pones azúcar y en cambio echas en cada vaso un poquito de carbonato y te tomas varios al día, actuará como una especie quimioterapia natural, destruyendo las células malignas en 12 tipos de cáncer, incluyendo el de colón, pecho, próstata, pulmón y páncreas.
Eso, porque uno de sus componentes sus es más eficaz para retardar el crecimiento de las células cancerosas que las drogas más usadas en la quimioterapia.
Con la ventaja de que los únicos efectos secundarios que deja es el sentir la boca fresca y con un muy agradable gusto. Y lo que es todavía más asombroso: este tipo de terapia, con el extracto de limón y el bicarbonato, destruye tan sólo las malignas células del cáncer y no afecta las células sanas.
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