El Rector de la Universidad Autónoma de Baja California, Felipe Cuamea, está preocupado. Sumamente preocupado. Y no es para menos, los integrantes del llamado #YoSoy132, están tomando las instalaciones universitarias, del Campus Tijuana, como su centro de operaciones. Como su “cuartel general”.
La preocupación se debe al hecho de que, bajo el argumento de q ue lo suyo es un movimiento estudiantil, sin banderas apartidistas, aunque claramente identificado a favor de Andrés Manuel López Obrador y en contra del priísta Enrique Peña Nieto, se mueven al interior de las instalaciones universitarias, “como juan por su casa”.
Y no sólo eso, todavía se atreven a invitar a todo mundo a que concurran a sus eventos, de forma tal que en ellos se observa la presencia de individuos, hombres y mujeres, no precisamente jóvenes, ajenas por completo a los fines universitarios, bajo el supuesto de que son padres o madres –sin acreditarlo, obviamente- de estudiantes.
El Campus Tijuana de la UABC, cuenta con una población de 23 mil estudiantes, que cursan estudios profesionales en 12 escuelas, ubicadas en la Mesa de Otay, Playas de Rosarito y Valle de las Palmas. Ahí operan las Facultades de Medicina, Derecho, Contabilidad, Economía, Odontología, Turismo y Humanidades, así como las escuelas de Idiomas, Artes y Deportes.
Se tiene el temor fundado, que la UABC vea interrumpido un largo período de tranquilidad y trabajo académico, que le ha colocado entre una de las mejores instituciones educativas a nivel nacional e internacional.
Ciertamente, la Universidad Autónoma de Baja California, ha sufrido serias turbulencias, a lo largo de su historia. Le ha tocado vivir movimientos estudiantiles e incluso manipulaciones políticas, que de alguna u otra forma han afectado su operación.
También es cierto que, en el caso del Campus Tijuana, precisamente surje y se consolida de un movimiento estudiantil. Uno cuyos participantes, hoy adultos, recuerdan bajo el lema que enarbolaron en aquel entonces, hace unos 41 años : “Campestre o nada”.
Fue el 5 de febrero de 1971, más de 600 estudiantes, de entre 14 y 28 años de edad, de nivel secundaria, preparatoria y universitarios, realizaron un movimiento, hoy considerado emblemático, recordado por la toma física de las instalaciones del Club Social y Deportivo Campestre, que tuvo como resultado la donación de 40 hectáreas de terrenos, en donde se ubica actualmente el Campus Tijuana y que permitió la cristalización de la UABC, dejando de ser una simple universidad de papel, para convertirse en una de las más excelente de educación superior en el país.
Sabido es que la llamada “Toma del Campestre”, efectuada hace 41 años, es un hecho borroso en la historia formal de la Universidad Autónoma de Baja California. Sin embargo, los universitarios que participaron en dicho movimiento estudiantil, lo recuerdan, sumamente orgullosos, casi como si hubiese sido ayer. El columnista, fue uno de ellos.
Pero aquel fue un movimiento estudiantil sano, con un propósito sano y loable. Los jóvenes estudiantes reclamaban instalaciones universitarias, para que la UABC dejara de ser una simple universidad de papel, pues muchos estaban condenados a emigrar a otras entidades, a fin de poder cursar estudios superiores. Hoy las instalaciones universitarias, modernas y amplísimas, albergan a más de 23 mil jóvenes.
Hoy las cosas son diferentes. Los del llamado movimiento #YoSoy132, muestran una tendencia claramente política. Aunque según ellos apartidista, su propósito fundamental es pronunciarse en contra del Presidente electo, el priísta Enrique Peña Nieto, a la vez que idolatran a quien fuese el candidato presidencial de las izquierdas, al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.
Aprovechando las amplísimas instalaciones universitarias, se reúnen para organizar sus protestas. Y aunque se identifican bajo denominaciones diversas, aparentando que son un movimiento, pero constituído por varias organizaciones, se ha detectado que entre ellos están involucrados adultos, ajenos por completo a la universidad. Se teme que ocurran cosas serias. Los focos rojos, se han encendido.
Precisamente hoy es un día de prueba. Supuestamente en memoria del trágico acontecimiento ocurrido el 2 de octubre de 1968, hace 44 años, conocido como la “Matanza de Tlaltelolco”, pretenden organizar un magno evento al interior de las instalaciones universitarias, convocando a participar a todas las organizaciones afines o identificadas bajo la denominación #YoSoy132.
Pretenden que asistan, desde jóvenes estudiantes de secundaria, de escuelas preparatorias, obviamente universitarios y también individuos ajenos a la temática educativa. En los planfletos que circulan, están citando a partir de las 9:00 de la mañana, pero indican que el evento principal iniciará a las 13:00 horas y concluirá a las 22:00 horas.
Las autoridades universitarias ya les han advertido claramente que al interior de la UABC, solamente pueden realizar eventos académicos, no de tínte político. Incluso, se sabe que las propias autoridades universitarias han programado eventos conmemorativos del movimiento estudiantil del 2 de octubre de 1968, con la exposición de participates de aquellos acontecimientos, a fin de que los universitarios conozcan en forma directa, y sin distorsiones, la realidad de los hechos.
El caso es que la actuación abierta de los miembros y simpatizantes del llamado movimiento #YoSoy132, al interior de la UABC, ha despertado la inquietud e interés de jóvenes de diversas ideologías políticas, que ven en los universitarios una enorme “clientela electoral” hacia los próximos comicios. Los focos rojos, se han encendido en la UABC.
gil_lavenants@hotmail.com
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