Por Gilberto Lavenant
Mucho se ha hablado, respecto a un serio conflicto que pueda generar en el priísmo de Baja California, el proceso de selección del candidato tricolor a la gubernatura de Baja California, toda vez que existen dos grupos o fracciones en pugna por esa posición. Por un lado, la que encabeza el diputado federal Fernando Castro Trenti y, por el otro, la del empresario de las casas de juego, Jorge Hank Rhon.
Dicen que el dilema es serio, pues el optar por alguno de quienes encabezan esas fracciones, lógicamente la otra –aunque no fuese de manera abierta- haría hasta lo imposible por hacerlo fracasar en la contienda electoral del 2013.
Las opiniones en cuanto a las ventajas de uno o de otro, varían según las preferencias o intereses personales de quien sea cuestionado sobre este tema.
Los castrotrentistas, dicen que Fernando lleva la delantera, porque como Senador realizó intensa actividad, apoyado en sus relaciones con el entonces coordinador de la fracción priísta en la Cámara Alta, Manlio Fabio Beltrones. Además, porque controla la estructura partidista en la entidad, tanto a nivel municipal como estatal, así como a la representación del PRI en la Legislatura Local.
Los hankistas, por su parte, presumen que el hijo del Profr. Carlos Hank González, le aventaja, porque es paisano del Presidente electo, Enrique Peña Nieto y que por lo tanto le une a él una estrecha amistad que le permitiría recibir su “bendición” para ser candidato a la gubernatura por el partido tricolor.
Los observadores políticos, e incluso los jerarcas priístas, se han “quebrado la cabeza”, tratando de dar con el nombre de un priísta, que pudiese ser el “tercero en discordia”, o sea alguien que pudiese ser postulado, sin inclinar la balanza a favor de Fernando Castro Trenti o Jorge Hank Rhon. Tratando de evitar una “coalición política” en la entidad.
Surgió por ahí el nombre del empresario mexicalense Netzahualcóyotl Pérez Roman, uno de los propietarios de Urbi. Surgió su nombre, debido a que durante la primer visita de Peña Nieto a Baja California, como candidato presidencial, le prestó su casa en la capital del estado, para que se reuniera con empresarios. El caso es que los “bonos políticos” de Neza, cayeron estrepitósamente, cuando se supo que su empresa se fue a la quiebra.
El otro posible, era Eduardo Martínez Palomera, conocido bajo el mote de “El Negro”, empresario, exalcalde mexicalense, quien insiste en que aspira por la gubernatura, y aunque hay quienes consideran que reúne los requisitos para ello, lo eliminan por pertenecer a los adultos de la tercera edad y dudan que pueda soportar el ritmo de una campaña política.
El día de ayer, el mexicalense Humberto Lepe Lepe, acudió como invitado especial a la reunión semanal del Grupo Político “Jesús Reyes Heróles”, que preside Francisco de la Madrid Romandía, en Tijuana. Habrá quienes no lo recuerden, porque se ha dedicado a “picar piedra” en el CEN del PRI y por lo tanto se le veía poco en Baja California. Esto, no obstante que fue diputado federal, por la vía plurinominal, por esta entidad.
Humberto no se anduvo por las ramas. Mostró sus “cartas credenciales” y dijo abiertamente que participará como aspirante en la selección del candidato priísta a la gubernatura estatal, para los comicios del 2013. Lo dijo con firmeza y seguridad. Dijo estar listo y capaz para representar al PRI en esa contienda.
Es más, ni siquiera parece preocuparle el tener que enfrentar, en el proceso interno, a dos rivales del tamaño de Castro Trenti y Hank Rhon. Ni siquiera el que puedan cuestionarle por su falta de arraigo en la entidad. Dijo que si ha estado fuera de Baja California, ha sido porque se ha dedicado a relacionarse y a lograr la experiencia política necesaria y suficiente. Que su residencia nunca la ha perdido, que tiene vivienda en Tijuana y en Mexicali.
Pero…quizás pregunten : ¿A qué se atiene?
Pues resulta, que su carrera dentro del priísmo, le llevó a ser delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en el Estado de México, cuando el Presidente electo, Enrique Peña Nieto, apenas era diputado local y aspiraba, entre 11, a ser candidato priísta a la gubernatura de dicha entidad. Luego ostentaría el mismo cargo, en la reciente campaña del sucesor de Peña Nieto, Eruviel Avila.
Humberto presume, que si alguien, de Baja California, conoce y está estrechamente relacionado con Peña Nieto, es él. Que de ser postulado como candidato priísta a la gubernatura de esta entidad, y resultar electo, Baja California será altamente beneficiada, por su relación con el virtual Presidente de México.
Este político, de 63 años, nativo de Mexicali, Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública, egresado de la UABC, por cierto fue alumno de la Preparatoria 2 de la UABC, que durante muchos años operó en la Colonia Juárez, en Tijuana, ha sido desde líder juvenil priísta, hasta Presidente del Comité Directivo estatal del PRI en la entidad. Colaboró en la campaña de José López Portillo a la Presidencia de la República, y ya siendo Presidente de México, fue su secretario auxiliar de 1978 a 1982.
Total, podría decirse que “es una chucha cuerera” en materia política. Mostradas sus “cartas credenciales”, se tiene que reconocer que no tiene ninguna desventaja frente a Castro Trenti o Hank Rhon. Que reúne los requisitos exigidos para ser el “tercero en discordia”.
En política, como en muchas otras actividades, no hay que llegar primero, sino saber llegar.
Humberto dice, conforme a la tradicción priísta, que Peña Nieto resolverá este dilema. Que cuando se decida la postulación del candidato priísta, los demás tendrán que disciplinarse.
Como dicen : donde manda capitán, no gobierna marinero.
gil_lavenants@hotmail.com
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