Hay que aceptarlo, si no hay innovación en las relaciones sexuales alguno de los dos pierde el interés o las ganas. A veces las mismas técnicas, las mismas posturas, en el mismo momento y el mismo lugar; acaban con el apetito sexual.
Cuando comenzamos una relación este problema no existe. El ritmo sexual es muy alto, se tienen relaciones sexuales en todo momento y lugar. Con el tiemo se puede decir el sexo pierde cantidad para ganar en calidad.
¿Qué podemos hacer para solventar las diferencias en el deseo sexual?
1. Aceptar que somos individuos distintos; no sentirnos culpables ni culpar a nuestra pareja por tener una libido mayor o menor.
2. Mastúrbate. Olvídate de prejuicios sobre la masturbación cuando se tiene pareja y disfruta del sexo en solitario.
3. No presionar. Insistir puede tener el efecto contrario. Deja que sea el/ella quién se acerque a ti cuando esté dispuest@.
5. Buscar innovación y renovación. Quizá a tu pareja no le apetezca la penetración, por ejemplo, o no tenga ganas de relaciones genitales en general. A lo mejor es el momento de cambiar la rutina en la cama; cambiar el lugar, las posturas o incluso atreverse a tener sexo sin genitales.
6. Evita sobre-estimularte. Prescinde de estímulos que puedan aumentar aún más tu deseo sexual, como literatura o cine erótico.
7. Hablarlo, compartirlo y tomar decisiones en pareja es necesario para que ambos estén en la misma frecuencia.
Cuando comenzamos una relación este problema no existe. El ritmo sexual es muy alto, se tienen relaciones sexuales en todo momento y lugar. Con el tiemo se puede decir el sexo pierde cantidad para ganar en calidad.
¿Qué podemos hacer para solventar las diferencias en el deseo sexual?
1. Aceptar que somos individuos distintos; no sentirnos culpables ni culpar a nuestra pareja por tener una libido mayor o menor.
2. Mastúrbate. Olvídate de prejuicios sobre la masturbación cuando se tiene pareja y disfruta del sexo en solitario.
3. No presionar. Insistir puede tener el efecto contrario. Deja que sea el/ella quién se acerque a ti cuando esté dispuest@.
5. Buscar innovación y renovación. Quizá a tu pareja no le apetezca la penetración, por ejemplo, o no tenga ganas de relaciones genitales en general. A lo mejor es el momento de cambiar la rutina en la cama; cambiar el lugar, las posturas o incluso atreverse a tener sexo sin genitales.
6. Evita sobre-estimularte. Prescinde de estímulos que puedan aumentar aún más tu deseo sexual, como literatura o cine erótico.
7. Hablarlo, compartirlo y tomar decisiones en pareja es necesario para que ambos estén en la misma frecuencia.
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