Por Gilberto Lavenant
Muchos lo toman a broma. Otros ni siquiera lo entienden. Las muecas, gestos, ademanes, los tocamientos de cara, orejas, nariz o cualquier otra parte del cuerpo, que hacen los manejadores de un equipo de beisbol, cuando uno de sus jugadores va a batear.
Quienes nada saben de este deporte, ni se imaginan que el jugador hace lo que le ordenan.
Suponiendo que Felipe Calderón, aún Presidente de México, no obstante cargar sobre la espalda la derrota de su equipo, se ha dedicado a “dar señas” a sus jugadores, aparentemente erróneas. Los ajenos, no le entienden. Pero los de su equipo, parece que tampoco.
Si no, veamos las jugadas en “cámara lenta”. Calderón recibe en la oficina presidencial al priísta Enrique Peña Nieto. Nadie sabe los temas que trataron, pero un boletín de prensa refiere que los más importantes, como lo son los de carácter económico e incluso los políticos. Se hace la observación de que una vez que el mexiquense sea declarado Presidente electo, se iniciará el proceso de transcisión.
Empero, su “hombre al bat”, Gustavo Madero, acusa al priísta de haber utilizado dinero sucio en su campaña. Que ganó a “billetazos”.
En su oportunidad, Cecilia Romero, Secretaria General del CEN del PAN, en conferencia de prensa, declara que Peña Nieto será el próximo Presidente de México, que si lo declaran electo, estarán en su toma de posesión. Parece que su “manager” le ordenó batear un “toque”, para que lo atraparan fácil los priístas.
Mientras tanto, los espectadores, se quedan desconcertados. No entienden la razón por la cual el Presidente Calderón “apapacha” al priísta y en tanto que los principales bateadores blanquiazules, uno le lanza “metralla” y la otra simplemente una “rolita”.
Es más, en tanto que los perredista invitan a los panistas a unirse a ellos para impugnar las elecciones presidenciales, mientras que los primeros buscan la anulación de los comicios, los azules aclaran que simplemente reclaman que se investigue el uso ilegítimo de recursos por parte de Peña Nieto. Incluso, reconocen abiertamente que no hay causas suficientes para dejar sin efecto las elecciones.
Pero eso no es todo. Hay quienes suponen que Calderón está preparando su retirada de la Presidencia de la República. Que aprovechando que el PRI no logró mayoría absoluta en el poder legislativo, requerirá del PAN para que el exgobernador del Estado de México pueda sacar sus propuestas.
La fórmula de negociación, es sencilla : Yo te doy, tú me das. Nosotros te apoyamos, ustedes nos apoyan. Toda vez que Calderón, va de salida, podría decirse que “no quiere queso, sino salir de la ratonera”. Dicho con todo respeto.
Obviamente, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, ni se imaginaba que un día se vería en esa situación. Pidiendo a su inminente sucesesor, su amnistía. La candidata panista, Josefina Vázquez Mota, le había ofrecido cuando menos la Procuraduría General de la República. Con el priísta, ni siquiera de policía de punto. Pero al menos que no lo persiga.
Eso explica la razón por la cual reconoció el virtual triunfo del priísta, apenas conocidas las tendencias del PREP. Empezaba a preparar su camino.
Además, tenía qué anticiparse a un posible linchamiento. Después de los comicios, cada día que pase, será menos Presidente de la República. Cuando se pierde el poder, se le pierde el respeto. Se deja de tener dominio sobre propios y extraños.
Presintiendo la derrota electoral, Calderón incrustró en el Congreso de la Unión, a sus más allegados. Y Josefina no lo pudo evitar o no se atrevió a tratar de impedirlo. Por ello, con mayor razón Felipe de Jesús puede negociar con su sucesor, antes de dejar el cargo y después de ello.
Nada más es cuestión de echarle números. El PAN tendrá 116 diputados federales y 38 Senadores. Sumados a los del PRI y sus afines, logran la mayoría constitucional requerida para aprobar las grandes reformas estructurales. Así es que los panistas, no perdieron todo.
Sin embargo, hay un tema más que luego del 1 de diciembre, cuando transfiera la banda presidencial a su sucesor, saldrá a la luz pública. Ya es un secreto a voces, pero luego será una verdad a gritos. Aunque en la red, ya no es tan secreto.
A fines de marzo de este año, durante una entrevista en el programa de Televisa, Tercer Grado, Felipe Calderón aseguró que su esposa, Margarita Zavala tiene por delante una gran carrera politíca y no descarta que llegue a la presidencia.
El periodista Carlos Marín, le preguntó : ¿se imagina usted dentro de seis años y medio convertido en caballero consorte de la presidenta Margarita? y Calderón respondió que sí lo imagina, que no descarta esta posibilidad. Incluso, dijo que su esposa ha sido un factor clave en su carrera política y en su vida.
Seguramente ante tales expresiones respecto de su esposa, muchos han de observar admirados el aparente amor que siente por ella, al grado de que le reconoce un valor sentimental y un enorme potencial político.
Sin embargo, son muchos los que advierten de la posible separación de Felipe y Margarita, cuando deje la Presidencia. Hay quienes lo relacionan sentimentalmente con Patricia Flores Elizondo, la jefa de la oficina de la Presidencia.
Ese es uno de los problemas más comúnes de los políticos. Las alturas, les marean. Pero el dinero y el poder político, les hacen perder toda proporción. Quizás por eso nadie entiende las señas, aparentemente erróneas, de Felipe de Jesús.
gil_lavenants@hotmail.com
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