Por Gilberto Lavenant
Bueno pues tal parece que Anonymous ganó la batalla contra el Lic. Edgar Fernández, hasta esta semana Consejero Jurídico del Ayuntamiento de Tijuana y ahora encargado de la Delegación Municipal de La Presa. De ser parte del equipo cercano del Alcalde Carlos Bustamante, a ser un colaborador modesto y lejano.
Ya habíamos comentado la aparición de Anonymous a través de la red. Lo comentamos el viernes 10 de febero del año en curso. Comentabamos entonces que un presunto “Anonymous Tijuana”, vía correo electrónico, remitió al columnista un extenso escrito, bajo el preámbulo siguiente : “Anexo en este correo, un breve relato de lo que acontece en las oficinas de la Consejería Jurídica Municipal, preocupado por la decadencia en la calidad de los servidores públicos que “trabajan” para nuestra ciudad con la sola intención de alzar la voz y poner en evidencia las corruptelas que vivimos día a día algunos de los que rondamos por el Palacio Municipal a realizar trámites y visitar amigos, y escuchamos tan impresionantes historias de impunidad e injusticia”.
El personaje central del “anonimato”, lo era, y lo siguió siendo en varis ocasiones, el Lic. Edgar Fernández, de quien decia, entre otras cosas, que para dicho funcionario “…la política municipal no tiene cabida para el servicio profesional, la integridad, la honestidad o por lo menos la prudencia, sino para lo peor que puede alcanzar a representar un cargo público para el ciudadano, el nepotismo, el abuso de autoridad, la corrupción, el acoso sexual, el desvío de recursos públicos para goce personal, entre otros”.
Anonymous decía que dicho funcionario exigía favores sexuales a personal femenino, les condicionaba el empleo y muchas cosas feas, denigrantes. Incluso mencionaba nombres de las presuntas afectadas y el columnista no los reprodujo, aduciendo que es mayor el daño que se les haría al identificar a las damas, sin existir constancia o incluso exstiendo las mismas. En base a un simple anonimato, se les causaría un enorme daño, decía entonces.
El columnista se resistía a ser eco de los dichos de Anonymous y advertía que se hacía referencia al tema, para precisar que el columnista no avala del todo los anónimos. Aclarando que no es lo mismo cuando alguien remite con su correo personal una denuncia y pide se guarde su nombre, para evitar represalias.
Observaba entonces que resulta sencillo exhibir públicamente a una persona, sin aportar constancia alguna de sus presuntas tropelías. Decía en esa ocasión, que hacía referencia al caso, porque es importante destacar que se requiere valor para denunciar en forma precisa y contundente. Decía que habiendo pruebas que acrediten las acusaciones, el columnista se solidariza de inmediato con la denuncia, independientemente de la identidad del personaje presuntamente denunciado.
Hacia hincapié en que en el caso de “Anonymous Tijuana”, parecía que se trataba de alguien que buscaba vengarse de una acción personal del funcionario en mención. Por lo tanto observaba que el columnista estimaba que independientemente de las intenciones personales del denunciante, se requiere hacer precisiones, en tal forma que resultaran más que evidentes las supuestas irregularidades o actos corruptos.
Decía también que la simple referencia anónima, le resta valor a la denuncia. El adoptar el nombre genérico de ese fenómeno cibernético, identificado internacionalmente como “Anonymous”, no fortalece, ni siquiera medianamente, los dichos. El anonimato genérico, es una cobardía. No se puede alentar como tal.
Pues bueno, el Anonymous de Tijuana, hizo un par de entregas más en torno al hasta esta semana Consejero Jurídico del XX Ayuntamiento de Tijuana. Ahora que se dió el cambio del funcionario y en tanto que surje la hipótesis de que Anonymous decía verdades de peso, cabe mencionar algunas de sus referencias. Incluso, cabe observar que Anonymous afirmaba que la orden para que se fuera al cargo ahora asignado, ya se la había dado personalmente el Alcalde, pero que Edgar se resistía.
En la entrega del 28 de febrero, Anonymous dijo del citado funcionario, entre otras cosas, las siguientes :
“Dejando de lado el profesionalismo, la integridad, la probidad, la honestidad, la legalidad administrativa, y la lealtad política, el Asesor Jurídico se ha inmerso en actos de nepotismo, abuso de autoridad, corrupción, desvío de recursos públicos para goce personal, acoso sexual, entre otros que a continuación se señalan brevemente”.
“Comenzando por un tema que a todo ciudadano llena de rabia,, el Consejero Jurídico realiza viajes constantes con viáticos solventados a la Ciudad de México en los cuales es acompañado por su asistente personal, todo esto a cuenta del erario público, con el fin de tratar asuntos irrelevantes para Tijuana como las fiestas del cumpleaños de un importante empresario local, así como temas personales en el PRI en días hábiles, mismas que evidentemente realizó sin pedir permiso al Secretario del Ayuntamiento, quien orgánicamente es su superior, o siquiera al mismo Alcalde”.
“Acudiendo a viejas prácticas de la política, el Sr. Fernández ha colocado a sus más allegados familiares en distintas dependencias del Municipio. Tal es el caso de sus dos hijas, una que sirve públicamente como Oficial del Registro Civil de la Delegación San Antonio de los Buenos y otra que cobra en el Fideicomiso “Mi Crédito”. Asimismo, destaca la presencia de su yerno en las mismas oficinas del jurídico, del joven Lic. Emmanuel Osorio, como Subdirector del Área Penal, quien increíblemente logró desplazar de dicho cargo al prestigiado penalista y exprocurador, Lic. Oscar Eskauriatza, a principios de este año”.
Eso es solo una muestra de lo dicho por Anonymous. Tal parece que el anonimato ganó la batalla. Algo está pasando en el XX Ayuntamiento de Tijuana, tantos cambios, tantas grillas. Difícil lograr mantener el orden, con tanto desorden.
gil_lavenants@hotmail.com
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