El aspirante presidencial por la coalición Movimiento Progresista, que conforman los partidos de izquierda, recordó ante empresarios que a partir de 1983, en México comenzó a practicarse una política económica que abandonó el fomento de las actividades productivas.
Indicó sumado a lo anterior, comenzó una apertura comercial indiscriminada y sin límites estratégicos de ninguna índole, lo que ha significado poner a competir a productores nacionales con los del extranjero en condiciones de desigualdad.
El resultado de esa “irresponsable” política es que en casi 30 años el crecimiento del producto interno bruto (PIB) ha sido en promedio de 2.3%, pero si se considera el aumento de la población, la cifra per cápita es de 0.4% anual, una de las tasas más bajas del continente americano y del mundo.
Andrés Manuel participó en la Convención Nacional de Industriales 2012, que organizó la Cámara Nacional de la Industria de Transformación.
En el evento, ofreció que de ganar la Presidencia, el desarrollo económico se financiará aplicando tres planteamientos fundamentales: reducción del 15% del gasto corriente, disminuir los sueldos de los altos funcionarios públicos y suprimir todo el gasto superfluo del gobierno; se combatirá a fondo la corrupción y se eliminarán los privilegios fiscales.
Aseguró que con esas medidas se podrá aumentar al doble la inversión pública, que se utilizará como capital semilla para atraer inversión privada y social en un modelo tripartita para el desarrollo y, en particular, para el desarrollo regional.
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