Por Gilberto Lavenant
El sábado 25 de Diciembre del 2012, comentaba que en los últimos días había venido circulando la versión de que doña Maria Elvia Amaya Araujo, aspiraba a ser postulada como candidata del PRI al Senado de la República.
Y planteaba entonces el cuestionamiento, por aquello de que ocurre de que se conoce a una persona bajo un nombre, que en cierta forma es distinto a su verdadero nombre : ¿Pero quien es esta dama?, seguramente preguntarán muchos. Decía que solamente sus cercanos la identifican bajo su nombre legal. Su nombre de soltera. Comúnmente la identifican como Maria Elvia Amaya de Hank.
Apuntaba que, directa o indirectamente, doña Maria Elvia se había venido convirtiendo en un capital político del Partido Revolucionario Institucional. Recordaba que pudo haber sido postulada como candidata a Alcalde de Tijuana para los comicios del 2010 y que seguramente en estos momentos ostentaría dicho cargo, en lugar del empresario Carlos Bustamante Anchondo. Que prácticamente ya la habían convencido para ello, pero que al final se desistió y anunció que prefería dedicarse a su familia. A su esposo y a sus hijos.
Decía entonces, en el mes de diciembre pasado, que cuando se da casi como un hecho el retorno del PRI a la Presidencia de la República y que los priístas ya se lamen los bigotes, imaginando su retorno al poder, sobre todo para disfrutar los jugosos sueldos y lo que implica la función pública, había vuelto a circular la versión de la posible participación de doña María Elvia en la próxima contienda política, ahora, como candidata al Senado.
Decía que esta versión se fortaleció cuando en esos días se reveló que doña Elvia, fue ubicada entre las 10 personas “más buscadas” en la República Mexicana, en el apartado “búsquedas de noticias” del 2011, en Goggle.
Apuntaba que los observadores políticos y otros más, señalaban que la noticia al respecto preocupó a los políticos, en especial a los panistas, que pretenden revivir la “ruffomanía”, que hoy será identificada como la “rucomanía” e incluso a los priístas que aspiraban a llegar al Senado.
Sin embargo, advirtiendo que en la política, dicen, no está nada escrito, que todo puede ocurrir, incluso aquello que pudiese parecer imposible, aberrante o incongruente, que cabía hacer algunas observaciones, ante la factibilidad de la postulación de doña Elvia.
Comentaba el columnista que aunque doña María Elvia ha estado en la arena política, al estar casada con el empresario priísta Jorge Hank Rhon, quien fue Alcalde de Tijuana, lo que le permitió estar al frente del DIF, y luego conoció lo que es experimentar una derrota electoral, cuando su esposo quedó tendido en la contienda por la gubernatura estatal, en el 2007, al ser vencido por el panista José Guadalupe Osuna Millán, que eso no significaba que fuese una experta en cuestiones políticas.
Decía que uno de los primeros “peros”, en contra de su posible postulación, era precisamente la sombra de su esposo, Jorge Hank Rhon, un individuo controvertido, con una fama pública no muy recomendable, perseguido por el Presidente Felipe Calderón. Casado varias veces, con 19 hijos, extravagante al extremo, involucrado en los negocios de juegos de azahar y muchas otras cosas más.
Señalaba que seguramente nadie le había dicho a doña Elvia, que la política, no es una pasarela de moda o belleza. Que es una actividad sumamente ingrata, grosera, inclemente, demasiado exigente, donde las traiciones se dan con una facilidad enorme.
Que seguramente nadie le había dicho a doña María Elvia, aquella frase que advierte “si quieres que alguien te conozca, metete a la política”. Hacía hincapié en que personas que en otras condiciones pasan desapercibidas, apenas se asoman un poco al terreno político y de pronto salen a relucir hasta los detalles más elementales de su vida privada. Decía incluso, dadas sus supuestas aspiraciones, que debía tomar en cuenta los deslices del mexiquense Enrique Peña Nieto, para considerar que se requiere estar al tanto sobre muchos temas, políticos, sociales, económicos, culturales, quizás hasta deportivos, históricos.
Reconocía que Doña Elvia ha realizado magníficas labores sociales. Que ha sido excelente su actuación en ese terreno. Y advertía que sería lamentable que, por seducirla la política, abandone tareas tan nobles y se meta a terrenos en los que casi todo se cuestiona, se critica, se juzga.
De las presuntas aspiraciones, un tanto tímidas, cautas, halagada por ser considerada por los priístas como un magnífico prospecto para ser postulada al Senado, accedió a ser considerada como uno de los 16 aspirantes. A ella la buscaron, incluso hablaron con su esposo y al final accedieron, porque le allanaba el camino a las aspiraciones del controvertido empresario hacia la gubernatura estatal en el 2013.
El desencanto se dió el viernes pasado, 24 horas antes del registro de precandidatos. Los jerarcas priístas se comunicaron con doña María Elvia y efectivamente le dijeron que le tenían reservada la postulación como candidata al Senado, pero por la fórmula número 2, porque la número 1 ya la habían comprometido a Eligio Valencia Roque, propietario de El Mexicano.
Por decisión propia, y obviamente respaldada por su esposo, la dama rechazó tajantemente la propuesta. Aceptarlo significaba realizar campaña en Mexicali y su valle, de donde es originaria su familia, pero que no es, dicho con todo respeto, su hábitat. El día del registro, con la esperanza de que hubiese una rectificación, los operadores hankistas estuvieron temprano en los terrenos de la dirigencia estatal del PRI. Se retiraron al ver la trama.
Tarde, pero en carne propia, doña Maria Elvia tuvo que comprender que la “chamaquearon”, que se habían burlado de ella. Tarde, habría de entender lo que el columnista advertía en diciembre pasado : que la política, no es una pasarela de moda o belleza. Que es una actividad sumamente ingrata, grosera, inclemente, demasiado exigente, donde las traiciones se dan con una facilidad enorme. Las consecuencias de estas maquinaciones diabólicas, se reflejarán en los resultados de los comicios de julio próximo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario