Por Gilberto Lavenant
La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, acordó ayer los nuevos salaríos mínimos diarios, generales, que regirán en México durante el 2012. Para la Zona A, dentro de la que se ubica Baja California, Baja California Sur y Chihuahua, 62.33 pesos, para la Zona B, 60.57 pesos y para la Zona C, 59.08 pesos.
Para mayor precisión, el salario mínimo que los patrones de esta entidad deberán pagar a sus trabajadores, durante el año próximo, serán 62.33 pesos por cada día de trabajo, o sea 7.79 pesos por cada hora. Traducido al inglés, a razón de 13.00 pesos por cada dólar, el salario mínimo diario será de 4.79 dólares diarios, algo así como 0.36 centavos de dólar. Salarios de hambre, que mantienen en extrema pobreza a más de 53 millones de mexicanos.
El anuncio lo hizo ayer el presidente de dicha comisión salarial, Basilio González Núñez, en un acto hipócrita, en el que señala que el salario mínimo vigente en este 2011, que es de 59.82 pesos diarios, tendrá el “fabuloso” incremento de 2.51 pesos, o sea el 4.2 %.
Dice el individuo en mención, como si lo dijera sinceramente, que no está de acuerdo con dicho ajuste, porque los mexicanos merecen más que esto. ¡ Claro que merecen más, hipócrita ¡
Los representantes patronales y obreros, en este organismo, también fueron copartícipes de este acto vergonzoso. Y también recurrieron al lenguaje hipócrita, aparentando que hicieron el máximo de su esfuerzo, “en beneficio de los mexicanos”.
El representante patronal, un tal Tomás Héctor Natividad Sánchez, dijo, aparentemente resignado, que la economía “…aún no ha logrado crear las oportunidades de trabajo suficientes que la gente necesita” y señaló que el desempleo y el subempleo son los mayores problemas de nuestro tiempo.
El representante obrero, no menos hipócrita, de nombre José Luis Carazo, si tuviera vergüenza, ni siquiera hubiera abierto la boca, dijo que tampoco en esta ocasión se está restituyendo el poder adquisitivo, pero que sí se está resarciendo en algunos puntos lo perdido, porque se ha logrado un alza de 4.2 %, cuando las expectativas inflacionarias que se esperan en el 2012, son de cuando mucho 3.3 %. ¡ Extraordinario !
¿A quien se le ocurre decir que con el “fabuloso” incremento de 4.2 %, o sea de 2.51 pesos diarios, se resarce el poder adquisitivo de los trabajadores, cuando que esa irrisoria cantidad no sirve ni para comprar un dulce a un niño? Es más, ni siquiera para comprarle un taco.
Hace unos días, el Observatorio del Salario, de la Universidad Iberoamericana, campus Puebla, en base a un estudio, determinó que el salario mínimo debería ser de cuando menos 216.66 pesos diarios, o sea 1,516.00 semanales y algo así como 6,500.00 pesos mensuales.
Bueno, habría que observar, que los patrones, al menos los de Baja California, aseguran que en la entidad, el salario mínimo es solo un parámetro, que se utiliza como un reto para que los trabajadores rindan más, que se preocupen por superarse y sean más eficientes, que la mayoría gana de 2 a 2.5 veces el salario mínimo.
Lo cierto es que en muchas empresas, tanto industriales como comerciales, o bien prestadoras de servicios, pagan a sus empleados únicamente el salario mínimo diario, o sea 59.82 pesos por cada día de trabajo. Apenas para comprar el “lonche” y pagar el transporte de la casa a la fuente de trabajo.
Según el estudio en mención, el 13 % de la población ocupada en el país, que en total es de 37 millones de trabajadores, gana solamente un salario mínimo al día. El 22 %, percibe de uno a dos salarios mínimos, el 21 % hasta 3 salarios mínimos diarios y el 17 % hasta 4 veces el salario mínimo. Los mejor pagados, supuestamente, ganan 239.28 pesos diarios, cuando que la Universidad Iberoamericana considera que el mínimo debería ser de 216.66 pesos diarios.
A su vez, el Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, señaló que en el sexenio de Felipe Calderón cayó un 24 % el salario de los mexicanos, que existen más de 3 millones de trabajadores que no perciben remuneraciones, más de 6 millones reciben hasta un salario mínimo o menos, y más de 30 millones no cuentan con acceso a la salud. La condición de pobreza es general en todo el país.
Para quienes no lo saben, cabe observar que el Artículo 123 de la Constitución General de la República, señala que “…Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”. Por algo Ernesto Cordero, siendo Secretario de Hacienda, dijo que los trabajadores, con 6 mil pesos al mes pueden comprar casa u auto a crédito y además pagar la colegiatura de sus hijos.
Con un salario mínimo diario, que actualmente es de 59.82 pesos, resulta absurdo, además de grosero, pensar que, como lo señala el precepto constitucional, sean “…suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.
Si consideran que efectivamente esa cantidad es suficiente, pues que les paguen un salario mínimo al Presidente de la República, Senadores, Diputados federales, Gobernadores, diputados locales y alcaldes, para que sepan lo que significa ese salario de hambre. Para que sepan, por qué razón muchos mexicanos se dedican a actividades ilícitas, aunque corran el riesgo de perder la vida, pues carecen de empleo, y los que lo tienen, perciben salarios mínimos, que tarde que temprano les ocasionarán la muerte.
Mientras se siga insistiendo en mantener a los trabajadores mexicanos bajo este parámetro de pobreza, no hay esperanza alguna de que las condiciones mejoren, persistirán los índices delictivos y el riesgo de estallidos sociales.
gil_lavenants@hotmail.com
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