Por Gilberto Lavenant
Los panistas bajacalifornianos, andan nerviosos. Bueno, más que nerviosos, temerosos. La debacle del Partido Acción Nacional, es evidente. Lo han podido constatar con los resultados en los comicios electorales de varias entidades del país y lo advierten con las encuestas de preferencias electorales respecto a la sucesión presidencial del 2012.
El retorno del PRI a la Presidencia del país, no les preocupa por los mexicanos, sino porque para ellos se acabarían los tiempos de bonanza. Volver al pasado, a desempeñar el papel de oposición, sin empleo en el gobierno, sin posibilidades de hacer negocios. Terrible.
El caso es que, lo que dicen que hizo el PRI durante más de 60 años de gobernar a México, lo hizo y superó el PAN en tan solo 12 años. Durante decenas de años soñaron con llegar al poder. Cuando lo logran, aprovecharon la ocasión en beneficio propio. Temían que no se volviera a presentar la misma oportunidad. Por avorazados, ahora se quedarán sin chamba.
Los tres aspirantes panistas a la Presidencia de México, no logran despertar el interés de los electores. En todas las encuestas, ocupan las posiciones más bajas. De paso, en su inenuidad, piensan que el país está en las mismas condiciones que en el 2000, cuando Vicente Fox logró lo que parecía imposible : sacar al PRI de Los Pinos.
No entienden, que Fox derrotó a Labastida, por el antipriísmo generado por los excesos, frivolidad y fallas de los priístas. El guanajuatense parecía un tipo franco, distinto a los que habían gobernado a México durante tantos años. Al final resultó igual o peor de frívolo y pésimo administrador. Despilfarrador de los dineros públicos.
Felipe Calderón, llegó apenitas. Tuvo que recurrir a triquiñuelas para desplazar a su rival más fuerte, Andrés Manuel López Obrador. Desde el procedimiento de desafuero, hasta pleito ratero en los comicios. A eso, hay que agregarle lo de la narcoguerra y la cifra fatal de más de 60 mil muertos.
En Baja California, considerado como un bastión panista, las cosas tampoco pintan nada bien para el PAN. Aún no logran entender, el por qué en el 2010 perdieron los 5 ayuntamientos y la mayoría en la Legislatura Estatal.
Tan negras están las perspectivas de los panistas en la entidad, que para los comicios presidenciales del 2012, recurrirán a “cartuchos quemados”, para intentar ganar la batalla. Sus prospectos de candidatos al Senado, Ernesto Ruffo Appel y Victor Hermosillo Celada, son su esperanza. Hasta tuvieron que rogarles para que acepten ser postulados.
Ruffo, indudablemente, en su momento fue la revelación política a nivel nacional, al convertirse en 1989 en el primer gobernador panista en el país. La ruffomanía, fue la sensación. Pero 22 años después, no es lo mismo. El sandieguino, radicado en Ensenada, tenía 37 años. Ahora tiene 59. Ya no se coce al primer hervor.
Pero además de la actuación de Ruffo como Gobernador, habría que agregar los desaciertos de sus sucesores, del mismo partido, entre ellos don Héctor Terán Terán, Alejandro González Alcocer, Eugenio Elorduy Walther y el actual, José Guadalupe Osupna Millán. Sus dotes de negociadores, han destacado más que sus aptitudes o habilidades políticas.
Gracias a ellos, la multinacional Sempra Energy, sentó sus reales en Baja California. Obviamente no gratis. Los panistas modestos, en su mayoría, hoy son prósperos empresarios. Las chocitas, las convirtieron en palacios. Los fundadores del PAN, como don Salvador Rosas Magallón, vestían ropas modestas. Hoy, todos disfrutan los placeres palaciegos. Panistas como el exalcalde tijuanense, Jorge Ramos, enfrentan serias acusaciones de malos manejos en sus administraciones. De otros, como Jesús González, no hablan muy bien, que digamos.
En días pasados, viejos panistas integraron el Grupo de Análisis de Acción Política “Carlos Castillo Peraza” y se pronunciaron por la expulsión del dirigente panista Enrique Méndez y el exalcalde Jesús González Reyes.
Don Héctor Castellanos, compañero de luchas de Rosas Magallón, explicó que la exigencia se basaba en que no se respetan los estatutos del partido y dijo que la dirigencia partidista debería proceder en contra de quienes han actuado en forma corrupta.
Prácticamente justificó el hecho de que la Sindicatura del XX Ayuntamiento de Tijuana, esté procediendo en contra de exfuncionarios panistas. “Las autoridades municipales nos están dando la razón, porque ahí hay mucha porquería”, dijo.
José Valenzuela, otro panista, dijo que la falta más grave que han cometido, es que por estar afiliados al PAN, dañan la imagen del partido ante la ciudadanía, que los mide con la misma vara y cree que todos son iguales. Señaló que “…por ello estamos haciendo este movimiento interno en contra de toda esa gente que daña y no les importa en lo absoluto”.
Amado Ortiz, expresidente del PAN, también se pronunció en contra de Enrique Méndez, Jesús González Reyes, Oscar Martínez, Ricardo Franco y Gustavo Lemus, además de que reconoció que la sindicatura municipal está actuando bien al proceder en contra de los panistas corruptos.
Integran este grupo de viejos panistas, además de don Héctor Castellanos, José Valenzuela Montañés, Amado García Ortiz, José León Ramos, Rogelio Zepeda, Armando Pérez Castañeda, Manuel Canales Robledo, Hugo Martín Solorio, José Rodríguez Coronado, Pedro Romero Lomelí, Jorge Fuentes y Fuentes, Linda Gómez Tamayo, Ignacio Gómez Tamayo, Nicolás Reyes García y Esperanza Hernández.
En 1989, cuando Ruffo llega a la gubernatura, no se sabían las mañas y debilidades de los panistas, porque nunca habían sido gobierno. 22 años después, la ruffomanía resulta inoperante. Los “cartuchos quemados”, no sirven para ganar batallas.
gil_lavenants@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario