Por Alfredo Calva
En política, es común que aparezcan personajes que pretendan adherirse como sanguijuelas a algún proyecto político que muestre posibilidad de triunfo. En el caso del exgobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, no podía ser la excepción, y ante su declaratoria de participación al interior de su partido, el PRI, los oportunistas y vivales, no tardaron en aparecer.
Es curioso cómo el pasado sábado, un grupo de tricolores pertenecientes a lo rancio del priismo de la entidad, se congregaron para conformar una organización ¨de la sociedad civil¨ denominada Expresión Política del Noroeste, utilizando las siglas del nombre del mexiquense (EPN), que impulse la idea política que esgrime Peña Nieto, quien en días pasados en entrevista en un medio televisivo a nivel nacional, expreso su deseo de participar en la contienda interna del PRI y lograr obtener la candidatura a la presidencia del país y por supuesto, ser quien sustituya a Felipe Calderón Hinojosa.
Es curioso como estos dignos representantes de los dinosaurios políticos tricolores, buscan arroparse en un proyecto político que encabeza un personaje de lo que ahora se conoce como el nuevo PRI, perteneciente a la nueva generación de políticos que emergen de las filas del priísmo, pero que, su ascendencia proviene de la ¨vieja¨ escuela de ese partido.
Esta demostración de lambisconería y oportunismo político, solo es un triste remedo de arrogancia, por aquellos cuya carrera política está en la atarjea del olvido, ya que dan por un hecho algo que no se ha registrado, la asunción del exgobernador mexiquense como el candidato del tricolor, abanderando su causa en pos de la primera silla del país.
Solo deben de recordar que, existe otro interesado en lograr el mismo fin, que cuenta con gran presencia al interior del PRI, de sobrada estatura política y a quien consideran un hombre de instituciones e institucional, conocedor de la problemática que aqueja a México, su nombre, Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Actualmente es el líder de la bancada del PRI en la cámara alta del Congreso de la Unión, y aunque hasta el momento no ha manifestado de manera publica su interés por obtener la candidatura oficial de su partido hacia la presidencia, es de todos conocido que se encuentra trabajando para tal propósito.
Beltrones Rivera, representa un serio y gran escollo para Enrique Peña Nieto, los promotores de este, no pueden, ni deben de dar como un hecho el triunfo en la contienda interna del joven político, no es recomendable que se conviertan en los agoreros del líder de los senadores priístas, las reglas para la contienda interna aun no se fijan y cuando ello suceda, ambos llevan la misma posibilidad de triunfo.
En política nada es seguro.
Ni aun, para Peña Nieto.
Faltan cuatro meses.
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