Por Alfredo Calva
El pasado 29 de junio, este hermoso, paradisiaco, sufrido y mal explotado municipio, cumplió 16 años de haber visto la luz como la quinta demarcación municipal de Baja California, y siendo sincero, con el ánimo de realizar un pequeño bosquejo de lo que hasta el momento ha vivido Rosarito, preguntare a mis tres aguerridos lectores ¿Rosarito políticamente tiene algo que celebrar?
Vayamos con calma y de forma sucinta analizando los aconteceres político gubernamentales, que han colocado a Rosarito en el sitio en el que se encuentra, ah, pero aclaro, haremos de lado los momentos de la transición, si esos, en los que aun no se contaba con un gobierno formal, así que, si no les parece mal, iniciaremos desde la administración del primer Ayuntamiento.
Sin considerar el gobierno local actual, el que encabeza Javier Robles Aguirre, diremos que han transcurrido cuatro administraciones, todas, han tenido un común denominador, han sido corruptas, pero haciendo de lado la de Silvano Abarca Macklis, por ser la primera obviamente, las restantes han tratado de superar en opacidad y corrupción a su antecesora, y créanme, lo han logrado, y con creces.
Los actos de corrupción en los gobiernos son difíciles de probar, por dos situaciones simples, que no te permiten la información y la opacidad en que se conducen a la hora de la rendición de cuentas, y que, ningún ejecutivo y sus subordinados a pisado la cárcel en castigo por los daños y trapacerías causadas, a lo más que se llega con el Órgano de Fiscalización (ORFIS), son a señalamientos que sancionan, si es que lo llegan a hacer, las Sindicaturas, con simples inhabilitaciones, que la mayoría de las veces, los sancionados acuden al tribunal de lo contencioso administrativo y se deshacen de la acción punitiva.
Lo curioso de esta situación es que, cada uno de los exalcaldes manifiestan que su sucesor y subordinados resultaron peor que él y sus gentes, que lo que se les critico al gobernar, quienes los relevaron, resultaron más ambiciosos y voraces que ellos, de tal suerte que, al paso de algunos meses, su administración se olvido gracias a la corrupción generada por quienes los relevaron.
He tenido la suerte de platicar con algunos de los residentes de este municipio, que participaron en las acciones de municipalización, y todos han reconocido que valió la pena el esfuerzo, trabajo y lucha que llevaron a cabo para lograr su propósito, que mejoro la calidad de vida de los rosaritenses, pero extrañamente todos coinciden en algo, Rosarito debería de estar mucho mejor de su situación actual, pero la ambición y la corrupción de las cuatro administraciones que han pasado, no le permitieron alcanzar metas superiores.
En contraparte, al dialogar con exfuncionarios de las anteriores administraciones, estos tratan de defender el trabajo de sus exjefes, los alcaldes, hable con gente que trabajo en los gobiernos de Silvano Abarca, Antonio Macías y Hugo Torres, todos tienen el mismo chip, alaban lo que su alcalde ¨hizo¨, la obra que dejo, y siendo sincero y sin ánimo de ofender, dan pena, es increíble ver la admiración con la que evocan a sus exjefes, ellos creen, y están ciertos, que no hubo mejor gobernante que su ¨patrón¨.
Esta pequeña prueba llevada a efecto por este humilde escribidor, mostro y demostró que, quienes tuvieron el honor de gobernar localmente a Rosarito, creían, y supongo que aun lo creen, que los ciudadanos deben de sentirse agradecidos por haber tenido el ¨honor¨ de haber sido dirigidos durante tres años por su sabiduría y protección, que cada ciudadano tiene el deber de rendirles pleitesía cada ocasión que los miran, que lo que se avanzo se logro solo porque elfos lo hicieron.
Y es ahí, donde precisamente esta el error y el horror de estos oscuros gobernantes, lo que hicieron fue porque tenían la obligación de hacerlo, porque les pagaban los rosaritenses para que trabajaran, los residentes no les ofrecieron el empleo, ellos fueron a mendingarlo durante los procesos electorales, los ciudadanos tomaron una decisión y escogieron a quien consideraban en ese momento, podían responder a las necesidades y requerimientos de la población.
Y a fuerza de ser sincero, creo que Silvano Abarca, Enrique Díaz, Antonio Macías y Hugo Torres, en la simple relación costo-beneficio, de cada uno de ellos, se desprende que estos deben de pagar por los daños que le originaron a Rosarito, por no haber cumplido cabalmente con su obligación y haber utilizado su posición para saquear las arcas y lograr sustanciales dividendos que ahora les permite gozar de una vida holgada.
En fin, podemos concluir que, Rosarito ha sido explotado por sus gobernantes en turno, que cada administración desde la primera, se han caracterizado por asemejarse a la banda de Alí Baba, que cada nuevo gobierno hace olvidar a los meses a su antecesor por las trapacerías que comete, que nadie de estos vivales ha sido llamado cuentas para que responda por los saqueos realizados, y lo que es peor, que los rosaritenses no han tenido la valentía y determinación de llamarlos a cuentas.
Finalmente, solo falta conocer cómo termina la administración de Javier Robles Aguirre, el V Ayuntamiento tiene la oportunidad de oro, las condiciones de cambiar la constante histórica de las administraciones gubernamentales está en manos del joven alcalde, solo hay que tener dos cosas muy bien puestas, Voluntad y Determinación.
Van iniciando el octavo mes y la nave va zozobrando
Enderezaran el rumbo, o se hundirán.
Auditoria a Implan
La paramunicipal denominada Instituto de Planeación Municipal (Implan), creada en el último trimestre de la administración de Hugo Torres Chabert, y en la cual, por su capricho y voluntad impuso como su primer titular al licenciado Cesar Jacinto Villegas Campoy, está siendo auditada por el personal de la Sindicatura, debido a los excesos y pésimos manejos de Villegas Campoy, quien en los primeros cinco meses del gobierno de Javier Robles, se gasto la friolera cantidad de un millón de pesos en asesores.
La entidad que aun dirige, bueno es un decir, más bien, es un, desdirige, Villegas Campoy, no ha dado resultado alguno, la única acción valida que hasta el momento se le puede reconocer son los engargolados que hizo para los proyectos de las obras de infraestructura deportiva que se van a ejecutar en Rosarito gracias a las buenas gestiones del regidor Aldryn Aguirre.
Villegas Campoy, ha hecho del Implan su coto de poder, cree que no tiene que rendir cuentas a nadie, ha perdido el sentido de la labor que se debe de desarrollar en esa paramunicipal, el gasto de un millón de pesos en asesores y trabajos que es su obligación realizar, son la razón por la cual se le está auditando, y es la base, para que en los próximos días, le auxilien en colocar sus extremidades inferiores en la acera de la calle.
Pronto lo sabremos
Ya iniciaron la limpia
Ojala no paren y volteen a las Secretarias de Gobierno y Finanzas.
Soñar no cuesta.
Claro el Sr. Villegas es un corrupto no solo la facha de haber estado en lagza, sino además que por su estadía en COPLADEM, el orfis observo que gastaba el presupuesto en comprarle lentes de contacto, estuches de marca a su esposa y toda clase de frivolidades, da gusto que las cosas caigan por su propio peso.
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