miércoles, 15 de diciembre de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Cuando el río suena…
Por Gilberto Lavenánt
Comentaba recientemente, aquí en Palco de Prensa, el ambiente pre-electoral que se vive en el Colegio de Bachilleres, COBACH, pero sobre todo, los sistemas de control establecidos, no solo para dirigir este proceso, sino las condiciones generales de operación y trabajo en este sistema educativo estatal.
Entonces, observaba que el guardar silencio, es la principal consigna para quien desee laborar o conservar su chamba en el COBACH, o tener la condición de alumno, de tal forma que pase, lo que pase, no deben decir nada a nadie. Incluso, si los pisan, los denigran, los vejan, los insultan o violan sus derechos más elementales, deben guardar silencio.

Refería también que es absurdo, que en una institución educativa, que supuestamente promueve la preparación y superación de los individuos, se les someta y se les obligue a callar. Decía que eso es una aberración intolerable.

Pero a la vez apuntaba que, afortunadamente, ya empiezan a romper los controles, los sistemas de dominio en este sistema educativo, que por cierto depende de la esfera del gobierno estatal, que encabeza el Gobernador José Guadalupe Osuna Millán.

Resaltaba que las informaciones sobre lo que pasa al interior del COBACH y que los ¨jefes¨ cuidan con mucho celo que no trasciendan, aunque sea a través de seudónimos, o por la vía cibernética, han empezado a surgir y a difundirse.

Una de esas informaciones, ¨filtradas¨, relativas a lo que ocurre al interior del COBACH, la recibió en días pasados el autor de Palco de Prensa, bajo el título ¨Convocatoria Cobach¨, la misma que fue publicada a inicios del presente mes en el periódico digital Encuentro 29.com, que dirige Fernando Ruiz del Castillo, en donde se publicó como columna, adjudicada a ¨Elsa Ancudo Veloz¨.

En la misma se comenta, que en días pasados fueron convocados los Directores de los planteles del COBACH en la zona costa, a fin de darles a conocer la convocatoria que establece las bases para que los profesores accedan, mediante concurso, a categorías laborales de medio, tres cuartos y tiempo completo.

Se dice que esa reunión dejó muy mal sabor de boca a todos los presentes, porque quedó claro que sólo se beneficiarán los maestros que la Dirección General indique, o sea a los que les son fieles, paleros, firmones, solapadores, conformistas, barberos y zalameros del Director General del COBACH, Lic. Rafael Ayala López.

Con frecuencia se cuestiona la calidad académica de los planteles escolares y por lo tanto el grado de preparación de los estudiantes y es precisamente la manipulación de los docentes, que logran y mantienen la chamba, no precisamente por su capacidad profesional, sino por servilistas, una de las causas principales de tales deficiencias.

Siendo servilistas, agachones, cobardes y timoratos, las autoridades hacen con ello lo que gustan, hasta utilizarlos como tapetes, si así lo consideran conveniente en un momento determinado.

Dice el ¨corresponsal anónimo¨, que aunque la convocatoria en menciٕón, permite concursar a directores y subdirectores, el Director del COBACH les prohibió que participaran.

Y no solo eso, sino que también les advirtió que no quería problemas en los planteles, por la forma de selección de los beneficiados y por lo tanto los responsabilizó de que todo se llevara a cabo sin ningún reclamo.

Para completar el cuadro, según se indica, el Secretario General del Sindicato de Maestros del COBACH, profesor Juan Héctor Vizcarra Álvarez, en lugar de defender a sus compañeros sindicalizados, solapa las imposiciones y se dedica a someter cualquier conato de inconformidad, independientemente de que les establecieron diversas trabas o candados, para que solo participaran los compas y la mayoría quedara fuera de concurso.

Para nadie era un secreto que las plazas nuevas ya tenían nombres y apellidos. Que todo fue un mero simulacro.

Que cosas como estas ocurran en una empresa común y corriente en la que el nivel cultural de los trabajadores es muy bajo, se entiende, pero no por eso debería ocurrir.

Pero que esto pase en una institución educativa y los sometidos y vejados sean lo mismo empleados administrativos, manuales o docentes, no solo es aberrante, sino censurable.

Quizás los funcionarios estatales, a cargo del área educativa, como lo es el Secretario de Educación Pública del Estado, Lic. Javier Santillán Pérez, juren que esto es mentira, que en instituciones como el COBACH se respetan los derechos de los trabajadores y se tiene amplia libertad de expresión.

Sin embargo, dicen que ¨…cuando el río suena, es que agua lleva¨.

gil_lavenant@hotmail.com

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