* Los “privilegios”
Por Gilberto Lavenánt
Ser un ciudadano común y corriente, pues no dá ventaja a nadie. Se enfrentan las mismas trabas, iguales dificultades, para el gobierno se es algo así como cualquier hijo de vecino. En muchos de los casos, ni siquiera los empresarios, por reconocidos que puedan ser, no son tan influyentes, como se supone.
Pero se dan casos en los que se nota el cambio en el trato para determinada persona. Uno de esos casos es el del ahora Alcalde electo de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo. Es de los personajes más reconocidos de esta ciudad. Pero es de filiación priísta y Tijuana había venido siendo gobernada por panistas. Así es que no bastaba decir que su apellido era Bustamante, para que avanzaran o autorizaran trámites o gestiones relativos a sus empresas.
Durante la contienda electoral, los panistas, por voz de su candidato a Alcalde, Carlitos Torres Torres, quien se autollamaba ¨el nuevo Presidente Municipal de Tijuana¨, olvidando aquello de que ¨del plato, a la boca, se cae la sopa¨, hizo todo lo posible por desprestigiarlo públicamente. Lo pintaba como empresario fracasado, de deshonesto, al haber obtenido beneficios del FOBAPROA.
Pero el triunfo le cayó del cielo, y ahora no es un simple ciudadano. Ahora es el Alcalde electo de Tijuana y a partir del primero de diciembre, será, él si, el nuevo Presidente Municipal de esta ciudad.
Y aunque aún no toma posesión, y Tijuana aún sigue siendo gobernada por el panista Jorge Ramos Hernández, ya empezó a disfrutar, por, adelantado, los ¨privilegios¨ del cargo que aún no ostenta. Es algo sencillo, pero que no ha pasado desaparecibido para muchos. Y quienes ya lo observaron personalmente, han hecho comentarios no muy agradables, que digamos.
En las últimas etapas del programa integral de pavimentación, el llamado PIRE, correspondió repavimentar el Boulevard Agua Caliente, a la altura de donde están las llamadas ¨Torres de Agua Caliente¨, propiedad de la familia del ahora Alcalde electo de Tijuana.
Las obras se realizaron con la mayor celeridad posible y tratando de no ocasionar problema alguno a los negocios de don Carlos. Los trabajos se realizaron en el menor tiempo posible, en tanto que en otros puntos de la ciudad demoraron meses, al grado de ocasionar la quiebra de muchas empresas, pero cuyos propietarios no levaban el apellido Bustamante, ni tampoco eran políticos y mucho menos eran el Alcalde electo de Tijuana.
Pero eso no es lo más importante o destacado, de este asunto. Lo sobresaliente es que frente a ¨Las torres de Agua Caliente¨, casi a media vialidad, se colocó una especie de cordón de banqueta, para separar dos carriles de vialidad, frente a la empresa de la familia Bustamante, que prácticamente se convirtieron de su propiedad privada y por lo tanto de uso particular. Ahora los vehículos de transporte urbano, e incluso los de abastecedores de productos diversos para ¨Las torres¨, podrán maniobrar tranquilamente en esa zona ¨privada¨, sin que nadie les moleste.
Los molestos, son los automovilistas y conductores de todo tipo de vehículos automotrices, que sin justificación añguna vieron reducidos los carriles de circulación y con riesgo de perder el control del volante cuando súbitamente se encuentran con un bordo de cemento que nunca antes existió en la zona, hasta ahora que el Alcalde Ramos Hernández, evidentemente tratando de congraciarse con su sucesor, le ¨regaló¨ esos dos carriles de vialidad, como si fuesen de su propiedad particular.
Aunque este asunto parece algo de poca importancia, la verdad es que es mucho más que un detalle, e incluso es un tema que deberá ser abordado en la primera sesión de Cabildo del nuevo Ayuntamiento que encabezará don Carlos. Para corregir esto, pues si se dejan las cosas como están, se considerará como un primer mal paso de Bustamante, y uno de los últimos múltiples pésimos pasos de Jorge Ramos.
Las vialidades, son de uso común, de dominio púnlico, y nadie puede regalar a un particular ni un metro cuadrado de vialidad. Y el que es supuestamente beneficiado con ese indebido ¨regalo¨, debe rechazarlo, porque aceptarlo, resulta deshonesto y cínico, aunque se trate del Alcalde electo de Tijuana.
Si es cierto que don Carlos Bustamante carece en estos momentos de autoridad, para impedir que el Alcalde Jorge Ramos le ¨obsequie¨ dos carriles de vialidad frente a sus empresas, pero debió manifestar su oposición a ello. Si lo hizo, que muestre la constancia correspondiente.
A partir del primero de diciembre, ya siendo Alcalde, y por lo tanto autoridad, lo primero que deberá hacer es ordenar que se retire el bordo de cemento colocado a la mitad de la vialidad, para que el Boulevard Agua Caliente siga siendo utilizado libremente por todos los tijaunenses que tengan necesidad de circular por ahí.
Si no lo hace, los tijuanenses ya saben a qué atenerse con quien gobernará Tijuana, durante los próximos tres años. De antemano se advierte que Tijuana, no es una empresa privada y nadie puede disponer de su patrimonio, en beneficio particular o personal.
Esto, más que privilegios, son actos deshonestos, tanto de parte del que los proporciona, como del que se beneficia de ellos.
gil_lavenant@hotmail.com
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