* Dialogando con Felipe…
Por Gilberto Lavenánt
Si los planes no cambian, hoy lunes 18 de octubre, se llevará a cabo un ¨diálogo¨ entre los coordinadores parlamentarios de los diversos partidos políticos, del Senado de la República, con el Presidente Felipe Calderón. Bueno, quizás no estén todos, pues el del PRD, Carlos Navarrete Ruiz, advirtió que no están de acuerdo con el esquema planteado para dicho evento.
Calderón está batallando bastante, para sacar adelante al país. Sobre todo, desgastado por la frustración y los resultados fatales de su guerra anticrimen, al grado de que la estrategia oficial consiste en tratar de repartir culpas y responsabilidades.
Por ello desarrolló el programa de diálogos por la seguridad nacional, a los que convocaba a diversos actores políticos del país, para que se manifestaran abiertamente. Al final, se habló mucho, pero se actuó poco. Quizás el Presidente y sus colaboradores, que padecen de sordera crónica, no escucharon lo que no les convenia, lo que no era acorde con sus intereses. Ahí pues el meollo de muchas cosas.
Dentro de este reparto, se inserta lo de la iniciativa presidencial para crear el mando único policial, al que supuestamente ya en días pasados, en Chihuahua, 10 gobernadores se pronunciaron a favor de apoyarla. Se trata, según parece, que en lugar de que exista una magnonarcoguerra, se divida en 32 mininarcoguerritas.
Se trata también, que cuando se aborde el tema de la inseguridad pública y la constante violencia, ya no volteen a ver al Presidente Calderón, como único responsable de todo esto, sino que los habitantes de cada entidad, reclamen o exijan resultados a sus propios gobernantes.
Sin embargo, en gran parte, las cosas están como están, porque Calderón no ha estado a la altura de las circunstancias. No ha logrado alcanzar niveles de estadista. Piensa, propone y actúa, como dirigente y representante de un partido en el poder, el PAN, y ve a sus rivales políticos como sus enemigos. Y como tales los trata.
Pide respeto, pero no es capaz de brindarlo. El caso de ¨el michoacanazo¨, es el ejemplo más claro de ello. Puso en el paredón de fusilamiento, a un grupo de funcionarios públicos, estatales y municipales, de filiación perredista, y les dió trato de narcotraficantes o de cómplices de los narcos. Hoy casi todos están libres, parece que solo uno de ellos aún continúa en prisión, y ni siquiera una disculpa pública les dieron.
El trato no ha sido igual, para los funcionarios de entidades gobernadas por panistas. Caso caso concreto lo es Baja California, donde el general Aponte Polito no se cansa de denunciar la corrupción oficial. Ni por error los tocan. La ¨ira oficial¨ se descarga solo contra simples agentes o mandos policiales, pero de ninguna manera contra funcionarios de primer o segundo nivel.
Pero la narcoguerra, solo es un tema. Para que la administración calderonista, pueda salir más o menos bien librada, existen, pendientes de resolver, una serie de propuestas legislativas. La reforma laboral, entre ellas. No se ha avanzado en las mismas, porque además de que se pretende imponerlas, con visión calderonista o panista, sin escuchar o atender las observaciones de los partidos opositores, pues ahí siguen, en el poder legislativo, en ¨lista de espera¨.
Todo, porque Felipe Calderón, al antiguo estilo priísta, bajo las añoranzas imperialistas de la llamada ¨dictadura perfecta¨, ha considerado que basta con elaborar sus iniciativas y presentarlas al legislativo, para que éste, obligadamente y sin objeción alguna, las apruebe y se pongan en práctica. Los representantes de los legisladores de los partidos opositores al PAN, le han advertido que requieren dialogar, pero Calderón, no escucha, ni atiende. Mucho menos es capaz de dialogar.
Pues bien, después de casi dos meses de hablar sobre la posibilidad de este diálogo, hoy, en Palacio Nacional, se dará el primer intento. Confirmaron su asistencia, los coordinadores parlamentarios del Senado, Manlio Fabio Beltrtones, del PRI, Arturo Escobar, del PVEM, Luis Maldonado, de Convergencia, y José González Morfin, del PAN. Este último como Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado y por lo tanto mediador de este evento. Quien advirtió que no asistirá, fue Carlos Navarrete, coordinador parlamentario del PRD, pues advirtió que no están de acuerdo con el esquema e incluso hicieron una contrapropuesta.
Para esta cita, que será en Palacio Nacional y el PRD propone que sea en el recinto del Senado, los coordinadores parlamentarios tuvieron que enviarle a Calderón el texto de las preguntas que desean plantarle, para que de antemano sepa las respuestas que podrá darles, cuando que los perredistas piden que sea un diálogo abierto, sin ¨guión¨ previo.
Será una reunión privada, a puerta cerrada y exclusivamente entre el Presidente Calderón y los coordinadores parlamentarios que asistan. Nadie más. Nadie sabrá lo que realmente se diga. Los perredistas pìden que el evento sea público, abierto, con asistencia de periodistas y que además de los coordinadores parlamentarios, asista un determinado grupo de Senadores, por cada partido político, quienes puedan cuestionar abiertamente a Calderó.
Se dice que hablando, se entiende la gente. Por ello el diálogo es el método más sencillo y directo para el entendimiento entre actores con posturas diversas, a fin de encontrar objetivos comúnes.
Pero el diálogo cerrado, no es precisamente un verdadero diálogo. Está claro que Calderón no sabe dialogar. Lo de hoy, será un simple simulacro. Nada más.
gil_lavenant@hotmail.com
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