* Mando único policial
Por Gilberto Lavenánt
La propuesta, a manera de iniciativa de ley, para que se establezca un mando único policial en cada entidad federativa, resulta ser un magnífico distractor, tema que generará polémicas en todos sentidos, pero muy lejos de que se haga realidad. Como dicen por ahí, del dicho al hecho, hay mucho trecho.
En principio, la propuesta presidencial en tal sentido, anunciada ayer miércoles por el Presidente Felipe Calderón, agarró desprevenido a más de uno. Sobre todo, porque les cambió ¨la pichada¨. Inicialmente se hablaba de crear una policía única en todo el país. Ahora, solamente se propone que existan mandos únicos policiales en cada entidad, y que sea responsabilidad de cada Gobernador designar a quien tendrá esta enorme responsabilidad. Seguramente ya muchos imaginan a Julián Leyzaola, como el jefe policiaco máximo en Baja California.
Y si la propuesta original, la de crear una policía única en el país, había sido repudiada en muchas partes del país, principalmente por los Alcaldes, de la misma forma se rechaza esta nueva versión del mando único policial. Sobre todo en Baja California, en donde el Gobernador es panista y los futuros Alcaldes son priístas.
No se sabe, con claridad, las condiciones de esta nueva propuesta, pues ha sido muy escueta la información que se ha difundido sobre los términos de la misma y aunque se habla de un mando único, se observa que no desaparecerán las policías municipales.
Lo que si se ha precisado o resaltado, es que el mando único policial estará a cargo del Gobernador del Estado, quien designará a quien deba ejercer dicho mando, de forma tal que los jefes policiacos municipales, llámense Secretario de Seguridad Pública Municipal, Director de Seguridad Pública, Comandante de la Policía Municipal, o como sea, no estarán subordinados al mando del Alcalde.
En tales condiciones, los Presidentes Municipales, ya no contarán con cuerpos de seguridad, e incluso sus ¨guaruras¨, dependerán del Gobernador. Quizás continúen dependiendo económicamente de las nóminas municipales, pero fuera de la autoridad de los Alcaldes, lo que seguramente no será del agrado de éstos, sobre todo en las condiciones de inseguridad prevalecientes.
La versión oficial dice que con la creación de un mando único policial, se ¨sugiere¨ que éste quede bajo la coordinación del Gobernador, dizque para mayor coordinación y profesionalización. Algo así como lograr un cambio mágico, por decreto. Qué fácil.
Al dar a conocer esto, el Presidente Calderón señaló que ¨…Esta iniciativa comienza por poner orden en la competencia y mando de las policías locales¨, además de que advirtió que ¨…es tiempo de dignificar la labor policial a todos los niveles¨.
Pero que no cunda el pánico, como dicen por ahí ; ¨del dicho al hecho, hay mucho trecho¨ y es muy largo el trecho para que esta iniciativa, se convierta en ley. Primeramente, el Presidente Calderón tendría que convencer a los Diputados Federales y Senadores, que son los que ejercen la función legislativa, y en estos momentos, los legisladores de su partido, el PAN, son minoría.
Luego, tendría que convencer a todos los Alcaldes del país, para que acepten desprenderse de la autoridad que ostentan sobre sus cuerpos policiacos, y de manera especial a aquellos que gobiernan municipios ubicados en entidades a cargo de gobernadores emanados de partidos distintos a los de los Alcaldes. Como en Baja California, a partir de diciembre.
Y lo más importante de todo esto, es que de pronto alguien ¨descubrió¨ que el ¨talón de aquiles¨ de la seguridad pública en México, son las policías municipales, integradas por elementos mal pagados, mal capacitados, mal armados, regordetes, viejos y enfermos, por lo que además del mando único, se requiere de un presupuesto enorme, que no se tiene, al menos no lo tienen los municipios, y correr a todos los policías que no aguantarían el ritmo que se les pretende exigir, lo que incrementaría el desempleo y fortalecería a la delincuencia, resultando quizás peor el remedio que la enfermedad.
Con estas ideotas -idea grande, no sean mal pensados- no se solucionará el problema de la inseguridad pública en México. Sin duda alguna.
Ni los tres años que restan de la gestión administrativa de don Felipe Calderón, bastarán para crear lo que se pretendía llamar policía única en México, ni mucho menos el mando único policial. Así es que, tranquilos. El mensaje no es para los criminales, que seguramente se estarán muriendo de risa, por la propuesta presidencial, sino para los ciudadanos comúnes y corrientes, por las consecuencias negativas que podría tener, primero, la aprobación de esta iniciativa, y luego, intentar llevarla a la práctica.
Por lo tanto, la propuesta no pasará de ser un simple distractor. Algo en qué entretenerse, pues. No se pongan nerviosos.
gil_lavenant@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario