martes, 3 de agosto de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* La tramoya del fraude
Por Gilberto Lavenánt

El Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Baja California, encabezado por don Enrique Carlos Blancas de la Cruz, con el carácter de Presidente del Consejo General, concluye pésimamente el proceso electoral de este 2010. Además, ridículo, grotesco, vulgar. Equivocó su papel, de ser simple arbitro, le anotó goles a los rivales.

No solamente se alcanzó el más alto grado de abstencionismo, en este proceso electoral, sino que, en el seno de dicho organismo, el manejo de la documentación electoral y las cifras resultantes, fue con un completo desaseo, al grado de que quedó reducido a una simple carpa de circo, sin calidad y sin autoridad moral.

Todo fue como un acto de mágia, malo, burdo y barato, en el que la tramoya quedó al descubierto. Como si alguien se hubiese equivocado, al instalar a los mediocres prestidigitadores, de espaldas al público, o al público en la parte posterior del escenario, de forma tal que todos fueron testigos de los trucos y entonces observaron que la mágia no era tal, que se trataba de simples simulaciones, de trampas.

Con todo eso, el ex-rector del CETYS, que llegó investido de una enorme calidad moral a hacerse cargo del organismo electoral, ahora ha quedado convertido en un hombrecillo, reducido a uno más de los enanos del circo. En sus narices se manipularon cifras y documentación electoral, para favorecer a un candidato panista, en perjuicio de una candidata del Partido Nueva Alianza. Asunto éste que se ha calificado como un fraude electoral.

Los seguidores de la agraviada, Arcelia Galarza Villarino, dirigente estatal del magisterio federal en Baja California, quien fuese candidata a diputada por el Distrito XIII de Tijuana, desde el domingo habían advertido y externado sus temores fundados de que el lunes 2 de agosto se consumaría el fraude. Y efectivamente, ocurrió como lo advirtieron.
La Comisión del Régimen de Partidos Políticos del Instituto Electoral, emitió su dictámen número 8, mediante el cual determinó otorgar la diputación número 25, por el principio de representación proporcional, a favor del panista Raymundo Vega, no obstante que se reconoció públicamente que las cifras a favor de dicho individuo, habían sido alteradas, al agregarle indebidamente 55 votos a su favor, que no le correspondían, con lo que el porcentaje de votos superaba al porcentaje de Galarza Villarino y de paso le arrebataban la diputación.
Los reclamos legales están listos para ser planteados ante las instancias correspondientes, por todas las vías posibles, o al menos la electoral, la administrativa y la penal. Para ello solo falta que este día, martes 3 de Agosto, el Consejo General, bajo la presidencia de Blancas de la Cruz, como última instancia administrativa de este proceso electoral, rectifique y de el gane a Galarza Villarino, o confirme o ratifique la errónea decisión a favor del panista Raymundo Vega.
Cualquiera que sea la decisión final del Consejo General Electoral, ya nadie podrá borrar el desagradable y bochornoso enjuague. La falta de probidad fue evidente, notoria, a la vista de todo mundo. La tramoya del fraude electoral, quedó al descubierta y no obstante ello, se insistió en tratar de validar las artimañas, las tranzas.
Todo indica que el rompimiento de relaciones entre el Partido Acción Nacional y el Partido Nueva Alianza, es inevitable. La coalición integrada por ambos partidos, no hablaba de hacerse trampa entre ellos. De ninguna manera. Las infidelidades conyugales, son imperdonables. Las maquinaciones para arrebatarle a la líder magisterial, la diputación que le corresponde, aunque este día finalmente se le otorgue, no podrá borrar resentimientos, ni la desconfianza que ha surgido entre ellos. Se les pasó la mano a los panistas.
Así es que no es solamente una diputación lo que está en juego, al confirmar o revocar el dictámen número 8 de la Comisión del Régimen de Partidos Políticos del Instituto Electoral. Por una parte, están en fuego las alianzas o pactos entre PAN y Panal para los comicios fedrales del 2012 y los estatales del 2013.
Y por lo que respecta al prestigio y credibilidad de la autoridad electoral y de sus funcionarios, estos quedaron hechos trizas. Vendieron demasiado barata su dignidad. Ya no se puede confiar en ellos. Su futuro, dependerá en gran parte del resultado de los recursos legales que se hagan valer en su contra.
Para empezar, el exrector del CETYS, don Enrique Carlos Blancas de la Cruz, por dignidad, si aún le queda algo de eso, debería presentar su renuncia al cargo de Consejero Presidente. Antes, lo común era que los fraudes electorales se dieran por parte de los partidos y el día de los comicios. En esta ocasión, se maquinaron y realizaron en el seno de la propia instancia electoral. El árbitro, jugó chueco. Hay que sacarle “tarjeta roja”.
gil_Lavenant@hotmail.com

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