COLUMNA: Palco de Prensa

* Las ingenuidades
Por Gilberto Lavenánt
En política, los ingenuos, no tienen cabida. Quizás en ninguna actividad social, pero en política mucho menos.

Dicho con todo respeto, los ingenuos, son individuos con buenas intenciones, pero que piensan que todo mundo actúa de buena fe y que por lo tanto también tienen buenas intenciones. Suponen que simplemente con buenas intenciones es posible cambiar al mundo. Sería fabuloso, pero la verdad es que eso solamente es un sueño.

De alguna manera, dos ejemplos de ingenuos lo son Juan Luis Alberto Entebi Hernández, candidato de PT-Convergencia a Alcalde de Tijuana y María Enriqueta Bojórquez Alcantar, mejor conocida por su nombre artístico, Reyna Soledad, candidata del PRD.

Son un tanto soñadores, creen que con su sola participación como candidatos a la Alcaldía de Tijuana, van a transformar la política, erradicando las mañas, las falsedades y la corrupción en general.

Cuidando de no “contaminarse”, cuando tratan de definir o justificar su participación, representando a determinado partido politico, manifiestan que son candidatos ciudadanos y que el organismo politico simplemente les dió la oportunidad de exponer sus inquietudes de cambio.

Son ingenuos, en principio, porque no entienden que los partidos los abrigan y les dan cabida, simplemente porque carecen de elementos capaces para representarlos y que tratan de llenar los huecos o candidaturas de aquellas posiciones en las que no tienen ninguna esperanza de triunfo y los directivos reservan para ellos las posiciones que son seguras y que no implican riesgo, ni gasto alguno, o sea las posiciones de consolación, además de que manejan a su antojo los recursos oficiales que les asignan para las campañas.

En algunos casos, como mero oportunismo, los partidos politicos aprovechan a los invididuos de otros partidos, que son desechados, por favorcer a otros, no obstante que cuentan con amplia popularidad, y lo hacen, porque les conviene, pues les garantiza ciertas posibilidades de triunfo y entonces los adoptan de inmediato, oferta que, por regla general, aceptan de inmediato los resentidos o frustrados.

Pero volviendo con Entebi y Reyna Soledad, su condición de ingenuos les ha llevado a adoptar posturas incómodas e incluso ridículas, que precisamente evidencia su ingenuidad.
Como el hecho de la candidata del PRD, al asistir, como una simple ciudadana, a un evento de mujeres en apoyo al candidato priísta Carlos Bustamante Anchondo e incluso atreverse a manifestar su respeto y admiración por el empresario, cuando se le cuestionó por su presencia.
Por cuanto hace a Entebi, el candidato del PT-Covergencia, también se conduce con ingenuidad, al comprar espacios publicitarios para manifestar o tratar de hacer constar que ha ganado tal o cual debate, o que las suyas son las mejores propuestas. Total, ha de decir, si los demás lo hacen, por qué él no puede hacerlo. Una cosa es que uno sea ingenuo y otra pensar que la sociedad está integrada por ingenuos.

Esta condición de ingenuos, en días pasados llevó a Entebi y a doña Enriqueta, a participar en un supuesto debate organizado por el priísta, renegado y chantajista, Rafael García Vázquez, dirigente de la COR, para congraciarse con el candidato priísta, Carlos Bustamante Anchondo.

García Vázquez, quien se registró como precandidato priísta a la Alcaldía de Tijuana y se lanzó a la calle protestando cuando “el voto de las mayorías no le favoreció”, diciendo que la elección interna de Bustamante había sido un proceso fraudulento, ahora no halla cómo sumarse a la causa priísta, sin hacer el ridículo. Es que sus posturas chantajistas, no le resultaron. Se recuerda que hizo una huelga de hambre en el Distrito Federal, para que fuese recibido por la líder nacional del PRI, Beatriz Paredes, pero la lidereza, ni caso le hizo.

Por ello aclaró que este no era un evento de apoyo, sino uno de propuestas y debate, lo cual no es una ingenuidad, sino tartar de pasarse de listo, lo cual es distinto.

Pero, en fin, en este evento organizado por García Vazquez, obviamente el ganador lo fue el priísta Bustamante. No podia ocurrir de otra manera, pues independientemente de las capacidades de Entebi y de Reyna Soledad, era una reunión de priístas, para que su candidato se luciera y para que su dirigente lograra el perdón de la jerarquía priísta. Pensar que Entebi y la señora Bojórquez iban a recibir algún beneficio en dicho evento, resultaba más que ingenuo.

Ingenuos son aquellos que aún creen que la luna es de queso y que si existe el país de las maravillas de Alicia.


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