Por Raúl García Salguero
En un principio los seres humanos se comunicaban por sonidos, luego agregaron dibujos, en paredes y cavernas, símbolos, se crearon pictogramas, ideogramas hasta que un día hubo letras, palabras, textos, se plasmaron ideas, se forjaron sueños se relataron historias reales y ficticias, millones de libros han sido impresos y ahora hasta se digitalizan.
Un mar de ideas revolucionan mientras transcurre en la Plaza Río un día domingo sin mimos, no hubo tiempo de entrar al centro comercial, el Domingo 23 de mayo en el estacionamiento del lugar se instalo un recito ferial para el libro.
Domingo de esos que sólo en Tijuana se disfrutan, fresco, caluroso, soleado, nuevamente nublado y soleado, cae la llovizna, se despeja el cielo unos minutos, regresan el presagio y finalmente hace su aparición la lluvia y pone en aprietos a los organizadores de la 28 Feria del Libro de Tijuana.
Los botes de la basura y las masetas de ornato se utilizan donde caen las goteras, las sillas bajo los chorros de agua son retiradas o apartadas, la alfombra gris absorbe el agua, los asistentes se acomodan mandan comprar café, un helado, nadie se quiere perder el programa final del evento.
Más de 60 editoriales, pero no esta la de la UNAM ni el CONACYT, claro que la feria puede dar para más y algún día reunir a medio millón de visitantes, por ahora llegó a la 28 edición y los números registran una afluencia cercana a las 100 mil personas.
La lluvia se esfuma y da paso a un ambiente frío que cala hasta los huesos, la música de danzón, cumbia, purepecha, ensamble de Contrabajos de Baja California, rondalla de la Prepa Lázaro Cárdenas, baile flamenco y otros ritmos.
De todo hubo a lo largo del domingo 23 de mayo, último día de actividades de la Feria del Libro en la Plaza Río, el “Mall” más representativo de Tijuana, la cuarta ciudad más importante de México de 2.5 millones de habitantes.
Periodistas como José Gil Olmos y Diego Enrique Osorno, entre otros escritores de los 60 que mostraron sus trabajos y representantes editoriales que participaron el la feria, en el cierre de actividades se le rindió un homenaje a la mujer de letras, Rosina Conde que emocionada pero fuerte como es se dejo querer.
"El Cartel de Sinaloa" fue el que más prensa reunión en su presentación en Tijuana, confirmó esto que el tema está más que actual en esta frontera, por otro lado el ruido del área infantil y una sala de cine que por ahí instalaron.
Hombres y mujeres de todas las edades ojeaban libros peguntan precios adquieren los que mas les llama la emoción, otros compran aretes, pulseras, en otros estands se ofrecen clases de ingles, de lectura y memorización, y se confirma, la Plaza Río es mejor espacio que la avenida Revolución.
Unión de Libreros de Tijuana le dieron buen toque al recinto ferial, ofrecieron ofertas especiales, descuentos, mostraron su mercancía, fomentaron la lectura, tuvieron sus áreas para espectáculos, talleres infantiles y hubo estacionamiento cómodo, y ya en plena acción José Gil Olmos, hizo revelaciones.
Relacionó con el ocultismo a Elba Esther Gordillo, Ulises Ruiz y Martha Sahagún, le daba sus gotitas de toloache diría el periodistas e investigados y revelo secretos esotéricos de otros políticos, José López Portillo, Andrés Manuel López Obrador y Genaro García Luna y expuso que el Papa Juan Pablo Segundo cuando vino a México le hicieron una “limpia”.
Los empleados y colaboradores del IMAC lucía una buen diseñada playera, en el frente la imagen de la 28 Feria de Libro de Tijuana que al igual que tazas y bolsas se podrian adquirir como souvenir, en todo luciendo los números 200 y 100, por los festejos del bicentanios de la Independencia y la Revolución.
Antes del cierre de los trabajos inició el desmontaje, Tere Riqué, directora del IMAC agradece y clausura los trabajos y como esta ahí a la mano el Sanbors pues hay que ir por un café y a comprar la revista Proceso, en portada el caso del Jefe Diego y a seguir leyendo un rato, domingo de letras y cavilaciones para esperar el lunes y comenzar semana.
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