Tomado del portal del Gobierno del Estado
PERIODO PREHISPÁNICO
Los indígenas kumiai descendientes del grupo Yumano, llamaban Wa-cuatay al paraje donde hoy se encuentra la ciudad de Playas de Rosarito, ellos esencialmente eran semi- nómadas; para subsistir durante una época del año vivían de la recolección de plantas, yerbas y semillas y en el invierno se dedicaban a la cacería y pesca.
Actualmente esta comunidad indígena Kumiai ha quedado reducida a un pequeño núcleo estimado de 93 personas, concentradas en tierras comunales en un poblado llamado San José de la Zorra. Se le denomina con este nombre al poblado ya que Perjau significa zorra en lengua Kumiai y los misioneros lo complementaron con San José. Las actividades a las que se dedican son: las mujeres elaboran cestos de junco y rama tierna de sauce para su comercialización, y los hombres al trabajo en el campo como vaqueros, pescadores o constructores de cercos, además que están inscritos al programa de autoempleo, este consiste en ejecutar caminos rurales por tiempo de 6 a 7 meses al año. A la fecha cuentan con una Escuela Primaria de la comunidad, un Jardín de niños apoyado por el programa PAEPI y CONAFE, una Escuela Secundaria que actualmente funciona sólo como sala de juntas, un museo que contiene la historia y archivos de la comunidad. Cuentan además con una línea de radio de onda corta, una línea telefónica del sistema satelital, y una iglesia católica llamada iglesia de la comunidad de San José de la zorra.
LAS MISIONES
En 1697 los misioneros de la Compañía de Jesús iniciaron la evangelización a partir de Loreto, expulsados del reino de España, setenta años después el Rey Carlos III es quien ordena que las misiones dejadas por los jesuitas en la California se le otorguen a la orden religiosa de los Franciscanos, que más tarde convienen con los dominicos mediante un concordato.
En 1772, se otorgan facultades a ambas órdenes para que dividan el terreno de las misiones a su conveniencia, estableciéndose una línea divisoria para marcar la Baja California al cuidado de los dominicos, y la Alta California al cuidado de los franciscanos.
Hacia el año 1773, correspondió a fray Francisco Palou, marcar la primera frontera, entre la Antigua y la Nueva California, colocando una cruz de madera en medio de un conjunto de rocas conocidas como Mojonera de Palou, en el antiguo camino real correspondiente a “ La punta que cae a la playa”.
Posteriormente en 1778, el Padre dominico fray Luis de Sales, encontró unas rancherías indígenas en lo que hoy es Rosarito, extendiéndose así una nueva frontera, la frontera dominica hasta el arroyo de “Barrabás”, hoy conocido como arroyo “Rosarito”.
Las 2 divisiones político religiosas se localizan dentro del municipio de Playas de Rosarito y son anteriores a la actual línea divisoria internacional México-Estados Unidos, consecuencia del Tratado de Guadalupe Hidalgo que puso fin a la guerra de Estados Unidos contra México.
Cada una de las misiones fundadas por los dominicos comprendía un cierto número de rancherías que agrupaban a una pequeña cantidad de indios, entrando en contacto misioneros e indígenas, enseñándoles algunas formas de trabajo así como la evangelización.
Finalmente hacia el año 1834 todas las misiones de los dominicos que comprendía las misiones de San Miguel Arcángel y el Descanso fueron abandonadas por la secularización de los bienes del clero y la despoblación que ocurrió.
SIGLO XIX
En 1822 Agustín Fernández de San Vicente fue comisionado por el Emperador Iturbide para proclamar la independencia de México en las Californias. En el informe que envió al Emperador menciona la llanura del Rosario que esta ocupada por un rancho que se encuentra a una distancia de 13 leguas al sur de la misión de San Diego de Alcalá, aclarando que en este lugar se encuentra el límite entre la Alta y Baja California. A la caída de Iturbide se promulga la primera Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos y ese año se publica la Ley de Colonización.
A partir de 1827, los pobladores de la región fronteriza en el extremo norte de Baja California, limitada al sur de la misión de San Miguel Arcángel de la frontera, fueron descendientes de antiguas familias originarias de la Alta California, como los Machado, los Arguello, los Bandini, los Yorba, los Alvarez, los Verdugo y los Serrano; emparentados a la vez posteriormente con inmigrantes irlandeses e ingleses, como los Crosthwaite, los Ames, los MaCalleer y los Gilbert, algunos de ellos desde los tiempos en que la alta California era parte del territorio de nuestro país. Otros como los Machado desde mucho antes de la dominación norteamericana eran poseedores de una gran parte de extensiones de terrenos correspondientes a la misión de San Diego.
LOS GRANDES RANCHOS
En 1827 siendo jefe político de Baja California el Coronel José María Echendia, otorga en concesión una extensión de 11 leguas al Señor José Manuel Machado, limitado al norte con el rancho Tijuana, al este con el Océano Pacífico y al sur con terrenos nacionales.
LA FAMILIA MACHADO
El Señor José Manuel Machado fue hijo de Don Manuel Machado, quien llegó a San Diego en 1782, como parte del cuerpo de soldados.
A la muerte intestada de José Manuel Machado, sus herederos no llevaron a cabo la liquidación de la sucesión y por tanto no se pudo determinar jurídicamente la repartición de los bienes entre sus herederos, quedando irregular la posesión de 19,311 hectáreas; por lo cual Don Joaquín Machado Valdés de sus once hijos en 1879 promovió el registro ante la Secretaría de Fomento, Colonización Industria y Comercio de la República Mexicana, por si y en representación de sus hermanos y coherederos, la adjudicación del rancho, denunciándolo como baldío y acogiéndose a las leyes de 22 y 23 de Julio de 1863 y la de diciembre de 1874, sobre enajenación de baldíos. Al término a su promoción, Joaquín Machado logró del presidente Porfirio Díaz la adjudicación legal de sus tierras, con un título de propiedad registrado el 14 de mayo de 1885 en el Registro Público de la Propiedad de Ensenada de Todos los Santos, considerada como la fundación virtual de Rosarito, de acuerdo en el Simposium que para efectos se realizó el 12 de octubre de 1991.
Joaquín Machado vivía en una construcción de adobe en un baldío que está localizado dentro del parámetro que ocupa el actual desarrollo turístico “Rosarito Shores”. Las propiedades de la familia Machado según escrituras, incluían extensiones además de “El Rosario”, los ranchos de el “Gato” en San Miguel del Descanso y en la Misión del Descanso.
Las familias Machado, Crosthwaite, Gilbert y Yorba se relacionan entre si y se emparentan a través de los matrimonios de sus hijos, que actualmente son Machado Crosthwaite, Machado Gilbert, Crosthwaite Machado, Ames Crosthwaite, Yorba Gilbert, y que es común encontrar en el poblado de Rosarito. Actualmente se reúnen como tradición en el Rancho de Santo Domingo.
En 1923 el original rancho El Rosario se había divido en varios ranchos:
Rancho Las Delicias, propiedad del Señor José del Carmen Machado.
Rancho Avena, propiedad del Don Manuel Machado.
Rancho del Toro, propiedad de Don Porfirio Machado Gilbert.
Rancho Guacuatay, propiedad de Josefa Machado de Crosthwaite.
Rancho Mesa Redonda, propiedad de Don Manuel Machado Valdés.
Rancho las Delicias
Fundado en 1906 por Jacinto Machado Gilbert, contaba con 400 hectáreas y se encontraba en el centro de la cuenca del arroyo Rosarito.
Rancho Avena
Fundado por Manuel Machado Valdés alrededor de 1930 abarcando en su origen una extensión cercana a las 1000 hectáreas, que se subdividió en:
La Fortuna
San Patricio
La Providencia
A la fecha el Rancho Avena cuenta con 208 hectáreas.
Rancho del Toro
A su fundación contaba con 516 hectáreas dedicadas principalmente a la cría de ganado vacuno.
Rancho Wua_Catay
En su origen comprendió mas de 1800 hectáreas y fue herencia de Josefa y Virginia Machado Serrano.
Rancho Mesa Redonda
En su fundación por el Señor Manuel Machado Valdés, contaba con 700 hectáreas, el desarrollo ganadero de este rancho ha sido posible gracias a la existencia de los aguajes La Paloma, Las Palmas, Las Papas, El Roble, El Panteón, La Canoa y El Encinal.
CREACIÓN DE LOS EJIDOS
En 1937 se nombró una comisión de campesinos que se entrevistó con el Presidente Lázaro Cárdenas en la Ciudad de México. Esté resolvió acordando la expropiación de las tierras que detentaba la empresa Moreno y Compañía para entregarlos a los campesinos mexicanos, organizándose así el Ejido Mazatlán.
El 17 de agosto de 1938 el Presidente de la República, General Lázaro Cárdenas, expidió la resolución que dotó al Ejido Mazatlán de una superficie de 4,671 hectáreas de terreno de temporal para beneficio de los 103 campesinos solicitantes. Este mandato presidencial se publicó en el Diario Oficial el 19 de marzo de 1939.
En 1950 se promueve la formación del poblado elaborando un plano que trazaba las calles.
En 1964, los vecinos solicitan ante el Presidente López Mateos, el cambio de régimen ejidal al de propiedad privada. De esta manera se expiden títulos de propiedad a los posesionarios de los lotes y así se funda el centro de población de Rosarito.
Con el aumento de la población aumentaron las necesidades; el Gobierno Federal construyó un depósito de combustible PEMEX y una planta Termoeléctrica de la CFE para dotar de agua potable y energía eléctrica, ambos proyectos de alcance estatal.
INICIO DEL TURISMO
En 1916 más de 14,000 hectáreas, propiedad de los Machado fueron vendidas a la compañía Explotadora de Baja California, que tenía intenciones de extraer petróleo, proyecto que fue abandonado poco tiempo después.
Esta compañía cambió a “Moreno y compañía”. En 1927 se inicia la construcción del Hotel Rosarito, que incluía un club privado, un hotel con 10 cuartos y un casino. Sin embargo por tratarse de extranjeros el Gobierno Federal intervino y la empresa fue vendida al Señor Manuel Barbachano, quien desarrolla el Hotel Rosarito.
Como en esta etapa la imprecisión de los predios era común ya que con frecuencia no se hacían testamentos, el Señor Barbachano tuvo que pagar a la empresa “Moreno y Compañía” y también a los herederos de los Machado y fue finalmente cuando terminó legalizando su propiedad a través del derecho de prescripción.
Al finalizar 1936 Rosarito contaba con una población de 200 habitantes, incluyendo las rancherías, las construcciones de mayor importancia eran el Hotel Rosarito, Quinta Mendoza, Escuela José María Morelos y Pavón, Subdelegación de Gobierno, Cantina La Paloma, Campo turístico de los Ortíz, Residencia de los Pérez.
En 1937 se prohibe el juego en México, es clausurado el Casino Agua Caliente en Tijuana, el Hotel Riviera de Ensenada y el Hotel Rosarito deja de funcionar como casino, sin embargo, el Hotel Rosarito continuó atrayendo a grandes personalidades.
Por otro lado en 1923 Don Juan Ortíz originario de Sonora y amigo del General Abelardo L. Rodríguez compró varias hectáreas junto al mar a la sucesión de Virginia Machado construyendo una cantina -restaurante y algunos cuartos para turistas. Fue el primer lugar turístico en la carretera Tijuana-Ensenada y se llamaba “Rosarito Beach Resort” que cambió de nombre al de “Rene’s ” para evitar confusión con el Rosarito Beach Hotel con el que colinda.
Durante los años 70’s se construyen nuevos hoteles, restaurantes, condominios turísticos, creció la población y se creó la ampliación del Ejido Mazatlán con 100 lotes y más tarde la colonia Echeverría. Su principal fuente de ingresos es el turismo, siguiéndole la industria, ganadería y agricultura dando como resultado un perfil económico único en el Estado.
A partir de la instalación de la de Termoeléctrica y Pemex, Rosarito comienza un crecimiento acelerado. Surgen nuevos centros turísticos en toda la costa, Popotla, Calafia, Cantamar, Fracc. Villafloresta y Plaza del Mar; posteriormente surgen, Las Gaviotas, Las Rocas, Oceana y New Port Hotel entre otros.
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