HAITI.- Los expertos podrían tardar semanas en encontrar sitios apropiados para suficientes campamentos que puedan contener a todos los desplazados, dijo el domingo la Organización Internacional de Migraciones
El derrumbe de gran parte de la capital haitiana ha dejado sin techo hasta a un millón de personas, uno de cada nueve habitantes del país caribeño, según una estimación de Naciones Unidas y no alcanzan las carpas, ni mucho menos los edificios estables, para alojarlos.
Los expertos podrían tardar semanas en encontrar sitios apropiados para suficientes campamentos que puedan contener a todos los desplazados, dijo el domingo la Organización Internacional de Migraciones.
''También necesitamos carpas. Hay escasez de carpas'', dijo Vincent Houver, jefe de la misión en Haití de ese organismo multilateral.
Houver dijo que la agencia tiene 10 mil carpas tamaño familiar en Puerto Príncipe, pero calcula que se necesitan 100 mil. El organismo pidió donaciones de 30 millones de dólares para comprar carpas y otros implementos y hasta ahora ya recibió dos tercios de ese monto, dijo.
El gobierno de Haití quiere que las cerca de 700 mil personas sin hogar que se refugian bajo sábanas, tablas y hojas de plástico en áreas públicas de la capital encuentren mejores condiciones alojamiento con familiares o en algún otro lugar.
Los funcionarios estiman que unos 235 mil ya han aceptado su oferta de transporte gratis para salir de la ciudad y muchos otros se fueron por su cuenta, algunos a pie.
Unas 50 mil a 100 mil personas regresaron a la región de la ciudad costera de Gonaives, que muchos habían abandonado tras dos inundaciones devastadoras hace seis años.
''Vivir en Puerto Príncipe es un problema. Irse a Gonaives es otro problema'', dijo Maire Delphin Alceus. ''Donde vayas es un problema. Si pudiera, me habría ido del país y estaría en otro lado, pero no tengo cómo hacer eso''.
La hija de Alceus fue una de los miles que murieron en Gonaives por las inundaciones que trajo la tormenta tropical Jeanne en 2004. La familia se mudó a la capital, donde el sismo mató a su hijo de 26 años y a su media hermana, quien los mantenía con su negocio de importación.
Lo que le queda ahora es volver a Gonaives. ''Estoy asustada, pero estoy viva por voluntad de Dios'', dijo Alceus.
La capital volvió a sacudirse el domingo con una réplica de magnitud 4.7, una de más de 50 desde el sismo del 12 de enero.
El gobierno ya enterró más de 150 mil cadáveres, dijo el domingo una ministra, pero aún quedan miles entre los escombros y en otras zonas del país y otros fueron quemados o enterrados por los deudos.
El lunes, funcionarios de países y organizaciones internacionales se reunían en Montreal para debatir cómo coordinar el operativo de ayuda. La comunidad internacional ha prometido mil millones de asistencia de emergencia a Haití.
No hay comentarios:
Publicar un comentario