* Perales se dijo ser influyente en la contraloría de Sindicatura Municipal
* Al defender a su amigo arremetió contra Juez Calificador, Secretario y Director de la municipal.
PLAYAS DE ROSARITO.- El polémico priísta Roberto Perales Sánchez, agredió verbalmente al Juez Calificador de la delegación Zona Centro, al Capitán Montero, Secretario de Seguridad Pública y al Mayor Magdaleno Vázquez Luis, Director de la policía municipal al intentar liberar a su amigo José Alfonso Islas Morales, quien después de festejar el triunfo de la selección mexicana conducía en completo estado de ebriedad por las calles de Rosarito..
Los hechos se suscitaron al filo de las once de la noche, cuando los uniformados observaron que una panel color gris mazda circulaba a exceso de velocidad y que al detener la unidad se dieron cuenta que el conductor Islas Morales, conducía con severos síntomas de intoxicación alcohólica.
El detenido por los oficiales inmediatamente hizo gala de prepotencia y llamó a su compañero de juerga Roberto Perales, para que lo liberara de los municipales no sin antes proferirles una serie de palabras altisonantes a los agentes que lo llevaron hasta la delegación Zona Centro de la policía municipal.
Una vez que arribaron a la delegación, hizo su aparición Roberto Perales quien ostenta el cargo Contralor Municipal de la Sindicatura en Rosarito, mismo pidió la liberación inmediata de su amigo y vociferó groseramente en contra del Juez Calificador Manuel Salazar Martínez.
Sin la presencia del Capitán Montero ni del Mayor Magdaleno, “Beto Pedales”, dijo que a él le hacían los mandados los responsables de la seguridad rosaritense y que por ello exigía la liberación de Islas Morales y de no ser así se la verían con él sindico Arístides Valdespino es cual dijo era de su gente, amenazando directamente a los policías.
Una vez que se hizo la revisión y certificación médica del detenido este andaba muy por encima de los grados de alcohol permitidos e incluso Perales, estuvo presente en la certificación y en todo momento abogando lo indefendible.
Finalmente el influyente funcionario no pudo salvar de las rejas a su amigo y perdió el caso, en tanto que Islas Morales, fue turnado al ministerio público donde tendrá que deslindar responsabilidades de su estado etílico.
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