Por Odilón García
Cuando le echaron la toalla en la cabeza para asfixiarlo, sintió que todo había terminado y en ese momento la desesperación se convirtió en pánico para abrirle paso a la impotencia. Se hacía presente esa maldición recurrente en México impunidad.
Afuera 16 unidades de la Agencia Federal de Investigación bloqueaban el paso al callejón. Ríos de gente visitaban la Zona Norte, en pleno fin de semana y ante la presencia policiaca, se arremolinaban sin alcanzar a ver lo que ocurría.
De pronto, una voz capitalina que recuerda la película de PEPE EL TORO, sale de la humanidad lastimera de un hombrecillo regordete, con un chaleco viejo y roído de AFI, --sin gafete de identificación claro!— se interpone a los reporteros:
--NO PUEDEN PASAAAR HIJO!
Son los peones, madrinas que ladran al que se acerca, son los que sin serlo, se sienten más PGR que el propio EDUARDO MEDINA MORA.
Aquí, en Tijuana de cara a estos hombres sin capacitación termina la voluntad presidencial de Felipe Calderón; termina el acuerdo nacional por la seguridad y la justicia; hasta aquí se acaba la voluntad del gobernador José Guadalupe Osuna Millán por establecer un orden, respeto y estado de derecho.
“La federal --diría unas hora antes, sin saber de este operativo (!) un alto ejecutivo de medios de comunicación en una charla con reporteros— ha vuelto a ser la misma que hace una década, AFI corrompida y sus elementos investigados por la silenciosa interpol, con sendos expedientes en la DEA. Es una pena, volvieron a ser lo mismo”
Pero nadie lo entiende hasta que lo ve, hasta que surge el testimonio y la rabia de todos los que atestiguaron un asalto, el robo de las ventas en los locales de aquel sábado por la madrugada y la agresión física a las mujeres que ahí laboran desde hacer muchos años.
La Asociación de Servidores turísticos estima que unos 10 mil dólares se desaparecieron de las cajas de los diferentes bares con el cateo –sin orden de juez— que efectuaron los agentes de la AFI y PFP.
“A mi, me tuvieron ahí tirado, me pedían identificación y les enseñé mi canasta con pepitas y muéganos. Ellos saben quienes son los que tiran, porque nos tratan así”, dijo Antonio Sotomayor, un humilde vendedor nocturno originario de Guerrero que recorre bares vendiendo botanas.
Una señora que vende flores justo frente al “Río Rosas”, un bar, ubicado en la esquina del callejón Coahuila y Niños Héroes se queja a grito partido: “…y ahora que voy a vender… estos señores no les importa fregarnos a los comerciantes”
Los policías solo la observan con rencor. Una camioneta con placas de Nuevo León PT 03 646 espera como otra de las unidades de la federal. Algunas patrullas están rotuladas y con número de registro la 10309 negra con torretas obstruye el paso de los vehículos.
Martín Rubio Millán, delegado de la PGR en la región, no está presente. Tal vez él hubiese impedido que un sujeto con playera a rayas desistiera en utilizar los cuartos 15 y 16 del “Hotel Cascadas” para TORTURAR a tres personas. Con una toalla mojada en la cabeza los amenazaba de muerte, las armas apuntando a los que ahí laboran manejando el factor miedo.
Para el abogado Víctor Herrero Otero, presidente del Colegio de Abogados Constitucionalistas este es un claro ejemplo del exceso policiaco. Golpea el escritorio donde es entrevistado y dice con energía:
Esto no lo podemos permitir, no lo vamos a solapar y lo vamos a denunciar como colegio y con toda seriedad.
José Ramón del Real, representante del Colegio de Abogados Constitucionalistas de Rosarito, también cuestionado al respecto manifestó que se violaron las garantías que como país otorga México a los turistas que visitan su territorio ya que muchos extranjeros que estaban divirtiéndose en estos lugares fueron tirados al piso y mantenidos así durante al menos 3 horas.
“…El estado comete más violaciones con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico”, manifestó el presidente del Centro Binacional de Derechos Humanos, Víctor Clark Alfaro al ser cuestionado sobre el operativo en el que participaron unos 40 elemento uniformados de AFI y PFP, sin contar con los supuestos “madrinas” que se encontraban acordonando los alrededores y la policía municipal que colaboró en cerrar las calles aledañas.
Cuarto 16, del hotel cascadas, cuarto 15, se escucha el grito de PEPE EL TORO:
´ORITA VOY A REGRESAR ´PA VER SI YA TE ACORDASTE(S).
Los retenidos en su lugar de trabajo, esperan que la pesadilla pase pronto, mientras sienten la presión de las esposas que les aprietan, muerden las muñecas y sobre la piel blanca de uno de los detenidos le pone los dedos amoratados.
Casi las 3 de la mañana, los encapuchados y vestidos con chaleco antibalas, cargados con metralletas se suben a sus unidades. Lentamente se retiran, los retenidos son soltados, se van sin un solo detenido.
Se retiran, sí, como ladrones, con el botín de la noche, dijo César Sánchez, presidente de la Asociación de Servidores Turísticos A.C.
La tortura y las prácticas corruptas de las policías en los tres órdenes de gobierno han sido denunciadas por el Centro Binacional de Derechos Humanos desde 1997.
El catedrático de la Universidad Estatal de San Diego, Víctor Clark Alfaro ha documentado 400 casos de este tipo. En 1990 se creó una asociación denominada Rubén Oropeza Hurtado (un reo federal muerto cuando sus intestinos se paralizaron por la brutal golpiza que recibió por parte de elementos del comandante de la Federal –por cierto ejecutado en Michoacán— José Luis Larrazolo Rubio.
De 97 denuncias de tortura presentadas por el CBDH contra elementos policiacos, estatales o federales, ninguna ha prosperado.
LA TORTURA EN MEXICO ES UNA MUESTRA DE LA BRUTALIDAD Y LA FALTA DE ESTRATEGIA E INTELIGENCIA POLICIAL.
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