Por Alfredo Calva.
Durante la transmisión del pasado lunes 10 de julio, de su bodrio, Montserrat Caballero Ramírez alcaldesa de Tijuana, al que ella denomina “Despierta la Esperanza”, tuvo de nuevo un momento de desconexión entre el cerebro y la lengua al invitar al diputado local, Sergio Moctezuma Martínez López, “para hacer política de más alto nivel”, lo que se antoja imposible que ambos actores puedan realizar dadas las capacidades que han mostrado en los últimos días.
La falta de oficio político de la alcaldesa ha sido muy evidente, cierto es que el patán del legislador ha abusado de su posición para denostarla, lo que la primer edil erróneamente dejó pasar, ya que desde el primer denuesto debió de aprovechar la oportunidad y presentar la denuncia respectiva por violencia política por razón de género.
O, cuando el oligofrénico parlamentario se encadeno a la puerta de acceso a la oficina de la presidente municipal y en esa payasada empleo de forma indebida y violentando sus derechos a infantes, por lo que debió de solicitarse la intervención directa de la Procuraduría de la familia y defensa del menor, para que actuara judicialmente en contra del integrante del poder legislativo estatal.
Sin embargo, la edil quiso jugar políticamente para ridiculizar al diputado de marras y terminó enredada con sus propias acciones, que no solo la evidenciaron como una pésima operadora política, como los grupos de choque que envió en contra de Moctezuma Martínez y sus acompañantes, cuyo clímax fue la represión que ordenó a los elementos de la policía municipal que resguardan las instalaciones de Palacio Municipal en contra del diputado y seguidores y que quedó registrada en múltiples vídeos.
La instrucción de represión dada por la alcaldesa, ella admitió haber girado la orden, no solo la colocó en una situación delicada, también generó que actores que no estaban en su reality show de confrontación político verbal con Sergio Moctezuma Martínez, ahora se encuentren en una disyuntiva de carácter legal y político, el Síndico Procurador, Rafael Leyva y los integrantes de la XXIV Legislatura de Baja California, quienes tendrán que establecer el grado de responsabilidad de la presidente municipal.
El Síndico, de nuevo tendrá un asunto escabroso que con base a sus actuaciones en otros temas de importancia, como el tema de las concesiones de arrastre de vehículos, concluirá que el problema debe de meterse bajo la alfombra del olvido, en detrimento de su ya resquebrajada imagen como funcionario público y, en el Congreso del Estado, la Comisión de Reforma de Estado y Jurisdiccional, deberá aplicarse y definir, si el diputado Moctezuma Martínez presenta, como lo declaró, solicitud de juicio político en contra de la alcaldesa de Tijuana, si este es procedente y con ello el desafuero y otras acciones punitivas para Caballero Ramírez.
En fin, la obra sigue y “la política de alto nivel” no aparecerá, los participantes en este vodevil telenovelesco no cuentan con la estatura para lograrlo, es un sueño guajiro de la alcaldesa, a lo más que pueden llegar en estos momentos, es a detener las agresiones y a esperar la clemencia política de la Sindicatura y en su caso, de la Comisión de Reforma de Estado y Jurisdiccional.
Cotilleo político….
“La enemiga de mi enemigo es mi amiga”, el que entendió lo entendió.
Y mientras tanto….
A su arribo al aeropuerto de Tijuana el gemelo de Samuel González Quiroz, envió su filosófico mensaje, “los pies en el piso siempre son necesarios cuando uno ejerce una responsabilidad pública”, sabiduría pura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario