Por Alfredo Calva. Cómoda y tendenciosa la crítica de la presidente municipal de Tijuana, Montserrat Caballero Ramírez, al señalar que los responsables de que muchos delincuentes que la policía municipal detiene y entregan a las autoridades correspondientes, sean liberados a las horas o pocos días de su detención, son las Fiscalías Generales del Estado o de la República e integrantes del Poder Judicial de Baja California.
De acuerdo a lo declarado por la primer edil tijuanense, poco o en nada beneficia a los ciudadanos que quienes delinquen sean detenidos por los elementos de la policía municipal y entregados a las fiscalías para su procesamiento y puesta a disposición de la autoridad jurisdiccional correspondiente, si en cualquiera de estas entidades a las horas o días se les deja en libertad.
Es por ello, que la alcaldesa pide realizar revisiones a los procedimientos que llevan acabo el personal de las fiscalías y el comportamiento de los miembros del poder judicial, específicamente los jueces de control, para detectar y corregir las fallas que permiten las puerta giratorias que a muchos delincuentes los hace ser puestos en libertad para volver a delinquir.
La conclusión de análisis de la alcaldesa es parcialmente correcta, pero dolosamente tendenciosa, ya que en su análisis intentar justificar el fracaso en el combate a la inseguridad de su Secretario de Seguridad, Fernando Sánchez González, al no incluir, es abogada y sabe de ello o al menos eso se supone, una variable que incide y mucho en la generación de las puertas giratorias, la participación de sus policías municipales en la elaboración de los llamados Informes Policiales Homologados (IPH), documento que si no es correctamente realizado permite la liberación de los delincuentes en las fiscalías.
La realidad nos muestra que, muchos delincuentes se salvan de acciones punitivas a través de la famosa puerta giratoria, en la mayoría de las veces, debido a la corrupción que impera entre elementos de las policías de los tres órdenes de gobierno, los ministerios públicos del Estado y la federación, al igual que el los miembros del poder judicial en ambos niveles de gobierno.
Se requiere de verdadera voluntad política de las partes involucradas para tener una supervisión y fiscalización permanente sobre los funcionarios que participan desde la detención hasta la presentación de los delincuentes ante los jugadores que habrán de sancionarlos, para que lleven a cabo sus tareas de manera correcta e inhibir posibles actos de corrupción y con ello erradicar la presencia de las puertas giratorias que actualmente favorecen a muchos delincuentes.
Cotilleo político….
El santo que veneran con fervor algunas funcionarias de gobiernos estatal y municipal, por ser altamente milagroso y efectivo, es San Góngora, cuya capilla se encuentra sobre el Boulevard Benito Juárez.
Y mientras tanto….
La empresa Fisamex, socia soterrada de la administración estatal pasada, será sentada en el banquillo de los acusados para ser investigada y probablemente castigada penalmente.
Presiona la imagen y...
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