* Lo dijo Miguel de Unamuno: "El progreso consiste en renovarse".
Por Hugo Isaac Rea Torres.
Cegados por el dinero que les dió el poder y el poder que les dió el dinero, los panistas corruptos, mañosos, aviesos, acostumbrados a sus viejas prácticas, no entendieron el dicho popular de "renovarse o morir".
Luis Rodolfo Enriquez Martínez, moribundo dirigente del PAN en Tijuana, no entendió que el cambio generacional es avasallador y pretendió mantenerse en el cargo ante el rechazo de la famélica membresía con la que cuenta ahora ese partido que dice ser "la segunda fuerza política en la entidad".
Antes de buscar la cercanía social, de lo cual se divorció hace años para dedicarse solo a hacer insustanciales e intrascendentes señalamientos en contra de quienes democráticamente les arrebataron el poder público, "Fito" Enríquez no dio importancia a la atención de sus representados y dejó que se mantuviera el éxodo de militantes a otros partidos.
La evidencia irrefutable es la participación en la renovación de la dirigencia local de solo el 50 por ciento de la militancia que tenía registrada en Tijuana el instituto albiazul.
El mensaje fue claro: ni los panistas quieren a los panistas. Sacaron a "Fito" por la puerta de atrás, pues solo alcanzó 444 votos de los 1, 589 que registró el proceso. ¡Lo mandaron al tercer lugar!
La cofradía de la corrupción enquistada en la cúpula panista creyó que el gatopardismo seguiría siendo su fiel aliado, sin detenerse a observar que las bases día a día se han ido politizado, viendo con mis claridad quienes les representan.
"El Fito" Enriquez no olvidará jamás su propia frase: "El PAN tiene las puertas abiertas para quien llega como para el que se va" y él ¡ya se va!
Hasta aquí la dejamos, no sin antes recomendarles que ¡NO SE ENREDEN Y PUNTO!
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