Por Sergio Anzures.
De verdad da risa la propaganda de campaña de Enrique Méndez Juárez, candidato a la dirigencia estatal del PAN, es de chiste.
A lo mejor es así, porque al “Kiki” Méndez le gusta contar chistes a sus amigos y socios políticos de Tijuana.
Enrique Méndez se califica como una persona honesta, congruente y de respeto, lo cual parece una broma para panistas.
Para ser honesto hay que ser congruente y “Kiki” Méndez, aseguran panistas, es un vividor del erario, no sabe lo que es trabajar.
Siempre a lado de gente acusada de corrupción como su compadre Oscar Martínez.
Recuerdan que Méndez Juárez estuvo involucrado en el “factura-gate” en el 2003 y 2004 como regidor de Tijuana.
Jesús González Reyes era el alcalde de Tijuana y regidores del PAN, PRI y otros partidos crearon empresas "fantasma"para que les facturaran y presentaban al Ayuntamiento recibos para que les pagaran.
Ese dinero del pueblo, aseguran, se lo metieron a la bolsa y la denuncia presentada en la Procuraduría de Justicia del Estado y en la Cámara de Diputados Local no prosperó porque hubo negociación política.
Al terminar su gestión como regidor, “Kiki” Méndez puso una pollería y se compró un carro nacional del año, pero a los pocos meses tronó y se gastó lo que traía de lo “juntado” como regidor y tuvo que regresar el vehículo.
Claro, después que los representantes de la agencia de carros lo anduvieron buscando para quitarle el vehículo.
Esos hechos demuestran que Enrique Méndez no tiene ni honestidad ni congruencia.
Militantes del PAN cuestionan: ¿qué respeto puede puede tener si sus jefes Jesús González, Jorge Ramos y algunos de sus seguidores lo utilizan como un bufón? ¿Cómo lo respetarán los dirigentes de los demás partidos con un personaje que ni los panistas respetan?
Es el futuro negro del PAN en Baja California.
Presiona la imagen y...
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