Del asombro al estupor, del ilusionismo al desencanto, del horror al coraje, a la frustración, fuimos sufriendo este año 2015 que ya fenece y donde lo más triste, nos no se ve siquiera una tenue luz al final del oscuro túnel.
El Presidente Enrique Peña Nieto, (ineptitudes aparte), enfrenta el principal reto de lograr un crecimiento en la economía, para poder concluir su periodo restante de cuatro años. Asunto nada menor, cuando del Presidente se burlan hasta los niños, lo que ya de por si es grave. Tan es así, me confirma mi hija Laura Elvira, que la posibilidad de una intervención de los Estados Unidos de Norteamérica, por decirlo diplomáticamente, más directa, al alegarse motivos de alta seguridad nacional y representar nuestro país y sus escandalosas matanzas, desapariciones y demás atrocidades solapadas por una gran corrupción desde los gobiernos, es un tema que ya se comenta, se analiza y se revisa en las escuelas de nivel preparatoria, en las universidades, al estar todos preocupados por este ambiente de crispación en que se nos fue el año. Mal estemos nosotros quizás en pensar siquiera en esa posibilidad con todos sus “asegunes”, cuando nuestros vecinos del norte, tiene también una responsabilidad compartida por lo que pasa o deja de pasar en nuestro país. A propósito de la anunciada reanudación de relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y nuestra querida Cuba. Seguimos rezagados y por mucho, nuestro país deja de ser ejemplo de liderazgo a nivel internacional cuando se hablaba de nuestra soberanía nacional como algo real, tangible. De un liderazgo en los tiempos de los presidentes Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos, quizás esta sea otra falacia otra dosis de la simiente con que los gobiernos de la post revolución han alimentado a base de patrañas, de verdades a medias y una descarada manipulación informativa, del burocratismo de nuestro sistema educativo. Es este, nos parece, el principal dilema de nosotros los mexicanos, se poder avanzar civilizadamente, ante tanto descrédito, recelo, desconfianza y quizás de una ira acumulada entre el pueblo, contra sus gobernantes. Por tanta manipulación descarada, sometimiento institucional, de que nos sigan “maquillando” la realidad, de que se nos siga dando “gato por liebre”, de tanto político sátrapa, falsario, mezquino, ladino y burlón. Y no aludimos al mediocre Diputado relamido, Chris López. Saludos, mis amigos.
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