Es tan común la voracidad de los políticos, que la voz popular hace chistes al respecto. Uno de estos, refiere el encuentro de dos políticos.
Uno de ellos, alcalde en funciones, le recrimina a su antecesor : “Ya ni friegas, me dejaste 100 mil pesos en caja”. El ex, sumamente sorprendido, y preocupado, forma la señal de la cruz con la mano derecha y la acerca a sus labios : “de verdad te lo digo, que no los ví. Si los hubiera visto, de endejo los dejo”.
En Tecate, el llamado “Pueblo Mágico”, en tono sarcástico, cuentan que el exalcalde Javier Ignacio rbalejo Cinco, fue más allá que el ex del chiste. Que para que su sucesor, César Moreno, no le recriminara nada, que mejor se llevó a su casa la chequera del Ayuntamiento. Que ahí instaló una “sucursal” de la Tesorería Municipal.
Bueno, a menos de que se trate de un “fantasma”. Lo cierto es que el Tesorero del XXI Ayuntamiento de Tecate, C.P. Rodrigo de Bivar Castañedo Peñuñuri, durante la primer semana del inicio de la gestión administrativa, andaba “acalambrado”, porque las cuentas bancarias del gobierno municipal, estaban registrando movimientos, no realizados por personal a su cargo.
Dicen que andaba “amarrillo”. Que no quería entrar solo a la Tesorería, pues decía : “aquí espantan”. Una vez que reflexionó y reconoció que ni los fantasmas, ni los espantos, gastan dinero, decidió acudir a las instituciones bancarias y solicitó, además de un reporte de los movimientos realizados, luego del 1 de diciembre en que tomaron posesión, el congelamiento de las cuentas.
Lo revela en el oficio TES/863/2013, del expediente 29.94/, de fecha 20 de diciembre de 2013, de la Tesorería Municipal, dirigido al Síndico Procurador. “Se detectaron algunos movimientos que no fueron autorizados por esta Tesorería, ni realizados por el personal que labora actualmente en la misma”, le indica.
El Tesorero afirma, que el 2 de diciembre de 2013, o sea al segundo día de inicio de gestiones del XXI Ayuntamiento de Tecate, detectaron una transferencia por 700 mil pesos. Cita la cuenta de remisión, así como la de recepción. Jura, que dicho movimiento no se realizó por el personal de la Tesorería, ni en las instalaciones de la misma. Casi dice : ¡huy, qué miedo!
Cuatro días después, el 6 de diciembre de 2013, detectaron otros extraños movimientos. Un cheque, por la cantidad de 376 mil 438 pesos con 34 centavos, fue devuelto por insuficiencia de fondos. Entonces, el “fantasma”, por llamarle de alguna forma, efectuó un depósito por la cantidad de 5 mil 950 pesos, presuntamente para fondear la cuenta y adquirir un cheque de a caja, por el mismo monto del cheque rechazado, al parecer para pagar o cubrirlo.
Al indagar, se percataron que dos de las cuentas bancarias utilizadas, no estaban registradas en la Tesorería Municipal y por lo tanto en la dependencia no existían constancias documentales relativas al manejo de las mismas. Qué interesante.
Pero ahí, no paró todo. Le siguieron “jalando al hilito” y descubrieron más cosas raras.
En las cuentas bancarias del Ayuntamiento, no registradas en Tesorería, encontraron un saldo por la cantidad de 7 millones, 70 mil 695 pesos y otro por 1 millón, 408 mil 817 pesos con 57 centavos.
Por lo tanto, solicitaron estados de cuentas de todas las aperturadas y entonces detectaron movimientos realizados sin autorización o conocimiento de la Tesorería. Dicho en otras palabras, resultaba evidente, que eran operadas desde la “sucursal”.
El 3 de diciembre de 2013, realizaron un depósito salvo buen cobro –o sea mediante cheque- por la cantidad de 380 mil pesos, con el propósito de cobrar, un día después, un cheque por 376 mil 808 pesos con 39 centavos. Apenitas se cubría.
El 9 de diciembre de 2013, se realizó una orden de compra, o sea un cheque de caja, de una cuenta, para transferir a otra, por un monto de 1 millón 400 mil pesos.
El 10 de diciembre de 2013, se realizó un cargo, por transferencia de enlace, de una cuenta a otra, por un monto de 2 millones 500 mil pesos. Ese mismo día hicieron una transferencia, de una cuenta a otra, por 1 millón 100 mil pesos.
Al 10 de diciembre de 2013, una de esas cuentas, tenía un saldo de 12 millones 70 mil 695 pesos, que retiraron, vía transparencia, por un monto de 12 millones de pesos a otra de las cuentas y a la vez, de esta cuenta, transfieron esa cantidad a otra cuenta.
Para evitar que la “Sucursal” siguiera haciendo movimientos, el 11 de diciembre del 2013, por instrucciones del Alcalde César Moreno, funcionarios municipales solicitaron la congelación de dichas cuentas bancarias.
Lo más delicado de todas estas maniobras, es que una de las dos cuentas no registradas, fue en la que con fecha 29 de octubre de 2013, se efectuó un depósito por la cantidad de 74 millones 977 mil 725 pesos con 15 centavos, que se presume corresponde al crédito de 80 millones de pesos, solicitado por Urbalejo para realizar obras diversas y que tal parece manejaba desde su casa. Salvo prueba en contrario.
Si a esto se le agrega, el pago de facturas a cargo de constructores particulares, respecto a trabajos realizados por empleados del gobierno municipal, así como obras incompletas y otras mañosadas, el asunto de Urbalejo está sumamente caliente. Lo de la “sucursal” de la Tesorería Municipal, rebasa los límites de la audacia de muchos otros políticos.
gil_lavenants@hotmail.com
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