* “Que digan lo que digan, el Padre Rebelde, el Padre de la maña, Raymundo Figueroa Pérez sigue aquí al frente de su comunidad".
Por Gerardo Díaz Valles
“Que digan lo que digan, el Padre Rebelde, el Padre de la maña, Raymundo Figueroa Pérez sigue aquí al frente de su comunidad, expreso en su primer misa luego de permanecer nueve meses en una prisión de los Estados Unidos acusado de tráfico de indocumentados.
En su mensaje a una grey expectante que lo sigue “con fidelidad y sin juzgarlo”, el llamado “Padre Rebelde” se confesó públicamente ante sus seguidores: “Ante los ojos de los hombres quizás hice mal, mas ante los ojos de Dios que no. Más bien creo que me dio una oportunidad para acercarme a personas buenas en reclusión que están muy abandonadas”, expuso.
Momentos emotivos se vivieron cuando el Padre en proceso de excomunión, fue recibido entre coros, lágrimas y abrazos, mientras los organizadores con Banda Mariachi y conjunto Norteño realizaban lo necesario en el estacionamiento de una plaza comercial cerca de su templo del “Sagrado Corazón de Jesús y de María”.
Campanas al vuelo y cohetones que estallaban al aire, se conjugaron con un ambiente de fiesta animado por artistas, coros infantiles y varios grupos musicales que se alternaron para darle una calurosa bien venida al “hijo prodigo”.
El polémico sacerdote, entre sollozos, también le envió un mensaje a sus no pocos detractores, a quienes recordó que su misión es la de construir, nunca la de destruir. Al tiempo de que agradecía a sus seguidores por no cuestionarlo y no condenarlo de antemano.
Que le pide a Dios que le quite todo rencor de su pecho, consciente de que “esta guerra no la empezó el”, por lo que dijo dejara que justamente la detengan este clima de linchamiento hacia su persona quienes iniciaron estos ataques.
Revelo que a consejo de algunos, su mejor defensa ha sido el silencio: “Porque el silencio?, pues porque si esta guerra no la iniciamos, que la declaren quienes la avivaron”, dijo.
Al tiempo que adelantó que, apegados a la Palabra de Dios, seguirá trabajando en silencio, “para demostrar con trabajo que Dios está en todas partes”.
Incluso el Padre Figueroa Pérez, dejo entrever su rencor que mantiene en contra de un sector de la Prensa, misma que pronto se presto para exhibirlo y hacer escarnio público hacia su persona.
Luego aclara que su relación con los medios informativos será por medio de los buenos oficios de la comunicadora Marcela Lara, conocida por los representantes de los medios informativos locales.
La misa programada al filo de las 12:30 horas, fue utilizada para exponer parte de lo sucedido en su caso ante lo que dijo, “las leyes de los hombres”, pero aclaro que su conciencia está tranquila y aseguro que no anda en cosas ilícitas como el narcotráfico o el lavado de dinero como se le ha pretendido involucrar de manera sistemática.
El Padre Ray, narro parte del sufrimiento mezclado con vergüenza por permanecer varios meses en prisión al lado dijo de “personas tan malas y tan buenas”, y lamento que la Iglesia Católica no esté más de cerca de las personas que purgan alguna condena en la cárcel.
En reiteradas ocasiones su discurso debió de ser interrumpido al quebrársele la voz emocionado y con el llanto retenido en su garganta, para luego ser respaldado cariñosamente por la multitud con una cascada de aplausos.
Por lo que adelanto su compromiso de dedicar cada 23 de mes, un día de oración y trabajos en apoyo de los presos y de sus familias.
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