TIJUANA.- Con el clásico gatopardismo que durante ocho décadas y media le ha caracterizado, el Partido Revolucionario Institucional engañó a sus militantes, violando sus propios estatutos, sobre la renovación de la dirigencia en Baja California.
Tras anunciar la convocatoria en la que citó el 10 de abril a los consejeros estatales para definir “las reglas del juego” del proceso de elección de dirigente, la trabajadora social Nancy Sánchez Arredondo finalmente tuvo que ceñirse a las órdenes piramidales que el llamado “nuevo PRI” mantiene desde 1929, a fin de que fueran los emisarios del Comité Ejecutivo Nacional quienes enfriaran las pasiones de los “acelerados”
Al viejo estilo del tricolor, los emisarios de la dirigencia nacional ofrecieron posiciones a quienes manifestaron abiertamente su derecho de dirigir el PRI-BC, mientras que otros declinaron a su pretensión “porque las condiciones no están dadas ni son favorables para intentar dirigir al PRI”.
En ambos casos eran personas identificadas con quienes desde el 2007 mantienen fracturado al Revolucionario Institucional de Baja California: Jorge Hank Rhon y Fernando Castro Trenti impidiendo esa situación que el PRI haya podido recuperar la gubernatura con ambos personajes como candidatos en el 2007 y 2013, respectivamente.
Fue esa la razón por lo que la dirigencia nacional intervino directamente para definir que continuara al frente del instituto político Nancy Sánchez Arredondo, pero con José Lauro Aréstegui Verdugo en la secretaria general, a fin de terminar con la beligerancia Castro-Hank, pues Aréstegui está muy cercano al secretario de finanzas del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Luis Vega, quien mantiene una relación de amistad muy cercana y debe esa posición a Enrique Peña Nieto.
Con esa maniobra, y con el ofrecimiento a Nancy Sánchez de la candidatura en el 2015 a diputada federal por el Distrito Uno con sede en Mexicali, la dirigencia nacional ascenderá como cabecilla a Lauro Aréstegui para que sea él quien se encargue del proceso de definición de candidatos a alcaldes y diputados locales en el 2016, obviamente con la supervisión cercana del CEN del PRI.
No obstante la estrategia definida por los operadores de César Camacho Quiróz, no faltó en Baja California quien criticara la acción de la dirigencia nacional al manifestar textualmente: “Conforme a la convocatoria del CEN del PRI, el actual proceso de renovación de la dirigencia estatal, sustenta y alienta el continuismo, que ha generado sucesivas derrotas electorales.
“Algo sumamente grave, aunado al hecho de que no existen condiciones, que garanticen la aplicación de los principios rectores de todo proceso democrático, como son certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, equidad, objetividad, transparencia y certidumbre.
“Es lamentable, la postura asumida por la dirigencia nacional de nuestra organización política, de no atender las manifestaciones públicas y privadas de diversos grupos y distinguidos militantes, reclamando apertura y garantías de participación equitativa, sin distingos ni preferencias”.
Sin embargo y ya calmadas las aguas al interior del Revolucionario Institucional en Baja California, empiezan a mencionarse algunos nombres de quienes tienen posibilidades de ser nominados como candidatos a diputados federales el próximo año, por lo que si se define para una mujer el primer distrito, sería para la “nueva” dirigente: Nancy Sánchez, quien, de ser así, dejaría en el camino a al ex diputado local y dirigente magisterial Gregorio Carranza y a Juan Carlos Fierro Yáñez, reconocido dentro del sector campesino mexicalense.
En tanto, el Distrito Dos podría asignársele a la rosaritense ex diputada y ex dirigente sindical del Sector Salud, Virginia Noriega Ríos. Hasta el momento para el Tercer Distrito se menciona al profesor ex diputado local, Alfonso Garzón Zataráin.
El Séptimo Distrito lo están disputando dos ex alcaldes: Javier Urbalejo Cinco, de Tecate, y Francisco Pérez Tejada Padilla, de Mexicali, en tanto que para el Octavo Distrito se rumora que podría asignarse la candidatura a Rosana Soto.
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