El “abogado del diablo”, es una denominación que se aplica, a quienes salen en defensa de alguien, no obstante estar consciente de que es responsable de los delitos que se le imputan. Generalmente, es el caso de los abogados de narcotraficantes. Saben que son un peligro social, que han causado mucho daño, pero buscan, la “inocencia” de sus clientes, en las fallas de las autoridades.
Wikipedia, la llamada Enciclopedia Libre, recuerda que así se identificaba al procurador fiscal, en los antiguos juicios o procesos de canonización de la Iglesia Católica. Era tan duro o exigente, que parecía el representante del diablo, pero precisamente porque su papel era objetar, exigir pruebas y descubrir posibles errores, en la documentación presentada para demostrar los méritos de candidatos a los altares, como beatos o santos.
En política, podría llamarse así, a quienes salen en defensa de funcionarios de conducta dudosa, sin importar el tamaño o gravedad de los señalamientos, ni el cargo público del personaje sometido a juicio. Algo así como defender al líder priísta del Distrito Federal, al que se acusa de encabezar una red de prostitución, argumentando que en realidad es un “luchador social”, porque busca “fuentes de trabajo” a las mujeres desempleadas.
Ese es el papel que desempeña, la dirigente estatal del PRI en la entidad, la exdiputada Nancy Sánchez Arredondo, quien se ha convertido en defensora de los exalcaldes priístas, a los que se les imputan actos de corrupción, como ocurre con Francisco Pérez Tejada, de Mexicali y Javier Robles Aguirre, de Playas de Rosarito.
En ambos casos, los actuales alcaldes, son miembros del Partido Acción Nacional, Jaime Díaz Ochoa, de Mexicali y Silvano Abarca Macklis, de Playas de Rosarito. En ambos casos, han denunciado a sus antecesores, ante la Procuraduría de Justicia del Estado, por presuntos malos manejos, en sus respectivas administraciones.
Nancy, no es Licenciada en Derecho, sino Trabajadora Social, pero suele utilizar el ataque a los rivales, como estrategia en la defensa de sus afines. Sin intentar siquiera el probar la supuesta inocencia de los políticos de su partido tricolor, reclama de sus rivales acusadores, que se dejen de campañas mediáticas y acusaciones, y que mejor se pongan a trabajar.
Como si lo hecho por los exalcalde priístas, haya sido poca cosa. Los cinco en total, dejaron a sus respectivos ayuntamientos, en plena bancarrota, con cuentas borrosas y llenas de dudas y sospechas. La dirigente priísta debería estar preocupada por exigir la investigación de las cosas, para que la autoridad competente determine responsabilidades o dizque inocencias.
El haber recuperado las cinco alcaldías de Baja California, luego de conocer detalles de las administraciones municipales priístas, acrecentó el desprestigio de los políticos tricolores. A ellos se deben en gran parte, las manifestaciones de rechazo popular.
En el caso de Playas de Rosarito, al Ayuntamiento encabezado por el priísta Javier Robles Aguirre, Silvano Abarca Macklis, lo señala de haber causado daños patrimoniales al gobierno local, por más de un millón de pesos, cuando menos. Destaca por ahí el tema de cirugías estéticas, con recursos públicos.
Nancy fue hasta Playas de Rosarito, y en conferencia de prensa, se lanzó en contra del alcalde panista, afirmando que ahí no hay gobierno, y advirtiéndole que “ya no hay tiempo para revanchas personales, ni venganzas dirigidas”.
Como severa juez, reclamó que tanto el munícipe, como todo su equipo de trabajo, se conduzcan cabalmente, apegados a la legalidad, pues aseguró, que a casi 120 días de haber iniciado el trabajo de la actual administración, “los rosaritenses sólo han escuchado de sus autoridades municipales, acusaciones, señalamientos, lamentos y denuncias mediáticas, vacías y sin sustento”.
El exalcalde priísta, Robles Aguirre, es identificado como uno de los jóvenes funcionarios más frívolos y en torno a su gestión, han surgido múltiples señalamientos.
En el caso del exalcalde mexicalense, “panchito” Pérez Tejada, la Oficial Mayor del XXI Ayuntamiento, Maribel Avilez Osuna, reveló que funcionarios del XX Ayuntamiento incurrieron en actos que pudiesen ser constitutivos de delitos como peculado, coalición de servidores públicos, negociaciones ilícitas, tráfico de influencias, promoción de conductas ilícitas, cohecho, distracción de recursos públicos y fraude o lo que resulte.
Esto molestó a la dirigente priísta, quien aseveró que, ante la demostrada incompetencia e incapacidad –según ella- del gobierno municipal panista, “sus funcionarios recurren a la difamación y la calumnia” para culpar a otros de sus limitaciones y justificar que no han podido, ni medianamente siquiera, resolver los problemas de la ciudad.
Como quien protege a su hijo pequeño, de grandulones que lo apabullan, el PRI incorporó a “panchito” a su estructura, designándolo Secretario Técnico del Consejo Político Estatal. Tratando de cubrirlo de acciones legales emprendidas en contra de la administración de Pérez Tejada, Nancy pidió al alcalde Díaz Ochoa, “dejar de ver por el espejo retrovisor y concentrarse en resolver los múltiples problemas que subsisten en la ciudad”.
Respecto a los otros exalcaldes priístas, Carlos Bustamante Anchondo, de Tijuana y Javier Urbalejo Cinco, de Tecate, ni se preocupa, pues sus sucesores, no parecen dispuestos a hacer denuncia alguna, en tanto que el ensenadense, Pelayo Torres, ni caso tiene defenderlo. La dirigente priísta, y los exalcaldes que defiende, dan pena ajena. “Excelente” promotora del priísmo.
gil_lavenants@hotmail.com
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