Por Gerardo Díaz
Al paso que va el al alcalde aliancista de Rosarito, no le alcanzará el tiempo para concretar sus buenos propósitos, al haberse rodeado no de los mejores hombres y mujeres mas talentosas para encarar el enorme reto de gobernar el municipio que insiste recibió en condiciones más que deplorables. No, se rodeo en muchos casos de autentica "peluza", de improvisados, arribistas y advenedizos, muchos de los cuales ni siquiera residen en el municipio, por lo que les importa un soberano pepino el desenlace del nuevo gobierno. Las cosas no le están resultando como esperaba al dos veces alcalde, Silvano Abarca, quien el pasado viernes acudió a la reunión de Rotarios que preside mi amigo Pablo Soto Avalos, y quien para colmo, le compartió su frase de batalla: "El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso, sin perder el optimismo". Y es que Silvano se dejó ver muy dolido, ofuscado, a la defensiva, cansado y hasta amargado, al culpar incluso a la prensa de aderezar una campaña de desprestigio contra su gobierno a base de sistemáticas mentiras y complicidades en contra de su gobierno. En suma, Silvano parecía un boxeador cansado y contra las cuerdas, al grado tal que varios Rotarios de plano le suavizaron las preguntas y de manera sutil, le dijeron que "no tiene la culpa el indio, sino quien los hace compadres", que mejor volviera cuando ya trajera buenas noticias y no sólo buenos propósitos. Pues de esos "bien intencionados" está retacado el infierno. Al autor de este Blues, le llegaron recuerdos de aquella arrabalera intérprete de boleros arrabaleros y su grito de batalla: "voy de fracaso en fracaso". Lo que de ninguna manera quisiéramos le ocurriera al Presidente de los Rosaritenses, justo ahora que esta a punto de ordenar la casa y recibir apoyos extraordinarios, millones y millones en recursos de los que al parecer ya encandilaron a varios de sus colaboradores, quienes en vez de apoyarlo, ya se frotan las manos para futurear y distraerse en preparar su estrategias políticas. Esto lo sabe muy bien el Síndico Procurador, Tomás de La Rosa Martínez, al ya tener abultados expedientes para sancionar e inhabilitar a funcionarios, suspender obras irregulares en proceso, e identificar a posibles responsables de varios delitos del anterior gobierno, pero también del actual gobierno. Un gobierno que no ha encontrado la forma de distinguirse y desmarcarse del horrendo sello de la corrupción, los abusos, los excesos y los escándalos de quienes protagonizaron el V Ayuntamiento y quienes tanto daño le hicieron a Rosarito, hasta "robarle su brillo, chispa y encanto". Silvano debe entender que los rosaritenses ya eligieron dándole su apoyo, por lo que ahora esperan que se faje como los machos, se ponga serio, siente un precedente y mano dura, pero que también muestre su mano izquierda para ser político y diplomático cuando la ocasión lo amerita, sin soltarse de la boca queriendo hacerse el simpático "caíme bien", al hacer sus declaraciones acaloradas a la prensa. Mayor seriedad, trabajo y resultados, y menos escándalos, "dimes y difieres" que sólo le abonan al chisme de vecindad. En resumen que ponga en orden a sus funcionarios y deje de ceder autoridad a chantajes y amagues políticos de los regidores de los diferentes partidos políticos en su cabildo. De lo contrario esta novela de quinta seguirá degenerando en un churro de melodrama con tintes de grotesca comedia trágica.
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