La estructura del ISSSTECALI amenaza colapsarse si el Gobierno y Sindicato insisten por un lado en evadir los puntos neurálgicos y, por el otro, en apretar más a los derechohabientes, mermándoles impunemente una adecuada atención médica, los servicios de calidad, la dotación oportuna de medicamentos, sepultando así al sistema de pensiones y jubilaciones.
Gobiernos “humanistas” van y vienen, en momentos que muchas personas enfermas de gravedad ven mermada su calidad de vida, siguen en espera de ser intervenidos para salvar su vida. Un asunto que ya requiere de la urgente intervención de instancias superiores, aquellas que dicen ocuparse de salvaguardar los derechos de los ciudadanos, de la clase trabajadora, del respeto al sistema de seguridad social de los trabajadores al servicio del Estado…Delicado asunto en que Francisco Vega, deberá poner especial énfasis y demostrar en los hechos lo prometido en su reciente campaña proselitista, principalmente aquello de que “el sí sabe de números”, para que las cuentas le cuadren y empiece a nivelar el barco. Es decir, que ya deje de “patear el bote” y dejar que el problema le explote a otros, y atender el problema de fondo, pensar con la cabeza por el bien de todos y no con las presiones de los compromisos contraídos, los amagues de los grupos internos que tanto daño le han hecho y mermado a los gobiernos de extracción panista…Por el lado del gobierno municipal Tijuanense, del flemático y circunspecto Carlos Bustamante, la cosfa no anda mucho mejor con sus recientes “golpes” o acciones de gobierno para meter en cintura a las casas de empeño, a los menesterosos que pululan la canalización del Rio Tijuana, los vendedores ambulantes de la Zona Centro, o las recicladoras que especulan con la compra-venta del metal, al ser sus acciones selectivas, superficiales y peor aún, con aparatosos golpes de espectacularidad o mediáticas con tintes más publicitarios que integrales, como diciendo, “no me olviden”. Habida cuenta que el desorden, inseguridad y anarquía urbana continúan, y si no, que le pregunten a los vecinos de las colonias Gran Tenochtitlan, Miramar, Michoacán, Cañón Palmeras, Manuel Paredes, Montes Olímpicos y Pedregal de Santa Julia, en los linderos de las delegaciones municipales de Playas y San Antonio de los Buenos, cuando la Recicladora “Díaz” sin problema alguno, lucra a todas horas en el Cañón de las Rosas con la compra de todo tipo de auto partes y metales a mugrosos de la zona, quienes sin mayor trámite obtienen unas monedas para pagarse una “cura”. Aquí el pregonado “Ciudad con Orden”, suena más a burla, que a otra cosa. Lo bueno que ya viene el Doctor.
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