En poco más de 30 años que me he dedicado al periodismo, me ha tocado observar de cerca muchos y muy variados procesos electorales. Conocí los tiempos del carro completo, de la cargada y, obvio, los signos de la mapachería, que lo mismo incluían los llamados ratón loco, que el carrusel o la casi cínica asignación de votos.
En varias ocasiones y en varias redacciones, trabajé con los equipos de diseño para preparar la edición adelantada del periódico con el que se cantaría el triunfo, el carro completo al día siguiente de la elección. Era el signo de los tiempos. La oposición, siempre beneficiara de lo que iban tirando los ganadores, se hizo siempre de la vista gorda.
Contrario a lo que he mirado en muchos años de trabajo periodístico (desde diciembre de 1982), lo que hoy pasa en Baja California es verdaderamente inédito. Más allá de las bien fundadas sospechas de que existió irregularidad en el conteo, el ahora ex candidato a la gubernatura por la coalición Compromiso por Baja California (PRI, PVEM, PT, PES), Fernando Castro Trenti demuestra de qué está hecho. Entiende perfectamente su circunstancia.
La actitud de Castro Trenti fue mesurada, respetuosa e inteligente, lo que confieso que pocas veces he visto, luego de conocer resultados electorales en diferentes entidades del país y en el país mismo. Para qué recordar aberrantes ejemplos, como el de Andrés Manuel López Obrador.
Lo que sucede en Baja California, exhibe a un político responsable, comprometido con su partido y con los bajacalifornianos. No cayó en un solo exceso y, con ello, acreditó el tamaño y la visión de un político vertebrado.
(En 1988, cuando le fue robado el triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas, para convertir en presidente de la República a Carlos Salinas de Gortari, los sindicatos, grupos de obreros y campesinos, acaudillados por Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y otros integrantes del Frente Democrático Nacional, atizaban la idea de tomar el Palacio Nacional. Cuauhtémoc Cárdenas impuso la mesura y dejó claro que los intereses de una persona, cualquiera que esta fuera, no podían estar por encima de los de la patria. Respeto los resultados, a modo de Salinas y dejó que el tiempo colocara a cada uno en su lugar)
Hoy, en la entidad, sin duda alguna, como a cualquier ser humano, la derrota en las urnas del pasado 7 de julio debe haber dolido, pero Fernando no se dejó amedrentar, no se apocó, no se lame las heridas y mucho menos responsabiliza a nadie.
Castro Trenti sabe dónde estuvieron las fallas y que éstas las tiene que asumir.
Después de una gira de agradecimiento, Fernando regresará a la cámara y, desde ahí, como lo asumió, continuaría apoyando a los gobiernos electos de Baja California sin distingo de partido, pero además se reconstruirá y es que derivado del resultado electoral del pasado 7 de julio, sus enemigos se saborean el borrarlo del mapa político electoral para siempre, cosa que vemos muy, muy difícil y complicado, primero porque ninguno de ellos conoce y tiene la disciplina de trabajo de Fernando y mucho menos el talento y la visión política que lo dostingue.
El siguiente paso es mantener para su grupo el control del PRI, que seguramente sus adversarios ya están planeado conquistar. Este proceso va a ser interesante, por el lado de los hankistas, por quienes se busca perfilar a Carlos Barboza Castillo quien difícilmente será invitado a trabajar en el proyecto del hoy alcalde electo el Jorge Aztiazarán Orci.
Por eso, Barbosa será impulsado con todo de parte del grupo del cacinero Jorge Hank, con la intención de convertirlo en el gran aglutinador de la corriente hankista en el estado.
Por el lado de los Diablos como se les conocen, no sabemos si con el apoyo de Fernando o no, pero Francisco Domínguez no ha parado de auto promoverse con su famoso con Pancho Si, aunque muchos lo ven como un cuadro desgastado que no aportaría nada al proyecto de Castro Trenti, ni al PRI en el estado.
Lo que el PRI requiere son cuadros jóvenes, así mismo la conducción del grupo parlamentario del PRI en el Congreso del Estado estará en disputa, una vez concluidos los cómputos distritales tendremos un mejor panorama pero quien seguramente asumirá el control de los diputados del PRI en la legislatura local, será René Mendívil y la conformación de la fracción estará bajo la tutela de Fernando. Dice Juan Gabriel, el delicado poeta de Ciudad Juárez: Dios perdona, pero el tiempo a ninguno. Al tiempo.
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