* En Tijuana error analógico aplasta millones de pesos en inversión política y promueve abstencionismo a favor del PAN y sus candidatos.
Por Miguel Rojas Salazar
El PRI y sus candidatos atraviesan una crisis de credibilidad social en Baja California, la campaña proselitista de su candidato a Gobernador Fernando Castro Trenti, acusado de aprobar el “apagón analógico” en la Cámara Baja del Congreso, y el Dr. Jorge Astiazaran Orci postulado para alcalde, diferenciando “consulta” entre ricos y pobre creando “ciudadanos de segunda” agudizan el abstencionismo que viene…en su contra.
La aplicación del nuevo sistema digital sobre el análogo en la sede Tijuana como plan piloto, deriva en amparos y tumultuarias quejas en lo social, empero, abre una versión “extra política” inédita entre COFETEL como paraestatal contra el Instituto Federal Electoral, acusado de eclipsar la funcionalidad de orientación y queja, y “aplastar” un enorme tiradero de dinero a la basura en spots, entrevistas y noticias bajo precontratos de campana política en Baja California.
Es decir, el dinero licito de campanas previsibles, ¡la aplicación de inversión a la vista de todos! donde el spoteador o el cucheador devengan en nomina y factura la empresa Televisora, dejarían a la vista un derrumbe financiero de capital político.
Una paradoja dimensional, el nuevo sistema digital en México, cuantificador de ingresos, descalifico a 14 mil familias en Tijuana, pero el control remoto de IFE y políticos desprogramo su capital de inversión y justificación de gastos, cuando no era el momento, el lugar ni la hora…
Hoy, la planeación del “apagón analógico” se politizo a grado tal, que los operadores de campana Panista de Kiko Vega postulado a gobernador y su candidato a alcalde Alejandro Monrraz, “etiquetaron” culpabilidad como “verdugo” al Priista Castro Trenti, acusándolo de haber apoyado desde la tribuna Congresista a COFETEL, para “herir socialmente” a la clase marginada y grupos vulnerables de Tijuana que en más de 14 mil hogares se quedaron sin señal de Televisión abierta al aplicarse la nueva era de digitalización apenas 72 horas antes.
NI el más escéptico se hubiera aventurado a predecir del “apagón analógico” una repercusión tan seria como significativa, una perdida en terrenos políticos propiedad del PRI. Porque el asunto podía detonar en una venganza de abstencionismo sufragante de alcances fatalista sobre Fernando Castro Trenti y su costosísima campana, ante la organización de la “familia del PAN” que si acude a votar por sus candidatos para hacer la diferencia en las casillas contra los “acarreados”.
Hoy la acción premeditada remite obsoletismo del órgano electoral en el estado 29, pues la penetración publicitaria deja su funcionalidad en la clase marginada que es la que si acude mediante el sistema de “acarreo”, la que pesa en la elección, verdad tal, que podría revertir el apagón o rediriccionarlo a postergación, como causa política y no social, por tanto más condenable que irónico.
Tras el apagón, la efectividad coyuntural de los Panistas de Tijuana, no se hizo esperar, auspiciaron espectaculares para demostrar a la disgustada población, que la transición a la era digital, era una “factura” pendiente, a favor de Castro Trenti, en contra de la ciudadanía.
La memoria cobro ayeres y antieres, cuando Felipe Calderón emitió el decreto del “apagón analógico” anunciando que Tijuana sería la primera ciudad en aplicarse, Castro Trenti presidía la Comisión de Telecomunicaciones del Senado.
En diciembre de 2012, ya como diputado federal, el priista solicitó a la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) cumplir y apegarse al “decreto por el que se establecen las acciones que deberán llevarse a cabo por la administración pública federal para concretar la transición a la televisión digital terrestre”.
Culpable del exhorto causando unanimidad en el Congreso de la Unión, Fernando Castro Trenti, vuelve al centro del huracán y nuevo error pues jamás se imagino el efecto búmeran lanzado de su punto de acuerdo cuando en plena campaña la televisión es instrumento aportador.
Evidentemente, el caso abre dos aristas, la del PAN un “pro”, y la de Priistas una “contra”
El alcalde Priista de Tijuana Carlos Bustamante Anchondo, tratando -como siempre- desde su pésima asesoría de atraer “fuero” político en defensa de miles de Tijuanenses que reclamaban su caja de la alegría, el escape del mundo real hacia el surrealismo telenovelero, fue retirado del escenario que pretendía por Mony De Swaan Director de la Comisión Federal de Telecomunicaciones COFETEL, bajo la advertencia que siendo Priista no debería ponerse contra el nuevo dueño del gobierno federal, Enrique Pena Nieto.
Los operadores del Priismo, los inversionistas, los facturistas, ya no soportaron la situación, decidieron crear “ministros plenipotenciarios” .
El comité de radio y televisión del IFE solicito ya, a la COFETEL mantener transmisiones analógicas en Tijuana, baja california durante el proceso electoral local.
AL SILENCIO… Catástrofe anunciada jamás prevenida
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