viernes, 19 de abril de 2013

Tertulia Política: El tufo de la derrota

Por Pedro Martínez Serrano
A unas semanas de iniciar formalmente el proceso electoral en Baja California, ya se encuentran muy delineadas las estrategias y los equipos de campaña, mismos que permiten advertir los tonos, alcances e, inclusive, prever resultados que reportará la contienda.


Por el lado del PAN, además de su alianza con el PRD y partidos menores y desprestigiados, a su candidato a gobernador, El Kiko Vega de Lamadrid, no se le advierte estrategia ni rumbo. Quienes a la vista coordinan la campaña, como Oscar Vega Marín y Carlos Torres, son panistas inexpertos en la partida electoral, en la contienda política, en la que no siempre dos más dos son cuatro.

Oscar Vega y Carlos Torres, son panistas de ocasión, de oportunidad, burócratas empedernidos y oportunistas que, el golpeteo político a ras de piso, sencillamente lo desconocen. El señor Torres perdió vergonzosamente cuando buscó la presidencia municipal de Tijuana y, ahora, trata de aplicar fórmulas electorales de probado fracaso.

Se sabe que los famosos diablos azules, como disfrutan que los mencionen, Jesús González Reyes y Jorge Ramos Hernández, son los verdaderos operadores políticos de la descolorida, solitaria y mediocre campaña de Kiko Vega, pero hasta ahora no se notan, ni ellos, ni el rumbo, ni la estrategia política del blanquiazul que, como van las cosas, no dudo que ambos personajes, tan siniestros como corruptos, ya se hayan pasado, sin así decirlo, al bando de enfrente, el que encabea Fernando Castro Trenti.

Si bien es cierto que aún no arrancan formalmente las campañas, a la alianza que encabeza y a Francisco Vega de Lamadrid, se les mira extraviados y sin posicionamiento mediático, con el rostro marcado por la derrota. Lo peor del caso, el famoso Güerito no puede sacudirse el estigma, la sensación entre la gente de que siempre anda borracho.

Y el aspecto personal, apocado y desfachatado, me dicen, es consecuencia de que en los meses más recientes, cuando menos los que suman un año, Vega de Lamadrid ha aumentado exponencialmente su consumo de embriagantes. El problema acusa tal gravedad, que desde el desayuno se toma su primer escocés y, de ahí en adelante, no para. Todo el día anda borracho. Es para superar el estrés y los nervios propios de la contienda, dicen que se disculpa a diario, ya entrada la noche, cuando ya no habla, balbucea, sin conseguir hilvanar frases completas o que se entiendan.

Y mientras dos o tres panistas-panistas, de los de verdad, se esfuerzan por encontrar y promover los cachos buenos de su abanderado, lo único que ven a diario, es la realidad de un candidato acabado, desgastado y temeroso de enfrentar los días más duros, más rudos y complicados de la jornada electoral.

Por lo anterior, ya ni a los verdaderos panistas inspira confianza su candidato, en razón de que saben que Vega es un hombre desorientado, desorganizado y sin estrategia.

Y dicen que no se necesita ser contador, administrador o mago, para darse cuenta de que Vega de Lamadrid cae aceleradamente en lo emocional, en lo político y en lo empresarial. El abandono y evidente fracaso de sus negocios así lo acredita.

No sólo eso, su paso por la administración pública estuvo sellada por la pestilente corrupción y el desorden. Kiko nada más no prende y, a menos de que tengan preparada una sorpresa, su posición en este proceso se irá disminuyendo. Lo anterior, será acreditado en las primeras encuestas, en esas que son las más serias, las que ordena el gobierno federal, para tener pulsos verdaderos de lo que ocurre en cada entidad.

Ayuda Osuna a Kiko

Pero no solo el candidato a gobernador, el partido y su alianza se ven sin rumbo, el mismo gobierno del Estado, al mando todavía del nuevo millonario, en dólares, José Guadalupe Osuna Millán, no solo no le ayuda al proyecto de su partido, el de Acción Nacional. Le estorba y mucho, por eso los priistas podrán agradecerle a Lupillo, que después de 4 sexenios de haber dejado la gubernatura, por fin regresaran al PRI a la titularidad del Ejecutivo estatal.

Desde que llego Guadalupe, su administración no solo se ha caracterizado por el desorden, la inacción, las grillas de gabinete y la corrupción que se ha visto reflejada en las recurrentes derrotas electorales que ha sufrido el  PAN.

Si los azules y el gobierno no reaccionan, cosa que además se mira tan complicada como imposible, se pueden ir preparando para la peor derrota de su historia, en la que perderán todo, hasta la dignidad del contendiente de altura.

Así las cosas, todo apunta a que la hora del regreso del PRI al gobierno del Estado, se aproxima en forma acelerada. El mismo abanderado de la alianza amorfa que forma el PAN, el PRD y otros partidos menores, Francisco Arturo Vega de Lamadrid, olvidó que el candidato oficial, el que presuntamente debería ir adelante es él y planteó la máxima que hizo suya Felipe Calderón frente a Santiago Creel, a quien recordó que Caballo que alcanza gana.

Con una campaña sin pies ni cabeza, la alianza PAN-PRD y comparsa, parece destinada a irse al caño, de ahí que en las oficinas de campaña ya sea insoportable el tufo de la derrota.


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