Por Gilberto Lavenant
El miércoles 21 de noviembre del año en curso, bajo el título : “Las torceduras”, el columnista hizo referencia al ambiente que se vive al interior de la Escuela Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas, en Tijuana, por el proceso de elección de nuevos directivos de la Sociedad de Padres de Familia.
Recordaba entonces, que luego de 17 años de estar regenteando dicha institución, bajo el cargo de director, José cruz Holguín, utilizando una sociedad de padres de familia, encabezada por personas que ni siquiera tenían hijos en el plantel, los profesores se plantaron en las puertas de la dirección, protestando porque mediante desaseado proceso se designó como relevo al subdirector Martin Moreno Félix.
Decía también, que los docentes habían manifestado sus temores fundados de que el nuevo director continuaría el negocio mercantil y por ello lo rechazaban. El conflicto concluyó cuando en un trato oscuro, en el que varios de los inconformes fueron consolados asignándoles subdirecciones y supuestamente bajo la condición de que los beneficios mercantiles se clarificaran y se reflejaran en mejoras de la institución.
Comentaba el columnista que, presionado por los padres de familia inconformes por estos manejos mercantilistas, el nuevo director, Martín Moreno Félix, tuvo que echar a andar el proceso de selección de los integrantes de la mesa directiva de la Asociación de Padres de Familia, para el período de octubre del 2012 a septiembre del 2014. Que la convocatoria fue publicada el 4 de octubre y las elecciones deberían efectuarse 11 días después.
Señalaba que un mes después, había trascendido que el director del plantel ha estado maniobrando para que la nueva mesa directiva de la sociedad de padres de familia, sea afin a sus intereses, para que las cosas sigan igual, como se manejaron durante la administración de su antecesor, Cruz Holguín.
Observaba que se pretende que el lunes 26 de noviembre, a partir de las 18:00 horas, se lleve a cabo la elección de los nuevos dirigentes de dicha sociedad de padres de familia. Que en el proceso participan 3 planillas, y decía que son 2 afines o patrocinadas por el director Martin Moreno Félix, identificadas bajo las denominaciones de “únete, qué jaguares tan padres” y la color “azul dorado”, así como la conformada por padres inconformes, identificada como “blanca”. Ahora se sabe que la “azul dorado”, quedó fuera.
Hubo varias reacciones. Algunas un tanto virulentas. En especial, una de manera respetuosa, por parte de integrantes de la Planilla “Unete, Qué Jaguares tan Padres…!!!”, enviada al columnista, vía correo electrónico, en la que, aunque no indican el nombre del remitente, aseveran que no son patrocinados por el director de la escuela, que eso es totalmente falso.
Así mismo, que no los mueven intereses mercantilistas. Que han trabajado en otras instituciones educativas, que saben del trabajo en equipo, incluyente, donde todas las partes de la comunidad escolar están representadas y participan en la toma de decisiones, contribuyendo así a la transparencia que la institución como ésta requiere.
Afirman que algunos son exalumnos, que fueron partes de esa preparatoria, que le tienen amor a la camiseta, a la institución y a sus hijos, que les interesa que la escuela siga siendo una institución que se proyecta como una de las mejores en calidad educativa.
Bueno, el columnista no le queda más que hacer constar la recepción del escrito en mención. No tiene por qué dudar de las intenciones que dicen les mueve, ni tampoco el que no sean afines al nuevo director del plantel, ni tampoco el que no les muevan intereses mercantilistas.
El problema, aunque muchos se molesten, pero al fin y al cabo “no se puede tapar el sol con un dedo”, es que nadie puede negar que durante varios años la institución ha sido manejada como una empresa mercantil, percibiendo ingresos por aproximádamente 25 millones de pesos anuales, cuyos manejos no han sido claros.
Así mismo, aunque se diga que los problemas del plantel, sólo competen a la comunidad del mismo, tales como autoridades, docentes, alumnos y padres de familia, siendo una institución pública, los recursos que en ella se generan, recaudan y administran, si las autoridades competentes, por indolencia o complicidades, no los vigilan, los ajenos, entre ellos el columnista, tenemos el derecho de señalarlo. Obviamente la verdad no peca, pero incomoda.
Lo que ha pasado en la Preparatoria “Lázaro Cárdenas”, como en muchos otros planteles, es que los padres de familia ven a las instituciones educativas como simples guarderías de sus hijos. No les interesa saber cómo es que operan, con tal y que mantengan ahí a sus hijos, encerrados durante varias horas y recibiendo preparación. Si al final les expiden constancias de estudios y éstas les son favorables, pues mucho mejor.
Qué bueno que surgen padres de familia, interesados en la calidad académica y no en la explotación mercantil de la institución, porque muchos de los que tuvieron ahí a sus hijos durante los últimos años -15 o más-, y posiblemente los padres de los que ahora aspiran o pretenden formar parte de la sociedad de padres de familia, poco interés mostraron por el manejo económico de la misma.
Que hagan a un lado los apasionamientos, e independientemente de quienes sean electos como nuevos directivos de la sociedad de padres de familia, este lunes 26 de noviembre, que trabajen con honestidad y claridad. Que se haga constar que los recursos que se generen y recauden, efectivamente sean aplicados en la mejoría de la infraestructura del plantel y no que se queden en los bolsillos de unos cuantos “vivillos”.
La Preparatoria Federal “Lázaro Cárdenas”, es una institución pública, no un colegio privado. ¡ Fuera los mercantilistas ! ¡No más torceduras !
gil_lavenants@hotmail.com
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