Por Gilberto Lavenant
Seguro habrán leído, aunque sea a “vuelo de pájaro”, el cuento de el lobo feroz y caperucita roja. Aquel en el que el astuto lobo, que en sus pretensiones de tragarse a la ingenua niña con capa roja, aprovechó la ocasión en que ésta acudía a visitar a su abuela.
El lobo se le adelantó en el camino, se engulló a la anciana y se dispuso a suplantarla, para sorprender a la pequeña. Un tanto sorprendida por los cambios físicos en la apariencia de la abuelita, caperucita la cuestionó sobre sus nuevos rasgos, en especial sobre su afilada dentadura : ¿Y por qué tienes esos dientes tan grandes, abuelita? El resto ya lo deben de saber. El feroz animal se tragó a la niña, aprovechando precisamente su ferocidad y la ingenuidad de su víctima. Más o menos esa es la trama que protagoniza el Presidente Felipe Calderón, con su propuesta de reforma a la Ley Federal del Trabajo, presentada el 1 de septiembre del año en curso. Aprovechando la reforma política publicada apenas el pasado 9 de agosto, que le permite presentar dos iniciativas de ley, o reiterar alguna de las ya presentadas, bajo la modalidad de preferente, lo que obliga a los legisladores a resolver sobre su aprobación o rechazo, en un plazo de 30 días naturales. En el propio escrito de presentación de dicha iniciativa, se observa que el tema de la presunta necesidad de una reforma laboral, ha estado en el debate público, por lo menos en los últimos 15 años, en los que se han realizado un sinnúmero de foros, coloquios, seminarios, mesas de diálogo y consultas populares, en los que se han discutido los principales temas en los que es indispensable avanzar, y “se han identificado los beneficios que tendría la actualización del marco laboral”. Bueno, eso según la versión presidencial. Más de 400 iniciativas sobre estas pretendidas reformas y más de una década de discusiones al respecto, y Calderón, cuando está a punto de abandonar la Presidencia de México, pretende “meter un golazo” de sorpresa. Ya han transcurrido 11 de los 30 días naturales previstos para que ésta iniciativa preferente sea sometida a votación y apenas el día de mañana será integrada la comisión encargada de emitir el dictamen correspondiente. Utilizando argumentos y expresiones demagógicas, como la supuesta intención de modernizar la legislación laboral, dizque para facilitar o estimular la creación de fuentes de trabajo y por ende combatir el desempleo, principalmente el que afecta a los jóvenes, Calderón pretende encubrir sus malévolas intenciones. Algo así como pretender “matar varios pájaros de un solo tiro”. Para ello, ha orquestado una campaña nacional, a cargo de legisladores panistas y dirigentes empresariales, a fin de presionar a los legisladores federales de los demás partidos, para que se vean acorralados y no tengan otra opción que darle paso a su propuesta. Hay quienes opinan que los priístas están dispuestos a concederle, directa o indirectamente, rango de ley a la iniciativa calderonista, para luego culparlo de los estragos que podría ocasionar. Suposición ésta que resultaría sumamente arriesgada y contraproducente para la mayoría de los mexicanos. La que podría llamarse “Ley laboral Calderón”, tiene como uno de sus objetivos básicos, el que Felipe se reivindique con los empresarios, con la esperanza de recuperar la confianza de ellos, a fin de que los vuelvan a apoyar en los comicios presidenciales del 2018. Para ello, prácticamente pretende institucionalizar la esclavitud, por una parte, y por la otra, aniquilar al sindicalismo y lo que queda del corporativismo, uno de los pilares del priísmo. Esto no es ninguna exageración. El columnista recibió el día de ayer el texto del escrito mediante el cual el Gobierno federal presentó al Congreso de la Unión, la propuesta de reforma laboral, así como el texto de la misma. Se formaliza la creación de contratos de aprendizaje, el pago por hora y la contratación por terceros, o sea el llamado outsourcing. “Prácticamente todos los diagnósticos serios coinciden en que es impostergable impulsar una reforma laboral como condición para avanzar hacia mejores niveles de bienestar, y que al mismo tiempo contribuya a favorecer los principios de equidad y no discriminación en las relaciones de trabajo”, pregona en el escrito de presentación. Se pretende, las evidencias lo indican, “americanizar” el sistema laboral mexicano. Permitir a los patrones el emplear trabajadores, bajo el concepto de “período de capacitación”, o a prueba, con la facilidad de no contratarlos si no demuestran aptitudes para las labores a desempeñar, pero además el poder contratarlos solamente por horas o períodos determinados, y retirarlos de la fuente de trabajo, si así lo estiman pertinente o necesario, sin obligación de indemnización alguna. Pero no sólo eso, embiste de manera frontal a las organizaciones sindicales, argumentando derechos y libertades de los trabajadores, complicando la constitución de los sindicatos, la elección o renovación de sus dirigentes, imponiendo la fiscalización de los recursos y bienes sindicales e incluso estableciendo nuevos requisitos para los emplazamientos a huelga en los casos de reclamaciones de firmas de contratos colectivos de trabajo o las supuestas violaciones a los mismos. En pocas palabras, bajo el supuesto de proteger y defender a los trabajadores, pretende dejarlos a disposición de los patrones, dándoles amplias facilidades para su contratación o despido, y además, prácticamente desmantelando al sindicalismo mexicano, pilar fundamental del priísmo. Uno de los razgos básicos del derecho laboral mexicano, es que es protector de los trabajadores. La “Ley Laboral Calderonista”, pretende invertir los papeles. Pretende que ahora los protegidos sean los patrones. Incluso se observa que la iniciativa fue elaborada por abogados empresariales. Que Calderón simplemente la presentó para pagar favores o para recuperar “amores”, que revitalicen al panismo hacia los comicios presidenciales del 2018. Que por eso, emulando al “lobo feroz”, pretende tragarse a “caperucita roja”. Bueno, amolar a los trabajadores mexicanos. ¿Abuelita, por qué tienes esos dientes tan grandes ? gil_lavenants@hotmail.com
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