lunes, 2 de julio de 2012

Palco de Prensa: El retorno del PRI

Por Gilberto Lavenant
El dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquin Codwell, dió a conocer anoche que las tendencias favorecían al candidato priísta, Enrique Peña Nieto.
Contra la voluntad de muchos, el triunfo tricolor marca el desalojo del PAN de la residencia oficial de Los Pinos y el retorno del PRI. Programas televisivos mencionan que según resultados del conteo rápido, realizado por la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión y Consulta Mitofsky, Enrique Peña Nieto obtuvo 40.3 % de la votación, Andrés Manuel López Obrador 31.8 %, Josefina Vázquez Mota 25.4 % y Gabriel Quadri de la Torre 2.5 %. Los primeros en reconocer públicamente que las tendencias no les eran favorables, fue la panista Vázquez Mota y Quadri. Tanto Peña Nieto como López Obrador, decidieron esperar a que el IFE diera resultados oficiales. Tal y como lo marcaban las diversas encuestas previas, el exgobernador del Estado de México obtuvo el primer lugar en las votaciones. La encuesta decisiva le favoreció con un alto porcentaje, que no deja lugar a dudas. Dadas las tendencias, Enrique Peña Nieto es el virtual candidato electo a la Presidencia de la República. Quien recibirá la banda presidencial de parte de Felipe Calderón. Falta ver las condiciones en que Peña Nieto hará su arribo a la Primer Magistratura del país, pues cabe observar que el de Calderón fue muy accidentado. También falta ver la reacción de Andrés Manuel López Obrador ante ésta su segunda derrota en sus aspiraciones presidenciales. Previo a los comicios, el IFE logró que los cuatro candidatos firmaran un convenio de civilidad, en el que se comprometían a reconocer los resultados electorales, aunque no les favorecieran. Con eso se pretendía evitar un posible conflicto postelectoral, que es común de parte del “peje”. En los siguientes días se conocerá lo que ocurrirá al respecto. Es importante reconocer que la guerra sucia en contra del priísta, tanto de parte del candidato de las izquierdas, como de parte de la panista, y sobre todo el movimiento juvenil Yosoy132, no lograron cambiar las preferencias electorales. Pero si los priístas están de fiesta por el triunfo obtenido, sus rivales cuestionan sobre el PRI que retorna a la Presidencia de la República, que si es el viejo PRI o uno nuevo. Que es lo que deberá demostrar el mexiquense en sus seis años de gestión gubernamental. Cabe recordar que precisamente las mañas y triquiñuelas del viejo PRI, fue lo que generó el antipriísmo que permitió al PAN llegar a la Presidencia de la República en el 2000 con Vicente Fox. Aún hay muchos ejemplos de ese viejo PRI que parece no morir. Los Marin y los Moreira, son claros ejemplos de ello. Se cuestiona también si Peña Nieto será capaz de deslindarse de esos priístas que han demostrado ser pésimos gobernantes, además de otros que destacaron por enriquecimientos ilegítimos y exagerados. Por si fuese poco, Peña Nieto tiene qué demostrar, en cuanto inicie su gestión, la forma en que combatirá al crímen organizado, que no sea un continuismo de la narcoguerra de Calderón que, directa o indirectamente, provocó más de 50 mil muertos. El priísta tiene pocos meses para integrar su equipo de trabajo. A partir de ahí deberá mostrar su estilo de gobernar. Gente capaz y nada de amiguismo o compadrazgo. Tampoco relaciones con individuos de mala fama. Tiene qué fortalecer la estructura de gobierno. Los panistas convirtieron las oficinas gubernamentales en una “casa de muñecas”. Cualquiera, sin trayectoria alguna, arribaba a instituciones tan importantes como la Secretaría de Gobernación, que era la antesala para llegar a la Presidencia de México. Fundamental, tendrá que cumplir todos y cada uno de los compromisos que estableció y firmó durante los 90 días de la campaña electoral, para que luego no le digan que no cumple. Y obviamente, tendrá que tener la capacidad para enfrentar a todas las fuerzas que se manifestarán en contra del posible retorno del PRI a la Presidencia de la República, que sin duda alguna no desaparecerán por arte de mágia y que representarán cientos o miles de piedras en su camino presidencial. La otra historia que se escribió el día de ayer, es la debacle del panismo a nivel nacional. No solamente perdieron la Presidencia de la República, sino incluso gubernaturas, como la de Jalisco, cuyo gobernador, Emilio González, presumía podría ser un candidato presidencial triunfador. La caída del panismo es como esos edificios que son demolidos con explosivos y caen estrepitosamente. Los errores y los excesos, las ineptitudes y la insensibilidad, provocaron su derrumbe. Lo irónico es que llegaron prometiendo un cambio y se van porque imitaron a la perfección, e incluso se excedieron, los mismos vicios del viejo PRI. Andrés Manuel basaba sus esperanzas de triunfo, advirtiendo que PRI y PAN son lo mismo. Consideraba que las izquierdas merecían la oportunidad de gobernar a México. Parece que los mexicanos aplicaron aquello de “más vale malo, que bueno por conocer”. Veamos si el retorno del PRI, no es repetir la vieja historia. Sería una calamidad. gil_lavenants@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario