Por Gilberto Lavenant
A fines de junio del 2011, la propietaria del Partido Nueva Alianza, mejor conocido simplemente como Panal, y líder moral del Sindicato Nacional de Trabajadores al Serviciodel Estado, SNTE, Elba Esther Gordillo, sin pregunta previa, dió “la de ocho” –ocho columnas- a los reporteros, al revelar que pactó con Felipe Calderón para llevarlo a la Presidencia de la República.
Se acercaban las fechas para los destapes de los precandidatos presidenciales y evidentemente la maestra Gordillo quizó presumir su fuerza y habilidad política, como ofreciendo sus servicios para posibles alianzas. El repudio fue casi general, aunque finalmente logró alianza con los priístas. Al parecer todo fue una estrategia, pues al final la rompieron, cuando ya no podía aliarse con nadie más. Lo único que hizo fue fastidiar a Calderón, pues prácticamente dijo públicamente que le debía la Presidencia.
Resulta que Elba Esther había roto su relación con el expriísta Miguel Angel Yunes, que había sido su discípulo. Lo llevó a la Dirección General del ISSSTE y luego este se refugió en el PAN, bajo cuyas siglas buscó la Gubernatura de Veracruz.
Llamó a los reporteros a una conferencia de prensa y maquiavélicamente les dijo : “Tienen nota para muchos días”. Para empezar, demandó revisar las cuentas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, ISSSTE, mediante una auditoría “especial” por supuestos malos manejos de 50 mil millones de pesos por parte de la institución, cuando estuvo encabezado por Yunes, de quien dijo colocó en el puesto.
Lo más delicado fue que reveló haber negociado el puesto de Yunes, entre otros, como parte de un pacto político, en 2006, con Felipe Calderón, para apoyar su candidatura. Reconoció también que “arregló” los puestos de Roberto Campa en el Sistema Nacional de Seguridad Pública, y el de Francisco Yáñez, en la Lotería Nacional.
“En ese escenario vino la sucesión y llegamos al acuerdo de ir con el presidente Calderón por la Presidencia de la República, previos arreglos de orden político que no deben avergonzar a nadie. A mí no me avergüenzan, yo hago política”, dijo con un tono marcado de soberbia.
Como era de esperarse, Calderón de inmediato respondió que el pacto de Gordillo no fue con él, sino con Fox. Sin embargo, aceptó que debido a dicho pacto, concedió posiciones a elbistas. Pero solo por respetar un acuerdo o negociación de su antecesor, el ex presidente Vicente Fox. Lo que para el caso, fue lo mismo. Como dicen por ahí, palo dado, ni Dios lo quita.
El que no se quizo quedar con la exhibida, fue Yunes, pues al responder reveló que la Gordillo le pedía 20 millones de pesos al mes cuando era director del ISSSTE, para financiar a Nueva Alianza y la tachó de tener un enorme poder para corromper todo lo que toca.
En conferencia de prensa, Yunes Linares negó las acusaciones de corrupción que lanzara Gordillo y la retó a realizar una auditoría al Sindicato Nacional de Trabajadores del Estado, SNTE de 1989 a la fecha, particularmente para aclarar el fondo de retiro para la educación.
La auditoría, retó Yunes, sería externa y supervisada por Transparencia Mexicana para revisar sus cuentas particulares. “Elba Esther Gordillo sólo tiene intereses, no tiene amigos, tiene relaciones de complicidad”, dijo Yunes.
Dos años después, según dijo Yunes, Gordillo le habría requerido 300 millones de pesos. En ambos casos, para financiar actividades electorales del Panal. También dijo que la líder del SNTE, le exigió vender a amigos suyos edificios del ISSSTE, ubicados en la zona centro de la capital del país, para construir un desarrollo comercial. Yunes aseguró que se negó a corromper la institución. Supuestamente de ahí derivó el rompimiento.
Hecho público este asunto, el PRD presentó una queja contra el Panal, el SNTE, Elba Esther, Yunes Linares y el ISSSTE, por presunto desvío de redursos públicos con fines electorales. Sin embargo, el Consejo General del IFE desechó el caso, bajo el argumento de que ya había resuelto un asunto igual y no podía juzgar dos veces a alguien por el mismo hecho. El PRD impugnó ante el Trife, el cual concedió la razón y señaló que el IFE actuó indebidamente. Ahora le ordena al IFE que resuelva de nueva cuenta.
Los perredistas dicen que les preocupa que Gordillo transfiera su poder sindical a un partido político y genere inequidad en la contienda, lo que adquiere mayor relevancia, al estar en curso un proceso electoral. Además, dicen que están hablando de funcionarios públicos que se acusaron de desviar recursos públicos a un partido político.
Este viernes, Senadores del PRD y del Partido del Trabajo, demandaron ir a fondo en este asunto y consideraron que la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, es un precedente importante para avanzar en la sanción al desvío de recursos públicos con fines políticos y partidistas.
Sobre todo, advirtieron que el IFE no puede evadir más su responsabilidad y por lo tanto está obligado a investigar la ilegal canalización de recursos del ISSSTE al Panal. Aquí no se dá aquello de que “río que suena, es que agua lleva”. Los propios actores políticos se acusaron mutuamente. El IFE y demás autoridades controladoras del manejo de recursos públicos, no se pueden hacer “de la vista gorda”. Así mismo señalaron que de comprobarse todo esto, el Panal perderá su registro.
Electoralmente hablando, el Panal no es del todo un peligro. Su candidato, Gabriel Quadri, no pinta en el espectro electoral. Sin embargo, hay muchos que estarían felices si Gordillo se queda sin Panal. Es más, está en riesgo de perder el registro en este proceso electoral. Si entrevistaran a Calderón sobre este asunto, seguramente diría : “Que se aplique la justicia”. Y ya en voz baja exclamaría : ¡Todos a patear al Panal !
Pareciera que el final del cacicazgo de Elba Esther Gordillo en el SNTE y su facultad de negociación política con su Panal, está próximo. Venganza, dulce venganza.
gil_lavenants@hotmail.com
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