La noticia surgida ayer desde el CEN del PRI, allá en el Distrito Federal, dió un vuelco al panorama político en Baja California, hacia la sucesión de la gubernatura estatal en el 2013 : el Senador Fernando Castro Trenti, fue ubicado en el quinto lugar de la lista de los candidatos a diputados federales y la señora Maria Elvia Amaya Araujo de Hank, en el octavo sitio. Pierda o gane el PRI en los comicios del 1 de julio próximo, ambos serán legisladores federales. Hubo, pues, cambio de planes.
En principio, desde el punto de vista de equilibrio político, el candidato priísta a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, les dió un trato equitativo a ambas fracciones priístas en Baja California. En principio, considerando que la posición que se otorga a doña Maria Elvia, es a favor de su marido, el controversial Jorge Hank Rhon, que seguramente contendrá por la gubernatura estatal en el 2013. Eso, en principio.
Sin embargo, bajo otro punto de vista, el Senador Fernando Castro Trenti, pierde terreno en sus aspiraciones a la gubernatura estatal. Se suponía que seguiría siendo Senador hasta el momento en que iniciara su mandato el nuevo Presidente de la República, que pudiese ser el priísta Peña Nieto, y entonces, ya sin cargo, iniciaría de inmediato su campaña hacia la gubernatura de Baja California.
Ahora, se baja del cargo de Senador, para poder ser candidato a diputado federal de lista, de esas candidaturas sin riesgo, de esas que se logran incluso aunque pierda el partido que lo postula y sería absurdo que dejara dicho cargo, para ser postulado como candidato a la gubernatura de Baja California. Eso ya resulta poco probable. Practicamente le cambiaron la jugada y tuvo que guardar su proyecto político. Hubo, pues, cambio de planes.
Esta noticia generó desconcierto y cierto grado de frustración entre quienes creyeron en el proyecto del Senador Castro Trenti hacia la gubernatura estatal. Dicen que al ver naufragar el proyecto, optó por agarrar el “salvavidas”. Y se salva él, pero a los demás los dejó abandonados a su suerte. Como Beltrones, no tienen otra opción más que decir : “mañana, empiezo otra vez”.
Aún se recuerda un evento especial que se llevó a cabo en céntrico hotel de la ciudad de Tijuana, el sábado 21 de mayo del 2011. Las condiciones eran propicias para un destape anticipado hacia la gubernatura estatal y en la que aparecía como personaje central, precisamente el Senador Fernando Castro Trenti.
La cita fue a las 9:00 de la mañana. Hubo representantes de todos los sectores sociales. Colonos, empresarios, universitarios, jóvenes. El ambiente mostraba las características de que habría algo especial. Concretamente el posible destape anticipado de Castro Trenti como precandidato del PRI a la gubernatura estatal.
Sobre todo, porque el tema recurrente en esos momentos, era precisamente la posibilidad de que las elecciones locales, programadas para 2013, en las que se elegirán candidatos a gobernador, diputados locales y alcaldes, se anticiparían y se empatarían con las elecciones federales del 2012, en las que se elegirá al Presidente de la República.
Apuntaba el columnista que quizás muchos se imaginaban que en cualquier momento algún espontáneo, como suele ocurrir, de pronto se pusiera de pie y proclamara ¡ Castro Trenti para Gobernador en el 2012 !, “! Es el hombre que requiere Baja California en estos momentos ¡”, “ Viva Castro Trenti ¡”. Y entonces, otros pondrían en marcha una tanda de aplausos y gritos de júbilo”. Ahí empezaría la “fiesta tricolor”. Así es, más o menos, como se supone que habría de ocurrir.
Sin embargo, las expectativas futuristas se derrumbaron casi de inmediato. Las cosas cambiaron cuando le tocó turno al anfitrión y estrella del evento, Fernando Castro Trenti, quien hizo gala de motivador social. Para empezar, no quizo usar el micrófono de pedestal. Pidió un micrófono inaláhambrico, bajó del escenario y se desplazó lentamente entre las mesas, mientras disertaba.
Habló de cuestiones personales, de experiencias que le hicieron cambiar su vida y su perspectiva de la vida, y luego se refirió a las condiciones que guarda Baja California. Entonces advirtió que las cosas de abandono existentes, no deben continuar, en los litorales de la costa, en la zona agrícola de Mexicali, o incluso en el aspecto turístico.
Les dijo que se sentía fuerte para luchar por cambiar esas cosas y preguntó a los presentes, como suelen hacerlo los motivadores, si también ellos estaban dispuestos a luchar por ese cambio, exhortándolos a integrarse al movimiento ciudadano Fuerza Baja California, solicitándoles levantar la mano en señal de respuesta. Así lo hicieron los presentes.
Describió también, a grandes rasgos, su trabajo como legislador y casi para terminar, hizo un pronunciamiento que dejó desconcertados a muchos de los presentes. Dijo que a fin de acabar con especulaciones, aclaraba que no renunciaría al cargo de Senador, que seguiría siendo legislador hasta el último día de su gestión. Al menos eso dijo entonces.
Dijo que seguiría impulsando la reforma política, tanto a nivel federal como local, que es necesario que se acaben los políticos mentirosos, que se les requiera que firmen sus compromisos de campaña y que semestralmente se certifique el cumplimiento de los mismos, para en caso contrario proceder a revocarles el mandato e incluso a inhabilitarlos para un período de 10 a 15 años.
La noticia surgida ayer desde el CEN del PRI, indican que Castro Trenti decidió no cumplir su promesa de aquel sábado 21 de mayo del 2011, que dejará el Senado y que evidentemente decidió guardar, para otros tiempos, sus aspiraciones a la gubernatura de Baja California. Que esta cercas el 2013, pero se aleja la gubernatura.
Deja el Senado, donde estaba realizando un magnífico trabajo que se supone le catapultaría a la gubernatura de Baja California o quizás a una Secretaría de Estado en la administración de Peña Nieto. Hoy, su futuro político es incierto. Evidentemente, hubo cambio de planes.
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