martes, 19 de julio de 2011

Fuerte Carga financiara al Ayuntamiento permanencia de autos en corralones municipales

* Son 29 pesos diarios por almacenamiento de autos
* Son más de 8 mil los que se encuentran en nueve concesionarias
Tijuana.- 19 julio 2011.- La permanencia de vehículos en los nueve corralones de la ciudad representan una fuerte carga financiera a la hacienda pública municipal, por ello es necesario que la gente sepa que ya existe más certidumbre, control en este servicio, para cuando les sea remolcado su auto lo localice rápido, sólo llamando al teléfono 070 y evitar así altos pagos por almacenamiento, tanto de parte del propietario como del ayuntamiento
Así lo expuso la jefa del Departamento de Supervisión de Arrastre y Almacenamiento de Vehículos de Sindicatura Municipal, Rosaura Melvina Méndez Verduzco, Invitada por la Asociación de Periodistas de Baja California, que encabeza el periodista Jesús Ramón Gil, en donde precisó que con las acciones que ha tomado la sindico municipal, Yolanda Enríquez de la Fuente, de mantener una supervisión constante en los mecanismos de operación de los concesionarias de arrastres, ha logrado disminuir la corrupción entre policías, peritos y choferes.
Ahora los ciudadanos afectados tienen más confianza porque muchos han recuperado sus vehículos y si su unidad motriz le falta alguna parte se obliga al concesionario a pagar al propietario. En la pasada administración había descontrol total, al grado de que una maniobra extra le costaba a los involucrados en un remolque hasta 300 pesos o más, hoy este pago se ha bajado a medio salario mínimo, explicó.
‘ Yo entiendo que una maniobra extra de una grúa es cuando tienen que sacar un auto de un barranco o cuando se encuentra prensado con otros en un choque, pero anteriormente les cobraban hasta por abrir una puerta del auto.
Sumado a ello, aunque estuviera bien estacionado el vehículo se lo llevaban, había policías que hasta traían su grúa, andaban casando autos mal estacionados y los concesionarios les daban 150 pesos por cada unidad que les llevaban a su corralón, era un negocio redondo”.

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